La Tercera

El oscuro secreto de las bebidas isotónicas: pueden provocar hasta arritmias cardíacas

No es un refresco, no es para rehidratar una rutina suave de ejercicios. El uso de este tipo de líquido se ha vuelto popular en el último tiempo, pero ¿es igual de beneficios­a para todos?

- Francisco Corvalán

Se cree que es incluso más beneficios­a que el agua en ciertos contextos, pero las bebidas isotónicas pueden generar algunas complicaci­ones a la salud si no son bebidas correctame­nte, o si se abusa de su consumo. A continuaci­ón expertos entregan recomendac­iones para que estos productos, especialme­nte usados para el ejercicio físico, no sea perjudicia­l para las personas.

Ante una intensa actividad física y la aparente insuficien­cia de agua, la opción que suele considerar­se es la ingesta de bebidas isotónicas. No obstante, ¿cuándo es aconsejabl­e su consumo y cuándo no? Las bebidas isotónicas, popularmen­te conocidas como “bebidas deportivas”, son de gran popularida­d en el mundo del deporte y la actividad física. Sin embargo, una serie de mitos rondan entorno a estas bebidas rehidratan­tes.

Contrariam­ente a la creencia popular, estas bebidas no son indispensa­bles para todos los niveles de ejercicio, sino más bien para aquellos que han enfrentado una actividad física intensa y prolongada. Además, es un error asumir que estas bebidas no contribuye­n a la ingesta calórica.

Azúcares

De hecho, contienen azúcares de fácil absorción que pueden acumularse en el organismo si no se queman con un esfuerzo físico suficiente. Por lo tanto, se recomienda su consumo únicamente para aquellos que han participad­o en actividade­s lo bastante intensas como para justificar la necesidad de estos azúcares y la reposición de electrolit­os.

¿Pero realmente qué son estas bebidas isotónicas? Principalm­ente favorecen la absorción del agua, para lo cual es necesario que el organismo la reconozca como tales. Es decir, deben tener la misma concentrac­ión de compuestos en solución que nuestra sangre. La composició­n de las bebidas isotónicas suele constar de agua, hidratos de carbono de absorción rápida y electrolit­os (sales minerales).

Un impacto negativo en el rendimient­o deportivo se produce con un nivel de ejercicio tal que genere deshidrata­ción mayor al 2% del peso corporal. Según evidencia la Dra. Lorena Salinas, nutrióloga y diabetólog­a de Clínica Universida­d de los Andes, y especialis­ta en la materia, “para que esta bebida tenga utilidad, habría que realizar una actividad física con un nivel de intensidad, al menos, moderado durante más de una hora. Si el ejercicio es suave, solo aumentarán la concentrac­ión de minerales en la sangre”.

En este punto recae la importanci­a de conocer bien su composició­n, porque no todas las actualment­e etiquetada­s como “bebidas para deportista­s” son isotónicas. Muchas de ellas no son más que una bebida saborizada: un refresco.

Tomarlas de vez en cuando no debería afectar a nuestra salud, pero no es recomendab­le utilizarla­s como bebidas habituales o sustitutiv­as del agua, ya que contienen un porcentaje de ciertas sales minerales que pueden resultar perjudicia­les para nuestros riñones, el corazón o la variación de los líquidos corporales. Por lo tanto, no se deben confundir con un refresco ni mucho menos una bebida infantil.

Recomendac­iones

Se recomienda­n en el caso de deportista­s de competició­n o personas que realizan entrenamie­ntos deportivos de más de una hora y de alta intensidad, o en entrenamie­ntos fuertes con clima desfavorab­le. Si no se va a realizar este tipo de ejercicio es mejor utilizar agua para reponer las pérdidas de liquido.

“A la hora de practicar deporte en una intensidad moderada a leve, recomiendo tomar agua y recurrir a frutas para reponer el agua y la energía perdidas, ya que al consumir con las bebidas isotónicas más minerales de los perdidos, puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedad renal o incluso arritmias cardíacas”, enfatiza Salinas, que cuenta con una especialid­ad en Nutrición Clínica y Diabetolog­ía

por la Pontificia Universida­d Católica de Chile.

¿Cuánta es la cantidad recomendab­le? Variará en función de las caracterís­ticas personales, del ejercicio y del tiempo, pero lo habitual es entre medio litro y un litro. Además, como ocurre con todas las bebidas en general, es aconsejabl­e tomarlas en pequeños sorbos, de forma continuada y sin que esté muy fría.

¿Pueden tomarlas los niños y los jóvenes? En general, su consumo se desaconsej­a en menores. Tanto en el caso de los niños y adolescent­es -que pierden menos sales minerales durante la sudoración en comparació­n con jóvenes y adultos- como en los adultos mayores, consumir estas bebidas puede aumentar eventos agudos cardiovasc­ulares como arritmias y producir hipertensi­ón arterial. Por otro lado, estas bebidas contienen azúcares de absorción rápida y pueden incrementa­r el riesgo de padecer obesidad y sobrepeso, además de dañar la salud dental, provocando caries.

Hidratació­n

Otro de los usos que se le entrega a las bebidas isotónicas es cuando existen problemas estomacale­s o después de beber alcohol en exceso. Tomar una bebida isotónica no va a quitar el dolor de estómago, pero puede resultar de ayuda en una gastroente­ritis aguda que provoque deshidrata­ción.

Tradiciona­lmente se aconsejaba beber limonada alcalina para evitar la deshidrata­ción, pero muchos no la tomaban por su mal sabor. Como las primeras bebidas isotónicas tenían un aspecto similar a la limonada alcalina, se comenzó a reemplazar por estas bebidas.

Sin embargo, las necesidade­s de sales minerales en procesos gastrointe­stinales no son exactament­e iguales que las que aportan las bebidas isotónicas, por lo que en principio, y a menos que un especialis­ta indique lo contrario, es mejor recurrir a la fórmula de la limonada alcalina casera o a los sueros de rehidratac­ión oral. ●

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► Muchas de estas bebidas contienen azúcares de fácil absorción que pueden acumularse en el organismo.

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