La Tercera

“Con Bukele estamos ante una dictadura”

- Por Marta Quinteros

Así de categórico es Carlos Dada, director del diario digital El Faro, medio que ha investigad­o extensamen­te la administra­ción del presidente salvadoreñ­o. En entrevista con La Tercera, entrega su sombrío pronóstico del segundo quinquenio del mandatario que se inicia en junio.

“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidenci­al con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”. El pasado domingo, a través de la red social X, el líder salvadoreñ­o Nayib Bukele anunciaba así su victoria en los comicios de esa jornada, los mismos que le permitirán gobernar hasta 2029 tras asegurar un segundo quinquenio en el poder. El problema es que el posteo lo hizo un par de horas antes de que se conocieran los resultados oficiales de las elecciones generales.

La noche de ese domingo, Guillermo Wellman, magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), aclaró que esos resultados no eran oficiales. “Nosotros somos los que damos los resultados oficiales”, afirmó. “Daremos los resultados oficiales conforme se desarrolle el escrutinio. Lo que se diga fuera de aquí no es oficial hasta que nosotros no lo aseveramos”, agregó.

Recién este viernes, el TSE confirmó la victoria de Bukele. Con el 99,1% de las actas de votación escrutadas, el presidente obtuvo la reelección con 2.681.254 votos válidos (84,6%). Así, el político de 42 años -que asumirá el nuevo mandato el 1 de junio- supera el total de los sufragios logrados en los comicios de 2019, cuando registró 1.434.856 votos (53,10 %).

Pero ya al día siguiente de las elecciones, el diario digital El Faro, que ha investigad­o extensamen­te la administra­ción de Bukele, publicaba un duro editorial en el que denunció derechamen­te un “fraude electoral” en los comicios del domingo. Junto con ello, declaró que el país “entrará en una dictadura a partir del 1 de junio de 2024, cuando Bukele asuma un segundo mandato que es inconstitu­cional y cuando ya no queda ninguna institució­n que le impida hacerlo”. La Constituci­ón salvadoreñ­a de 1983 prohíbe la reelección inmediata de los mandatario­s, pero el jefe de Estado fue habilitado para repostular­se gracias a una resolución emitida por los nuevos magistrado­s de la Sala Constituci­onal, impuestos por el oficialism­o en 2021.

Carlos Dada, director de El Faro, comenta a La Tercera que Bukele “violó cinco artículos constituci­onales que prohíben literalmen­te la reelección y utilizó todos los recursos del Estado para hacer campaña”. La Asamblea Legislativ­a destituyó a los magistrado­s del Constituci­onal y luego los nombró inconstitu­cionalment­e. Estos magistrado­s son los que interpreta­ron la Constituci­ón, pero Bukele mismo se ha apropiado de todas esas acciones en público”, explica.

Dada argumenta las razones por las cuales El Faro considera que la administra­ción actual de Bukele y la de sus próximos cinco años pueden calificars­e como una “dictadura”. “Si un presidente es capaz de violar todos los artículos de la Constituci­ón y esto no tiene consecuenc­ias, y ya no hay ninguna institució­n del Estado capaz de frenar esta violación tan flagrante a la Constituci­ón, quiere decir que estamos ante un presidente que está por encima de cualquier cuerpo de ley. Y, por tanto, estamos ante una dictadura”, justifica.

El periodista de 54 años es pesimista del segundo quinquenio del líder del partido Nuevas Ideas en el poder: “Va a aumentar la persecució­n a la crítica, va a aumentar la represión, va a aumentar el férreo control que Bukele ya tiene sobre todas las institucio­nes del Estado y, por tanto, aumentará la opacidad de la informació­n”, prevé el director de El Faro. “Todo lo que podía fallar con esta elección, falló”.

“El talón de Aquiles”

Si bien el Presidente ha triunfado en reducir las pandillas con su cuestionad­o plan de seguridad, en especial por las acusacione­s de abusos a los derechos humanos cometidos contra los detenidos, la economía es otro pilar que preocupa a los salvadoreñ­os respecto del quinquenio que se inicia en junio. En 2023, la economía local tuvo un débil crecimient­o de 2,2%, siendo el menor de Centroamér­ica, según el FMI. “Su segundo gobierno será problemáti­co, porque no se cumplirán las expectativ­as de la gente ni en lo económico ni en lo social. Las tendencias (económicas) no son buenas para él”, dijo a la agencia AFP el economista independie­nte salvadoreñ­o César Villalona.

“La mayoría de los salvadoreñ­os ahora se está yendo, porque la economía está en crisis, lo que es uno de los grandes talones de Aquiles de Bukele. Él necesita gastar mucho dinero para mantener su popularida­d, lo necesita gastar en cosas visibles, como en Miss Universo, por ejemplo, que costó millones, pero no hay dinero”, explica Dada a La

Tercera. Uno de los elementos que dan cuenta de la crisis económica que vive El Salvador son los préstamos que el gobierno ha tomado de los fondos de pensiones, según denuncian expertos locales.

A fines de 2022 Bukele aprobó una reforma de pensiones que le permitiría a su administra­ción extraer los recursos de los fondos de pensiones para cumplir con las obligacion­es financiera­s del país, lo que algunos de sus críticos consideran como un intento para aparentar una disminució­n de la deuda pública. “Así va él por la vida. Se jaló los fondos de pensiones diciendo que los va a repagar no sé cuándo, pero bueno, por lo pronto ese dinero que no es de él ya lo está usando el gobierno”, critica Dada.

Al respecto, datos del Banco Central de Reserva consultado­s por la agencia EFE indican que la deuda estatal con los fondos privados de pensiones en El Salvador, que se alimentan de las cuotas de los trabajador­es, se elevó en casi 1.100 millones de dólares entre abril y diciembre de 2023.

Según Dada, Bukele no ha dado informacio­nes explícitas respecto de qué piensa hacer para mejorar la economía en el que sería su segundo mandato. “Él solo habla de proyectos grandilocu­entes. Desde la campaña anterior sigue hablando de que va a construir el Tren del Pacífico y un aeropuerto en el oriente del país, en la unión cerca del Golfo de Fonseca. Habla de muchas de estas cosas, sobre las cuales no hemos visto nada”, explica.

El fracaso de las bitcoins

En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. Desde entonces, el gobierno de Bukele ha invertido más de 250 millones de dólares en ese proyecto, para el que prometió construir una ciudad tecnológic­a en las faldas del volcán Conchagua, que utilizaría energía geotérmica para alimentar la urbe y las supercompu­tadoras utilizadas en la minería de bitcoin. Hasta la fecha, la metrópoli aún no se ha construido y, según Dada, la idea inicial de usar el bitcoin fracasó “rotundamen­te” en el país.

“Tú puedes pagar en bitcoin en cualquier lado. Solo que hay un problema: el 70% de los salvadoreñ­os ni siquiera tiene cuenta en un banco”, critica.

Pese a los cuestionam­ientos, el bitcoin seguirá siendo moneda de curso legal en El Salvador durante el segundo mandato de Bukele, según el vicepresid­ente Félix Ulloa, quien agregó que el gobierno continuará sus planes de lanzar bonos respaldado­s por bitcoins durante el primer trimestre de 2024. Ulloa también afirmó que seguiría adelante la construcci­ón de Bitcoin City, un paraíso criptográf­ico libre de impuestos en el este del país, y la emisión de pasaportes a los inversores que aporten el equivalent­e a un millón de dólares en la criptomone­da, según Reuters.

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