MENOS GUARISMOS Y MÁS ACCIONES
SEÑOR DIRECTOR:
El gobierno anunció que elevaría la meta de producción de energías renovables no convencionales (ERNC) al 2030 de 40% -guarismo propuesto por la administración anterior en un proyecto de ley- a 60%. Adicionalmente, aumentaría la exigencia para cada bloque horario de suministro renovable de 30% a 40%, con la expectativa que ello genere un impulso a los proyectos de almacenamiento.
Resulta loable que exista un interés compartido de generar una matriz cada vez más renovable. Sin embargo, estas buenas intenciones no se logran elevando la apuesta, sino con medidas concretas que habiliten el desarrollo de las redes de distribución y de los necesarios proyectos de generación, almacenamiento y transmisión.
Es bien sabido que la fuerte expansión de ERNC se traducirá en un porcentaje creciente de participación en el sistema eléctrico, superando incluso el 80% en horario de sol hacia el 2030. Esto permitirá ir reemplazando la generación a carbón que será gradualmente retirada del sistema. No obstante, para cumplir las metas autoimpuestas en todos los bloques horarios, sin sacrificar la operación segura y económica del sistema, hay mucho más que hacer que anunciar metas más ambiciosas. Esto incluye, entre otros, apoyar el desarrollo de plantas de generación, fortalecer y expandir las redes y líneas de transmisión, perfeccionar la regulación de distribución y mejorar la eficiencia y costos de almacenamiento.
¿Es razonable que una línea de transmisión necesaria para evacuar la ERNC hacia los centros de consumo demore 10 años? ¿Hay avances concretos para acelerar la obtención de permisos con criterios objetivos y en plazos razonables? ¿Cuánto ayuda el gobierno en el trabajo territorial y la concientización de la población de la necesidad de desarrollar infraestructura a la hora de aprobar un proyecto? ¿Entrega los resguardos necesarios de seguridad para la construcción y mantención de las obras?
Si de verdad hay convicción y compromiso con la descarbonización y la transición energética, no basta con la aprobación de proyectos en el Congreso ni con la difusión de nuevas metas en los medios; debe haber una agenda concreta de apoyo y acompañamiento para el desarrollo de las inversiones requeridas para ello. Esto puede ser más ingrato, pero ciertamente más necesario.
Susana Jiménez Economista