“Hola, hija, estamos en guerra”: una ucraniana atrapada en Suecia
Olga Nikolchuk, de 24 años, se había licenciado como fisioterapeuta y trabajaba a tiempo parcial en un call center en Ucrania. El 19 de febrero de 2022, cinco días antes del inicio de la invasión rusa, viajó a Suecia para visitar a su novio, que en ese momento se encontraba en Estocolmo.
Esta joven tiene fresca la memoria del día en que su situación cambió de manera dramática: el 24 de febrero recibió un mensaje de su madre que la dejó casi sin respiración. “Recuerdo que me desperté para ir a trabajar, a las cinco de la mañana, y vi aquel mensaje de mi madre que decía: ‘Hola, hija, estamos en guerra’”.
Olga se vio entonces atrapada en el país, separada de su familia e imposibilitada de volver a Ucrania. A pesar de que tiempo después Suecia le otorgó el status de “refugiada”, la nación nórdica es un territorio desconocido para ella y cuenta que le ha sido difícil adaptarse en su nuevo “hogar temporal”.
Con el transcurso de los meses, Olga conoció a otros ucranianos en una situación similar a la de ella: “Muchos de los que conocí aquí son personas de las regiones orientales del país que lo han perdido todo, su casa o su departamento, o incluso a miembros de su familia”.
En los últimos meses, Olga ha intentado que su familia viaje a Suecia, pero ha sido imposible: tanto su padre como su abuelo están imposibilitados de abandonar el territorio ucraniano porque la ley los obliga a cumplir funciones marciales, mientras que su madre trabaja como médico. “Sigo esperando, esperando la victoria, esperando mi regreso a casa, y quizá entonces empiece a vivir de nuevo”, dice optimista.