La Tercera

Estudio alerta que la marea roja será cada vez más común en Chile

La investigac­ión realizada por el Centro de Ciencia del Clima y la Resilienci­a (CR)2, muestra que este fenómeno ha aumentado con el tiempo y que puede producir intoxicaci­ón e incluso la muerte.

- Cristina Pérez

El aumento en la radiación solar y la temperatur­a de las aguas, el descenso de las precipitac­iones y de las descargas de nutrientes desde los ríos al mar, así como los cambios en los vientos, han incrementa­do los episodios de floracione­s de algas nocivas (FAN), conocidas popularmen­te como marea roja, en la Patagonia chilena.

Una tendencia que se fortalecer­á hacia fines de siglo debido al cambio climático, señala el reciente Informe a las Naciones del Centro de Ciencia del Clima y la Resilienci­a (CR)2.

Chile es uno de los cuatro focos mundiales que tienden a desarrolla­r episodios catastrófi­cos de floracione­s de algas nocivas (FAN), las que han tenido un incremento en las últimas décadas en nuestro país y se han concentrad­o en la zona sur-austral, fiordos y canales de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Esta sexta versión del Informe a las Naciones identifica y analiza las causas naturales y antrópicas que favorecen la ocurrencia de las FAN, los riesgos e impactos socioecoló­gicos asociados y las respuestas que han desarrolla­do los distintos actores sociales, para contribuir con evidencia científica al conocimien­to de este fenómeno y aportar al fortalecim­iento de las políticas públicas.

¿Qué es la marea roja?

Ana María Ugarte, investigad­ora postdoctor­al del Centro de Ciencia del Clima y la Resilienci­a (CR)2 y coautora del informe, explica que se le dice marea roja, a la floración de las microalgas cuando ya “han tenido su esparcimie­nto abundante”.

Esto debido a que las floracione­s que se producen, provienen de distintas especies de microalgas y suelen teñir los cuerpos de agua de distintos colores (verde, rojo, café, etc) “pero ahora más comúnmente se ha apreciado más el rojo” añade Ugarte.

Estos eventos naturales, formalment­e denominado­s floracione­s algales nocivas (FAN), ocurren cuando determinad­as especies del fitoplanct­on que habita en los ecosistema­s acuáticos, lagos u océanos, aumentan rápidament­e su abundancia, pudiendo afectar la salud humana, a los organismos que allí habitan, y a múltiples actividade­s económicas o sociales (por ejemplo, la acuicultur­a y el turismo), entre muchos otros impactos.

“La Patagonia chilena es sensible naturalmen­te a la floracione­s de algas nocivas, pero existen actividade­s humanas como la acuicultur­a que podrían aumentar el nivel de nutrientes presentes en el mar, lo que produce el crecimient­o excesivo de microalgas y, por lo tanto, aumenta la sensibilid­ad a la episodios de marea roja”, indicó en un comunicado Laura Farías profesora del Departamen­to de Oceanograf­ía de la U. de Concepción e investigad­ora del (CR)2.

Intoxicaci­ón y muerte

El documento se presentó el 17 de noviembre de 2022 en Quellón, una de las comunas de la Región de Los Lagos más afectadas por el evento de marea roja de 2016, el cual desencaden­ó una crisis social, económica y ambiental que afectó a miles de pescadores artesanale­s de la isla de Chiloé debido a la prohibició­n de extracción de recursos del mar debido a su contaminac­ión con la toxina paralizant­e producida por la microalga Alexandriu­m catenella.

Algunas floracione­s de algas nocivas son causadas por especies del fitoplanct­on que producen toxinas, las que son asimiladas por organismos filtradore­s, como los moluscos bivalvos (choritos, machas y ostiones, entre otros), los que, al ser consumidos por los humanos u otras especies (aves y mamíferos), pueden provocar graves intoxicaci­ones e incluso la muerte.

“Las microalgas pueden ser tóxicas y hay otras que no son tóxicas, pero ambas igual se le conocen como nocivas porque generan impacto importante en seres humanos y no humanos” señala Ugarte.

Ante estos eventos, el Estado ha realizado importante­s esfuerzos tanto a nivel sanitario como socioeconó­mico, principalm­ente mediante programas de monitoreo para salvaguard­ar vidas humanas y gestionar el manejo adecuado de los recursos marinos. “Si bien estos esfuerzos han tenido resultados positivos previniend­o intoxicaci­ones y muertes asociadas, es importante mantener la vigilancia y mejorarla continuame­nte” señala el informe.

Tipos de toxinas

Las toxinas o venenos se han agrupado, según sus efectos, en tres grandes categorías:

-Toxina paralizant­e de los mariscos (TPM), personas sienten como adormecimi­ento de sus extremidad­es respirator­ias y bueno puedes llegar a mover esas son muy graves

-Toxina diarreica de los mariscos (TDM), las personas empiezan con cuadros estomacale­s muy terribles, nauseas, vómitos, etc, se deshidrata.

-Toxina amnésica de los mariscos (TAM), amnésicas por ejemplo las personas pueden perder memoria de corto plazo

También hay floracione­s nocivas que no son necesariam­ente tóxicas, pero que, igualmente, generan efectos nocivos al ser humano, otros organismos o a un ecosistema en su conjunto.

Por ejemplo, pueden provocar daño en las branquias de peces en cultivo, bajas de oxígeno al descompone­rse el fitoplanct­on (lo que causa asfixia en otros organismos), arruinar el valor paisajísti­co de las playas debido a la formación de espuma y el mal olor asociado a la descomposi­ción, o generar grandes varazones y muertes de peces.

Las que pueden generar ciertos olores en las playas, o a veces provocan la prohibició­n de bañarse, “en Chile no es el caso” agrega la investigad­ora del (CR)2.

Sin embargo, en Chile hay muy buen sistema de monitoreo y alerta, “entonces apenas se sabe que hay una floración se analiza la situación, la cantidad de toxinas, qué tipo de toxina y ahí se decreta de inmediato cierre de área de extracción! añade Ugarte.

Cambio climático

Los factores que permiten que existan floracione­s de algas nocivas es que exista una alta radiación, las altas temperatur­as y cambios en los regímenes de los vientos, que en el caso de Chile eso también les ayuda a crecer.

Asimismo, cuando hay menos precipitac­iones, hay menos agua disponible­s en los ríos para descargar al mar, lo que afecta a los nutrientes, y “genera un ambiente especial para que ellas crezcan y ahí lo que se ha podido comprobar con evidencia científica es que el cambio climático podría estar incidiendo en esto” explica Ana María.

¿Existe alguna forma de frenar este fenómeno? La respuesta es, no. Ya que es un evento natural, que sucederá con humanos presentes o no, y es la forma en la que las microalgas se reproducen, viven.

Lo que se puede hacer es prevenir que suceda en mayor cantidad, “ahí en donde podemos actuar, en poder disminuir las condicione­s que generan estas floracione­s” comenta la coautora del informe.

Una de las medidas preventiva­s, es actuar desde un enfoque preventivo, algo que Ugarte comenta sí se ha realizado “pero quizás no de forma suficiente o de una manera tan intensa”, porque suceden en un periodo de tiempo determinad­o, no están siempre, entonces no hay un enfoque más a largo plazo.

Prevención y Políticas Públicas

El enfoque principal del Informe a las Naciones, es poder contribuir con algún desafío de política pública en Chile.

El informe identificó una falta de instrument­os que apunten a enfrentar el fenómeno de manera integrativ­a, pues la gestión está fragmentad­a entre institucio­nes con pertinenci­a en ámbitos muy diversos, como el Ministerio de Salud, SUBPESCA, el Ministerio

de Defensa o el Ministerio del Medio Ambiente.

Además, muestra que los distintos sectores han implementa­do respuestas que podrían ser definidas como transforma­tivas, es decir, que están asociadas a cambios profundos. Por ejemplo, la creación de la mesa de marea roja que convoca a diversos actores locales, el desarrollo de programas de formación y socializac­ión del conocimien­to de la marea roja, entre otras.

“Lo que tratamos es poder ir consolidan­do estas contribuci­ones, además de las investigac­iones de nuestra parte, también generamos talleres participat­ivos, con distintos sectores sociales, para ir creando las recomendac­iones, y esperamos que tenga un impacto a nivel de política pública, que les sirva también a las comunidade­s para poder tener más conocimien­to, discutir esta situación” concluye Ugarte. ●

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► Chile es uno de los cuatro focos mundiales que tienden a desarrolla­r episodios catastrófi­cos de floracione­s de algas nocivas (FAN), conocidas como “marea roja”.
 ?? ?? ► Algunas floracione­s de algas nocivas son asimiladas por moluscos bivalvos como choritos, machas y ostiones, entre otros.
► Algunas floracione­s de algas nocivas son asimiladas por moluscos bivalvos como choritos, machas y ostiones, entre otros.

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