FOOTLOOSE: 40 AÑOS DEL ÉXITO DE BAILE Y REBELDÍA QUE NADIE ESPERÓ
Ren McCormack ha llegado para alborotar Bomont. Oriundo de Chicago, el joven no encaja en las rígidas formas que se han impuesto en un pueblo dominado por los tractores y la religión. No ha tardado en enamorarse de Ariel, la rebelde hija del reverendo que se ha encargado de prohibir el baile, el rock and roll y cualquier actividad que pueda estimular las bajas pasiones. Él, siguiendo su propio impulso, no se intimida ante ese conservadurismo ni ante el hecho de que la joven tenga novio.
Sin embargo, el protagonista de Footloose (1984) tampoco es de piedra y usa el baile como una vía para descargar sus emociones. Tras recibir las críticas de su tío en torno a su polémico comportamiento, toma el auto y, cerveza en mano, conduce hasta un almacén abandonado en que se empieza a mover mientras suena Never, de los australianos Moving Pictures. También se sacude enérgicamente en la pista en el final de la película, cuando junto a sus amigos logran realizar el baile que las autoridades de Bomont les han negado.
Casi cuatro décadas después del estreno de la cinta (hoy de aniversario), Kevin Bacon volvió a ensayar los pasos de Ren McCormack. Esta vez fue para celebrar el fin de la huelga de los actores, en noviembre pasado, oportunidad que aprovechó para subir un video a TikTok sacudiéndose al ritmo de Footloose, de Kenny Loggins. Un año antes, también en esa red social, el intérprete se unió a su esposa, Kyra Sedgwick, para practicar un challenge inspirado en el largometraje dirigido por Herbert Ross.
Bacon tenía 25 años cuando se estrenó el filme que cambió su carrera y lo consolidó como un rompecorazones de los 80. Como suele ocurrir con los éxitos que conquistan a un público juvenil, la película le reportó una fama que sobrepasó cualquier cálculo.
“Cuando me convertí en una estrella pop, lo último que quería ser era una estrella pop (…) Todo aquello con lo que había soñado me provocó una enorme cantidad de dudas y ansiedad”, reconoció en 2023 al podcast Podcrushed, confesando que, hasta antes de Footloose, anhelaba trabajar con cineastas de la talla de Martin Scorsese y seguir los pasos de figuras como Dustin Hoffman, Meryl Streep, John Cazale y Robert De Niro.
Sin tener una formación como bailarían, entendió el filme de 1984 como una película a secas, no como una película con baile, pero su impacto en el mundo gatilló un encasillamiento que iba en contra de sus aspiraciones. Ya maduro, sus últimos guiños a la cinta sugieren que, con el paso de los años, ha saldado las cuentas con esa etapa de su vida.
Su coprotagonista, Lori Singer, ha recordado el rodaje de Footloose como “mágico”. Según su perspectiva, un motivo del éxito del largometraje fue que los actores compartían gran parte de los rasgos de sus papeles, incluyendo a Sarah Jessica Parker encarnando a la mejor amiga de Ariel y a Chris Penn asumiendo el rol del mejor amigo de Ren.
En su caso se sentía unida por la rebeldía que define a su personaje, así como por las circunstancias que la rodean. “Conocía el papel porque lo había vivido. Estuve un tiempo en Texas y, en mi opinión, fui sometida a algún tipo de opresión en ciertos aspectos. Siempre he sido algo temeraria, mucho más que mis amigos”, detalló a Forbes hace unos días.
En 2011, en medio de la suspicacia generalizada, llegó a los cines un remake de Footloose liderado por los bailarines Kenny Wormald y Julianne Hough. Para sorpresa de nadie, no funcionó en ningún plano. Ahora, ¿podría tener mejor suerte una continuación del filme original? Kevin Bacon al menos no está interesado en esa idea. “Nunca digas nunca, (pero) creo que sería un desastre”, expresó esta semana. Mejor no dañar los buenos recuerdos de juventud. ●