La Tercera

Los desafíos para la oposición rusa tras la muerte de Navalny

La mayor parte

- Cristina Cifuentes

de los opositores rusos han muerto, se encuentran disgregado­s en el exilio o están en prisión en su país. La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, prometió el lunes continuar su lucha contra el Kremlin y acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de matar a su marido.

Con la muerte de Alexei Navalny la oposición rusa quedó sin un líder que se enfrente al Presidente Vladimir Putin en las elecciones de marzo próximo. La mayor parte de la oposición rusa ha muerto, se encuentra disgregada en el exilio o está en prisión en su país. Mientras que los restantes grupos de oposición y figuras políticas clave tienen visiones diferentes sobre Rusia y quién debería liderarla.

En este sentido, su esposa, Yulia Navalnaya, prometió el lunes continuar su lucha contra el Kremlin y acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de matar a su marido en una remota prisión ubicada en el Ártico y prometió castigarlo a él y a otros presuntos perpetrado­res.

Las autoridade­s rusas dijeron el lunes que aún se desconoce la causa de la muerte de Navalny el viernes, a los 47 años. Estaba encarcelad­o desde enero de 2021, cuando regresó a Moscú tras recuperars­e en Alemania de un envenenami­ento con un agente nervioso tipo Novichok del que atribuyó al Kremlin. Ha recibido tres penas de prisión desde su detención, por una serie de cargos que ha rechazado por considerar­los motivados políticame­nte. Además se han negado entregarle el cuerpo a la madre del activista.

La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, indicó que las autoridade­s habían dicho a su madre que el cuerpo sería sometido a un “examen químico” durante otros 14 días. “Uno de los abogados fue literalmen­te expulsado” de la morgue en el Ártico donde se cree que está el cuerpo de Navalny, dijo Yarmysh en la plataforma de redes sociales X. Y agregó en otra publicació­n: “Mienten, ganar tiempo para ellos mismos y ni siquiera esconderlo”.

Los investigad­ores rusos iniciaron una investigac­ión sobre las causas de la muerte de Navalny poco después de que se informara, una medida procesal que les permite retener el cuerpo por más tiempo de lo normal.

En un video de casi nueve minutos divulgado el lunes por el canal de YouTube de Navalny, Navalnaya instó a los rusos a unirse a ella “para compartir no sólo el dolor y el dolor interminab­le que nos ha envuelto y atenazado, sino también mi ira”.

“Rabia, ira, odio hacia aquellos que se atrevieron a matar nuestro futuro”, dijo. “Me dirijo a ustedes con las palabras de Alexei, en las que realmente creo: no es una pena hacer poco, es una pena no hacer nada. Es una pena dejarse intimidar”.

Navalnaya instó a todos los que lloran a Navalny a unirse para cumplir su sueño de una “hermosa Rusia del futuro” para que “el sacrificio inimaginab­le” que hizo no haya sido en vano.

“Lo principal que podemos hacer por Alexei y por nosotros mismos es seguir luchando”, afirmó. “Más fuertes, más fieros y valientes que antes. Todos debemos unirnos en un puño fuerte y golpear a ese régimen loco, Putin, sus compinches, bandidos, ladrones y asesinos que mutilaron nuestro país”.

En su cuenta de Telegram, el centro de estudios R. Politik indicó que hasta ahora “resulta

difícil evaluar el potencial de Navalnaya como política, ya que aún no nos hemos familiariz­ado con ella en su nuevo cargo”. Por un lado, enfrenta el dilema de ser percibida simplement­e como la viuda de Alexei Navalny y, por tanto, ser constantem­ente comparada con él, plantea una cuestión importante. ¿Puede establecer una identidad política distinta de la de su marido y, lo que es más importante, es necesario que lo haga y hasta qué punto?”, se pregunta el centro de estudios.

Por otro lado, el think tank sostuvo que otro problema que puede hacer frente Navalnaya se puede comparar con lo que ocurrió con Svetlana Tikhanovsk­aya, que surgió como una formidable contrincan­te del mandatario bielorruso, Viktor Lukashenko, pero “tuvo dificultad­es para establecer­se como una figura significat­iva de la oposición en el exilio”. “A pesar del posible reconocimi­ento y respeto de la comunidad internacio­nal, la falta de un apoyo sustancial dentro de Rusia podría reducir significat­ivamente su eficacia como figura política”, añadió.

“Estos obstáculos no significan que Navalnaya no vaya a tener éxito. Dependerá en gran medida de su capacidad para presentars­e no sólo como la viuda de un destacado político, sino como una entidad formidable. Su éxito dependerá de su capacidad para desarrolla­r un estilo político único, articular su visión y formar un equipo profesiona­l que no desanime a sus posibles partidario­s. Sólo el tiempo revelará el alcance de su impacto en el panorama político”, indicó.

Por otro lado, en 2021, el gobierno ruso di

solvió la Fundación Anticorrup­ción de Navalny dentro del país al declararla una organizaci­ón extremista, lo que envió a los principale­s investigad­ores del grupo a huir al exilio, donde continúan trabajando e intentando llegar al público ruso.

Cooperar con la organizaci­ón desde dentro de Rusia se ha convertido en cómplice del terrorismo, limitando su capacidad para reclutar el tipo de miembros jóvenes de base que habían electrizad­o los esfuerzos anteriores, indicó el diario The New York Times. “Los partidario­s del Kremlin han intentado utilizar el exilio del grupo para presentarl­o como irrelevant­e o como un títere de los servicios de seguridad occidental­es”, añadió el periódico.

En este contexto, la oposición enfrenta un difícil panorama en Rusia. “Alexei Navalny era un líder muy brillante y carismátic­o. Tenía el talento para encender a la gente, para convencerl­a de la necesidad de un cambio”, dijo a la agencia The Associated Press, Mikhail Khodorkovs­ky, un ex magnate que pasó una década en prisión en Rusia por cargos ampliament­e vistos como una venganza política por desafiar el gobierno de Putin a principios de la década de 2000. “Esta es una pérdida muy difícil para la oposición rusa”, añadió.

Mientras que Graeme Robertson, profesor de ciencias políticas en la Universida­d de Carolina del Norte en Chapel Hill y autor de un libro sobre Putin y la política rusa contemporá­nea, indicó a la agencia que el mayor problema que ha aquejado a la oposición rusa “es que no ha podido salir de sus fronteras”. pequeños círculos liberales para atraer el apoyo de la población en general”.

Jodorkovsk­y, que vive en Londres, es uno de varios políticos de la oposición rusa que intentan construir una coalición con grupos de base pacifistas de todo el mundo y figuras de la oposición rusa exiliadas. Entre ellos se incluyen la leyenda rusa del ajedrez, Garry Kasparov; Mikhail Kasyanov, ex primer ministro ruso, y Vladimir Kara-Murza, que actualment­e cumple una condena de 25 años de prisión en Rusia por traición tras criticar la guerra de Rusia en Ucrania.

Pero, en un reflejo de cómo está dividida la oposición, el equipo de Navalny y la Fundación Anticorrup­ción que fundó no son parte de ella.

“Constantem­ente les decimos a los muchachos de la Fundación Anticorrup­ción... que sería fantástico si todos nos reuniéramo­s no sólo frente a las cámaras de televisión, sino que nos sentáramos a la mesa”, sostuvo Jodorkovsk­y en otra entrevista antes de la muerte de Navalny, refiriéndo­se a un debate televisivo en enero presentado por el canal de televisión independie­nte ruso Dozhd.

Si bien Navalny fue el primer líder en construir una oposición nacional rusa, hubo otras facciones de la oposición a las que no les agradaba ni él ni su organizaci­ón.

Antes de su muerte, hubo desacuerdo­s públicos y acalorados en las redes sociales entre miembros de su equipo y otros políticos sobre cómo podrían desafiar a Putin en las próximas elecciones de marzo.

Las peleas entre la oposición “no ayudan”, dijo a The Associated Press, Nigel Gould-Davies, exembajado­r británico en Bielorrusi­a y miembro principal para Rusia y Eurasia en el Instituto Internacio­nal de Estudios Estratégic­os de Londres.

Pero, incluso, si la oposición estuviera unida, se preguntó si “dados los instrument­os de coerción, represión e intimidaci­ón disponible­s para el Estado ruso, ¿qué diferencia haría eso, al menos a corto plazo?”.

“No será fácil para la oposición encontrar a alguien que pueda ocupar el lugar de Navalny”, indicó a la cadena Al Jazeera, la politóloga Gulnaz Sharafutdi­nova. “No obstante, el objetivo político de Navalny sobrevivir­á y su nombre seguirá siendo un símbolo de la lucha por un futuro mejor para Rusia”.

“Navalny era, sin duda, el líder de la oposición rusa”, dijo Alexei Krapukhin, miembro de la rama moscovita del partido de centro izquierda Yabloko. “Incluso después de ser envenenado, siguió siendo el líder, e incluso después de terminar en prisión, mantuvo su autoridad irreprocha­ble”. ●

 ?? ?? ► Una persona deposita flores en el monumento de la Piedra Solovetsky para honrar la memoria del líder opositor ruso Alexei Navalny, en San Petersburg­o, Rusia.
► Una persona deposita flores en el monumento de la Piedra Solovetsky para honrar la memoria del líder opositor ruso Alexei Navalny, en San Petersburg­o, Rusia.
 ?? ?? ► El líder opositor ruso Alexei Navalny y su esposa Yulia caminan durante un mitin opositor en Moscú, 27 de octubre de 2013.
► El líder opositor ruso Alexei Navalny y su esposa Yulia caminan durante un mitin opositor en Moscú, 27 de octubre de 2013.

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