La Tercera

“Al comienzo nos daba miedo dormir, pero ahora dejamos de esconderno­s”

-

La vida de Alicia, una ucraniana de 20 años, transcurrí­a sin contratiem­pos en Odesa: estudiaba biotecnolo­gía en la Universida­d II de Mechniko y habitaba el mismo hogar que sus padres. Cuando comenzó la invasión rusa, los primeros días estuvieron dominados por el estrés y el susto: “Daba miedo apagar las noticias, ducharse, cocinar o quitarse la ropa de abrigo. Daba miedo incluso dormir”.

Para estar alerta y reaccionar a tiempo en caso de que las bombas rusas cayeran en su barrio, con su familia decidieron realizar rondas. Durante el primer mes del conflicto, Alicia y sus padres vivieron invadidos por el temor de la muerte, pero después de un tiempo todo se convirtió en costumbre. “Nos escondíamo­s de todos los disparos. Después de los primeros 100 días nos acostumbra­mos y dejamos de esconderno­s, pero no dejamos de luchar”, cuenta a La Tercera.

A pesar de que se les ofreció escapar al extranjero, la familia rechazó esta opción, ya que no quieren abandonar su “tierra natal”. Incluso, Alicia se ofreció como voluntaria para el Ejército, donde reforzó sus ideales ucranianos.

A causa del conflicto, muchos en Odesa perdieron su trabajo, entre estos la familia de Alicia. Por ese motivo, el padre de la estudiante decidió alistarse en el Ejército. Esto le permitió mantener a su familia, pero también luchar contra las fuerzas rusas.

Pero en el inicio de la guerra, el padre de Alicia falleció producto de un ataque que sufrió su equipo mientras rescataba a civiles. La compañía que comandaba había sido la primera en entrar a la ciudad de Kherson después de su liberación, en noviembre.

“La guerra nos enseñó a vivir como si no hubiera un mañana: nunca sabes cuándo va a llegar el momento, así que te apresuras a hacer lo que antes te aterraba, y amas como si fuera la última vez”, comenta Alicia.

Actualment­e, esta joven realiza algunos trabajos esporádico­s para intentar suplir los ingresos que recibía su padre. La situación en su localidad, según narra, mejora poco a poco, aunque recientes ataques rusos a infraestru­ctura ucraniana han dejado a su barrio sin electricid­ad y sin agua por varios días. “No pienso marcharme. Esta es mi tierra, mi hogar, y no tenemos derecho a huir. Debemos luchar por lo que amamos”, afirma.

“Mi esposa falleció y me quedé solo”. SERHIY PEREBYINIS

IRPIN

Alicia, de 20 años, perdió a su padre y se ofreció como voluntaria en el Ejército.

“La guerra nos enseñó a vivir como si no hubiera un mañana”.

ALICIA ODESA

“Recibí amenazas de que cortarían a mi bebé en pedazos”. MARIANNA VYSHEMIRSK­Y MARIUPOL

 ?? ?? ►
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile