POLÍTICA DE GRATUIDAD
SEÑOR DIRECTOR:
En este medio el rector de la Universidad de la Frontera ha criticado la política de gratuidad, indicando que “ha beneficiado principalmente al sector privado”.
El rector indica que las universidades estatales deben impartir carreras “que no son viables desde el punto de vista económico”, carreras que las universidades privadas les hacen el quite ya que su “mercado es mínimo”. No queda claro si se refiere a la rentabilidad social de la carrera, o a la rentabilidad económica para la universidad. En general las carreras con un mercado mínimo (mínima demanda) son aquellas en que los estudiantes visualizan escasas posibilidades de inserción laboral o de obtener crecimiento material. De las carreras mencionadas por el rector Hebel, Teología podría ser un buen ejemplo. Sin embargo, las universidades del Estado deberían estar mejor alineadas con las necesidades formativas del país, precisamente focalizándose en carreras con déficit presente o futuro de profesionales.
Por otra parte, la rentabilidad económica de estar adscritos a la gratuidad es muy cuestionable. Por ejemplo, el arancel regulado 2022 de Medicina en la Universidad Diego Portales (en gratuidad) es de 5.070.932 pesos, mientras que la mayoría de las universidades privadas sin gratuidad cobran aranceles por sobre los 10 millones de pesos.
Que los fondos de la gratuidad hayan ido principalmente a las instituciones privadas solo refleja que la mayoría de los estudiantes vulnerables se matricula en este tipo de instituciones. Cambiar la política dejaría a muchos de ellos sin posibilidades de formación, ya que las instituciones estatales no podrían absorberlos, ya que, tal como indica el rector en su entrevista, sus universidades presentan dificultades de gestión, precisamente debido al control estatal.
Daniel A. Bórquez
Académico Universidad Diego Portales