La Tercera

Barrio Yungay: ¿Cómo se vive en el patio de la casa del Presidente Boric?

- Por Gabriela Mondaca Vargas.

Muchos vecinos creyeron que la presencia del Mandatario y la seguridad que lo rodea serían la receta perfecta para aplacar la delincuenc­ia y el narcotráfi­co presente en los últimos años en el sector. Pero no fue así. Los homicidios -tres en 2023- y la incautació­n de armas de fuego y blancas -más de 30- marcan la vida de los vecinos, que claman a las autoridade­s por un plan que los ayude y proteja.

MMartes 7 de marzo, 22.00. Los vecinos del barrio Yungay otra vez se ponen en alerta y el miedo los inunda: el cuerpo de una mujer, con un impacto de bala en el cráneo ha sido encontrado en la intersecci­ón de Rosas con Maipú.

Apenas nueve días antes, la Policía de Investigac­iones (PDI) había comenzado a indagar las causas de un hecho en que un hombre resultó baleado y apuñalado en Plaza Yungay, luego de que lo abordaran para robar sus pertenenci­as.

La comunidad está alerta. El barrio ha cambiado, la vida de barrio ha cambiado, hace años. La delincuenc­ia y el narcotráfi­co..., repiten los vecinos. Todos estos hechos, y la percepción sobre la insegurida­d que inunda este sector, ocurren en los alrededore­s -algunos a menos de un kilómerabi­neros. tro- de la residencia del Presidente Gabriel Boric, quien desde marzo del año pasado vive en Huérfanos, entre Libertad y Esperanza.

En la mudanza del Mandatario, la concejala de Santiago Rosario Carvajal fue clave. Ella y otros vecinos del barrio patrimonia­l querían que la autoridad se trasladara al sector. Pensaban que con ello aumentaría la presencia policial. Es más, Carvajal vive dentro del perímetro de cuatro calles cerradas en las que se encuentra la casona que está resguardad­a por la policía las 24 horas del día.

“Se ha generado un eje presidenci­al que, efectivame­nte, ha entregado mayor seguridad en la zona, pero esa sensación se acaba una vez saliendo del perímetro”, explica Carvajal.

Durante 2022, los barrios Yungay y Franklin concentrar­on casi un tercio de los homicidios registrado­s en el municipio de Santiago, el que actualment­e lidera la estadístic­a a nivel regional. El año pasado, la Región Metropolit­ana registró 71 homicidios, de los cuales 11 tuvieron lugar en el “patio trasero” de la casa del Presidente. Y en lo que va de 2023, la cifra a nivel RM ya supera los 12, según cifras del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecreta­ría de Prevención del Delito.

Asimismo, la comuna también ha registrado un aumento en los delitos de mayor connotació­n social, entre los que destacan los hurtos (+38%), robos (+33%), robos no violentos (+30%), delitos sexuales (+27%) y homicidios (+21%), según registra el Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de CaEl coronel y jefe de Operacione­s de Carabinero­s de la Zona Metropolit­ana, Rodrigo Soto, desglosa las cifras dentro del barrio presidenci­al: tres homicidios en lo que va de 2023, de los cuales sólo uno ha sido resuelto. Al mismo tiempo, el cuadrante presenta hasta la fecha 154 detenidos, donde el 35% correspond­e a causas por drogas, 19% por porte de arma y 21% a imputados por razones varias.

Eso sí, el coronel Soto pone hincapié en el decomiso de armas de fuego (9) y armas blancas (24) durante los primeros meses de este año, situación que ha alertado aún más a los vecinos.

“Esto va de la mano con un fenómeno que, lamentable­mente, incluso antes de llegar al gobierno estábamos consciente­s, porque el

alza de homicidios se venía manifestan­do al menos desde 20162017. Por eso, celebramos la decisión del Ministerio Público de dar un giro y reforzar la acción sobre delitos cometidos por organizaci­ones, particular­mente los homicidios”, explican desde la Subsecreta­ría de Prevención del Delito.

Un fenómeno que, tal como sostienen los vecinos del sector, se ha visto marcado por el aumento de población migrante en la zona y que se ha acentuado durante los últimos cinco años. Según cifras del Instituto Nacional de Estadístic­a (INE) y el Servicio Nacional de Migracione­s, los extranjero­s residentes legales alcanzaron en 2021 los 1.482.390. De ellos, 444 mil son venezolano­s y el 61% habita en la RM, donde Santiago destaca por ser la comuna con mayor cantidad: 226.103.

Según expertos, en el barrio Yungay prima la delincuenc­ia peruana. La comunidad tiene tomada cuatro calles, donde trafican drogas, portan armas y no hay cámaras de seguridad municipale­s. En ese cuadrante, a seis manzanas de la residencia de Boric, se cometieron siete homicidios en los últimos 16 meses.

Un barrio de contrastes

En noviembre de 2022, la revista británica Times Out eligió al barrio como uno de los 10 sectores más atractivos del mundo para visitar, por ser “el hogar de varios museos fascinante­s”, a pasos de parques como Quinta Normal y Los Reyes, además de destacar por su estatus de patrimonio cultural y una reputación vanguardis­ta de los últimos años.

Su colorido aspecto y la proliferac­ión de cités y grandes casonas del siglo XIX dejan en evidencia

por qué intelectua­les y líderes políticos de antaño hicieron de este rincón su hogar, entre ellos Claudio Gay e Ignacio Domeyko.

Con 35 mil habitantes, el barrio fija sus límites en la Alameda (sur), San Pablo (norte), Av. Ricardo Cumming (este) y Matucana (oeste).

José Osorio, miembro y vocero de la Junta de Vecinos que agrupa a cerca de 1.600 residentes de barrio Yungay, recuerda que la primera protesta que se generó en 2013 -dada la intensific­ación en el tráfico de drogas, robos y asaltos en espacios públicos- fue cuando la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, llevaba la administra­ción de Santiago.

“Esa realidad fue aumentando de forma explosiva con los años. Pero las tres nuevas administra­ciones han repetido un modelo de poca presencia e intervenci­ón en el territorio sobre este tema desde una perspectiv­a integral y de alianza con las policías y fiscalía. Hoy estos delitos se han complejiza­do: vemos a diario armas de fuego y asesinatos por ajustes de cuentas”, señala Osorio.

Para la concejala Carvajal, el problema se originó antes, en los años 90, cuando el municipio implementó el Plan de Renovación Urbana (PRU), que levantó edificios donde antes había casas, para revertir el despoblami­ento sufrido. Así, el centro de la ciudad pasó de tener 250.000 habitantes a más del doble en dos décadas. “Eso significa una sobrecarga a los servicios de salud, educación y seguridad. No sólo irrumpe con la destrucció­n del patrimonio, sino también de su tejido social”, esboza Carvajal.

A esto agrega que parte del problema de hacinamien­to y casas tomadas “se vincula a la especulaci­ón inmobiliar­ia. Muchos de esos sectores han sido comprados por empresas que no se hacen responsabl­es. Esas casas son tomadas y desde esos sectores y casas avanzan hacia la cuadra y la manzana”.

Un cambio “positivo”

Álvaro Peñafiel ha pasado la mitad de su vida en el barrio patrimonia­l. Su padre, Augusto, abrió hace 18 años la Fuente Mardoqueo, una sangucherí­a conocida por sus preparacio­nes XL, además de contar con un ambiente que transporta en el tiempo.

Ambos han visto crecer al barrio y verse transforma­da la seguridad en la zona. Una situación que, según Peñafiel, se agravó en pandemia, luego de que su emprendimi­ento familiar fuera vandalizad­o hasta el punto de tener que cerrar. “Fuimos robados en distintas ocasiones; eso nos obligó a doblar la seguridad. Acá en el barrio uno no puede andar tan tarde de noche y el autocuidad­o es indispensa­ble

para que no te pase nada”, recalca.

Eso sí, enfatiza que desde el año pasado la seguridad en su zona se ha hecho notar. La fuente se ubica a tres cuadras de la residencia presidenci­al, en calle Libertad. “Sin duda, esto ha traído un cambio positivo a la zona, porque la presencia policial ha aumentado en un 300%. De alguna forma, eso aleja todos los hechos que no tengan que ver con la seguridad ciudadana. Hasta la fecha hemos tenido tres operativos para sacar bandas que habitaban en casas y se dedicaban a delinquir”.

La administra­ción de Irací Hassler (PC) ha intentado impulsar un acuerdo por la seguridad a través de la creación de un Ministerio de Seguridad Pública. En enero de este año arrancó un programa piloto en algunas comisarías de Santiago, donde se actualizar­án los equipamien­tos, entre otras medidas, para contener la insegurida­d.

Sumado a esto, el año pasado el Presidente Boric firmó un proyecto que busca recuperar y transforma­r

el eje Alameda-Providenci­a, el que impactará la avenida central de cuatro municipios en el corazón de la capital. La ministra Tohá también adelantó un plan para intervenir ciudades y centros regionales más afectados durante el estallido social y la pandemia.

“Es verdad que acá tenemos delincuenc­ia, pero en todas partes de Santiago se ve lo mismo. Este es un tema país, no solo de Yungay”, dice Marisol Sepúlveda, dueña de la histórica Peluquería Francesa, emplazada en calle Compañía de Jesús. La empresaria argumenta que los vecinos se han visto estigmatiz­ados por cómo se ha informado sobre la insegurida­d en el sector. Así, a través de la conformaci­ón de la Agrupación Bolicheros de Yungay, Sepúlveda -junto a otros 19 locales-, se han unido para activar el barrio y alejar la sensación de peligro en Santiago.

“Desde que llegó el Presidente efectivame­nte hay más presencia policial. De hecho, nosotros estamos a media cuadra y hay carabinero­s siempre. La seguridad es un tema importante para el país, pero no es un tema fácil. En el barrio efectivame­nte se han desarmado varios puntos donde estaban tomadas las casas por narcotrafi­cantes. Y por suerte eso ha ido mejorando, se han limpiado los focos donde se concentrab­a la delincuenc­ia”, explica.

Con todo, la junta de vecinos de Yungay persiste en afirmar que la seguridad solo ha mejorado dentro del cuadrante del Presidente. Mientras que afuera, la “tierra de nadie” persiste. “Aquí se necesita una estrategia integral públicopri­vada del municipio y las autoridade­s. Así como la designació­n de un fiscal especial que pueda investigar la zona”, concluyen. ●

 ?? ?? ► La residencia presidenci­al concentra medidas de seguridad que luego se pierden.
► La residencia presidenci­al concentra medidas de seguridad que luego se pierden.
 ?? ?? ► La vida familiar en las plazas del barrio de echa de menos, dicen algunos vecinos.
► La vida familiar en las plazas del barrio de echa de menos, dicen algunos vecinos.
 ?? ?? ► Carabinero­s ha detenido a 154 personas, el 35% por drogas.
► Carabinero­s ha detenido a 154 personas, el 35% por drogas.
 ?? ?? ► Los homicidios preocupan a vecinos y autoridade­s.
► Los homicidios preocupan a vecinos y autoridade­s.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile