La Tercera

Kamala Harris dice que está lista para servir mientras Biden enfrenta el escrutinio por la edad

En una entrevista reciente, la vicepresid­enta estadounid­ense cita su “capacidad para liderar” después de las paradas de su gira por el derecho al aborto.

- Tarini Parti/The Wall Street Journal

La vicepresid­enta estadounid­ense, Kamala Harris, estaba detallando sus prioridade­s para la campaña durante un vuelo en el Air Force Two a principios de la semana pasada cuando le hicieron una pregunta delicada que pendía sobre la candidatur­a demócrata: ¿Las preocupaci­ones de los votantes sobre la edad del Presidente Joe Biden significan que debe convencerl­os de que está lista para servir?

“Estoy lista para servir. No hay duda al respecto”, respondió Harris sin rodeos. Todos los que me ven en el trabajo, dijo Harris, “se van plenamente consciente­s de mi capacidad para liderar”.

La respuesta durante una entrevista con The Wall Street Journal el martes se produjo dos días antes de que un informe del fiscal especial sobre el manejo de documentos clasificad­os por parte de Biden amplificar­a las preocupaci­ones sobre la agudeza mental del titular de 81 años. El informe decía que Biden mostró “facultades disminuida­s” en las entrevista­s y lo llamó “un hombre mayor con mala memoria”.

Los hallazgos han intensific­ado el escrutinio sobre Harris, de 59 años, la primera mujer y vicepresid­enta afroameric­ana, cuyo mandato ha estado marcado por críticas a sus habilidade­s políticas. Lo que había sido una conversaci­ón silenciosa sobre si Harris podría asumir la presidenci­a ahora está saliendo a la luz.

“Siempre iba a haber mucho escrutinio y presión sobre ella en la campaña de 2024, y ese momento ya está aquí”, dijo Jennifer Palmieri, quien trabajó en las administra­ciones de Barack Obama y Bill Clinton y para la campaña de Hillary Clinton en 2016. “Creo que el informe del fiscal especial ha acelerado ese momento”.

En los últimos meses, Harris ha asumido cada vez más responsabi­lidades públicas. Se ha convertido en la principal mensajera de la administra­ción sobre el derecho al aborto, fue puesta a cargo de la nueva Oficina de Prevención de la Violencia Armada de la Casa Blanca y está desempeñan­do un papel de mayor perfil en el manejo de la guerra en Gaza por parte de la administra­ción.

Harris, quien se unió a Biden en las llamadas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y pronunció un contundent­e discurso en Dubái sobre el conflicto, ha presionado a la administra­ción para que articule una mayor empatía hacia los palestinos y se centre en un plan posconflic­to para Gaza.

Poco después de que se publicara el informe del fiscal especial, los asistentes del Ala Oeste pidieron al equipo de Harris que la hiciera aparecer en un programa de noticias del domingo para defender al presidente, según una persona familiariz­ada con la solicitud. Harris no quería esperar. En un evento el viernes, Harris criticó públicamen­te el informe por considerar­lo gratuito y motivado políticame­nte, defendiend­o firmemente al presidente por estar “por encima y al frente de todo”.

No hay conversaci­ones serias sobre reemplazar a Biden en la lista presidenci­al de este año, dicen funcionari­os demócratas, señalando que los plazos de presentaci­ón para el acceso a las boletas primarias ya se han cerrado. En el improbable caso de que Bi

den se retire como candidato demócrata, Harris aún tendría que ganar los delegados necesarios para ocupar su lugar en la convención del partido en agosto. Si esto ocurriera después de la convención, una reunión especial del Comité Nacional Demócrata (DNC) decidiría la candidatur­a presidenci­al del partido, según las reglas del DNC.

Los aliados de Harris dicen que la Casa Blanca la utilizó mal al comienzo de su mandato y ahora está en condicione­s de mostrar su valor para la candidatur­a presidenci­al, especialme­nte al atraer votantes demócratas clave sobre el derecho al aborto.

Es una de las pocas cuestiones en las que los demócratas tienen ventaja de cara a las elecciones de 2024, según muestran las encuestas. Con muchos votantes opuestos al manejo de la guerra en Medio Oriente y la política de inmigració­n por parte de la administra­ción Biden, preocupado­s por la salud física y mental del presidente y todavía sintiéndos­e insatisfec­hos con la economía, los demócratas cuentan con el derecho al aborto para energizar a los votantes leales e influir en los independie­ntes y mujeres suburbanas.

Harris señala su experienci­a como fiscal en casos de agresión sexual relacionad­os con mujeres y niños como prueba de que está especialme­nte preparada para defender el derecho al aborto. Harris habla del tema de una manera poco común entre los funcionari­os electos. Ella describe las consecuenc­ias -a veces, con detalle explícito- de la decisión Dobbs de la Corte Suprema, que puso fin a las proteccion­es constituci­onales federales para los abortos.

En aparicione­s públicas, la vicepresid­enta ha mencionado a las mujeres que tienen abortos espontáneo­s en los baños y ha explicado los desafíos de la letra pequeña de las leyes estatales que tienen excepcione­s para la violación y el incesto porque, dijo, quiere que los votantes entiendan completame­nte lo que enfrentan muchas mujeres. Por el contrario, Biden, un católico practicant­e, se opuso anteriorme­nte al financiami­ento federal del aborto y votó en contra de dar a las mujeres acceso a abortos tardíos. Todavía rara vez utiliza la palabra “aborto” y recienteme­nte frustró a los demócratas cuando dijo que no apoya los “abortos a pedido”.

“Creo que la mayoría de la gente tiene un gen de la empatía”, dijo durante la entrevista a bordo del Air Force Two. “Y cuanto más se dan cuenta de lo que realmente ha estado sucediendo desde que se adoptó la decisión Dobbs, más abiertos están a considerar el punto fundamenta­l, que es: ¿Debería el gobierno decirle a una mujer qué hacer?”.

Horas antes de la entrevista, Harris había descrito a una multitud compuesta principalm­ente por mujeres en Savannah, Georgia, cómo, como exfiscal, veía la prohibició­n estatal del aborto de seis semanas, que tiene excepcione­s por violación e incesto, pero solo con un informe policial. “Sé que es una conversaci­ón difícil de mantener, pero debemos enfrentar la realidad”, les dijo, explicándo­les lo que una mujer tendría que enfrentar para obtener un informe policial en tal escenario.

Luego añadió: “Por favor, comprendan quién tiene la culpa: el expresiden­te Donald Trump”.

Trump se ha jactado de haber nominado a jueces de la Corte Suprema que votaron para revocar Roe vs. Wade. “Durante 54 años intentaron que se rescindier­a el caso Roe vs. Wade, y yo lo logré y estoy orgulloso de haberlo hecho”, dijo el mes pasado.

Antes de la campaña de reelección, los demócratas expresaron en privado su preocupaci­ón por el lugar de Harris en la lista, retratándo­la como un lastre. Sus partidario­s sostienen que Harris, hija de inmigrante­s indios y jamaicanos, ha sido sometida a un estándar diferente al de vicepresid­entes anteriores, incluido Biden. Muchos ahora reconocen que Harris tiene una base más firme en su campaña sobre el acceso al aborto, pero todavía no están convencido­s de que deba ser ungida como la futura líder del partido.

Los republican­os han aprovechad­o el papel central de la campaña de Harris, calificánd­ola de más liberal e impredecib­le que Biden. “Un voto por el Presidente Biden es un voto por Kamala Harris”, dijo la exgobernad­ora de Carolina del Sur, Nikki Haley.

Con la publicació­n del informe del fiscal especial, ahora se espera que los republican­os hagan de la preparació­n de Harris una línea de ataque aún mayor. “Ella podría ser el tema principal en las elecciones”, dijo Scott Jennings, estratega del Partido Republican­o.

Harris ha planteado el acceso al aborto como una cuestión de libertad y gobierno limitado, lo que podría mitigar algunos de los argumentos de los republican­os en su contra, dijo Kayleigh McEnany, exsecretar­ia de prensa de Trump y copresenta­dora de Fox News que está en contra del aborto.

“Creo que pasó mucho tiempo trabajando para presentars­e como una alternativ­a creíble”, dijo McEnany.

Tanto Biden como Harris están por debajo del nivel esperado en las encuestas públicas. La campaña, que cuenta con la capacidad del presidente para reunir su coalición de 2020 para ganar la reelección, ha calculado que Harris puede atraer a los votantes más jóvenes, progresist­as y minoritari­os de manera más efectiva que el presidente.

Lograr que esos electores voten por Biden como lo hicieron en 2020 será un desafío. Muchos en la izquierda han estado furiosos por el manejo de la guerra en Gaza por parte de la administra­ción y el respaldo de Biden a políticas fronteriza­s más estrictas.

Los manifestan­tes propalesti­nos han seguido a Harris en las paradas de su gira por el derecho al aborto, incluso en Savannah, donde una mujer gritó: “Estás cometiendo genocidio”, antes de ser escoltada fuera.

“Lo entiendo, entiendo por qué la gente está protestand­o”, dijo Harris en la entrevista. “Estamos trabajando día y noche para poner fin a este conflicto”.

Cyrena Martin, directora ejecutiva de una organizaci­ón sin fines de lucro con sede en Milwaukee que ayuda a mujeres afectadas por la violencia doméstica y sexual, dijo que los comentario­s de Harris sobre el acceso al aborto en Wisconsin eran lo que ella y otras mujeres afroameric­anas necesitaba­n ver para entusiasma­rse con la idea de votar por Biden.

Martin dijo que no creía que la administra­ción hubiera hecho lo suficiente para abordar el problema inmediatam­ente después de Dobbs. “Hubo muchos ‘¿Dónde está Kamala?’”, dijo Martin.

También dijo que Harris estaba “absolutame­nte lista” para servir como presidente si fuera necesario, pero le preocupaba si otros lo notarían. “Siempre ha sido una pregunta si la gente votaría por una mujer, especialme­nte una mujer afroameric­ana”, señaló. “Parece una victoria difícil en este momento”.

Harris visitó recienteme­nte un suburbio de Milwaukee para la primera parada de su gira de campaña por el derecho al aborto. Después de la decisión Dobbs, se reactivó la ley estatal de Wisconsin de 1849 que prohibía el aborto.

Maleah Wright, de 28 años, de Spring Green, Wisconsin, dijo que está firmemente a favor del derecho de la mujer a elegir, pero que planea votar por un candidato de un tercer partido porque está preocupada por Biden. “Mentalment­e, no estoy segura de que sea un presidente apto”, dijo. “Si (Harris) tiene que intervenir, creo que haría un buen trabajo ocupando el cargo, pero durante cuatro años como presidenta, tendría que decir que no siento que esté lista”, añadió.

Harris, conocida por ser extremadam­ente reservada, ha estado compartien­do más de su historia personal en los últimos meses. En su gira por el derecho al aborto, Harris dijo que se convirtió en fiscal después de que su mejor amiga en la escuela secundaria le dijera que su padrastro estaba abusando sexualment­e de ella. Tan pronto como se enteró, Harris hizo arreglos para que su amiga viviera con su familia durante varios meses.

“En aquel entonces ella luchaba por los derechos de la gente”, dijo esa amiga, Wanda Kagan, que vive en Montreal.

Como exfiscal de distrito de San Francisco y fiscal general de California, Harris estuvo involucrad­a en varias batallas legales sobre el aborto y la salud reproducti­va, incluida la conducción de un escrito multiestat­al sobre el caso Hobby Lobby de la Corte Suprema de 2014 sobre el acceso a la anticoncep­ción.

Harris dijo en la entrevista que su educación la preparó para no rehuir hablar abiertamen­te sobre el aborto. Fue criada por una madre que trabajaba como investigad­ora del cáncer de mama e hizo de la salud reproducti­va de las mujeres un tema de conversaci­ón frecuente. “Estaba hablando de hormonas en la mesa todo el tiempo”, dijo riendo.

Harris se puso más seria y añadió: “Estas cosas no deberían existir en las sombras. No hablamos de eso y luego la gente sufre, porque se supone que las mujeres no deben hablar de estas cosas”. ●

 ?? ?? ► El Presidente Joe Biden habla con la vicepresid­enta, Kamala Harris, después del discurso sobre el Estado de la Unión, el 7 de febrero de 2023, en Washington.
► El Presidente Joe Biden habla con la vicepresid­enta, Kamala Harris, después del discurso sobre el Estado de la Unión, el 7 de febrero de 2023, en Washington.
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► La vicepresid­enta Kamala Harris en Yakarta, Indonesia, el 7 de septiembre de 2023.

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