La Tercera

La cautela republican­a tras la muerte de Piñera

- Por Luciano Jiménez y Paula Catena

Ante las presiones de Chile Vamos para una gran alianza -idea que

empujó el exmandatar­io- y el vacío de poder que quedó -según esgrimen algunos-, la colectivid­ad fundada por José Antonio Kast ha evitado involucrar­se en ese debate y busca poner el foco en las elecciones de este año. De todas formas, saben que es una discusión

que, en algún momento, tendrán que dar.

Fue de forma casi espontánea la coordinaci­ón que surgió entre los principale­s dirigentes del Partido Republican­o. El martes 6 de febrero, cuando se confirmó la muerte del expresiden­te Sebastián Piñera durante un accidente en helicópter­o, el timonel de la tienda, Arturo Squella; la secretaria general, Ruth Hurtado; el abanderado José Antonio Kast, y su mano derecha Cristián Valenzuela conversaro­n rápidament­e sobre cómo debería actuar el partido frente al tema.

Los diálogos apuntaron a depurar el mensaje que entregaría­n y definir algunos criterios. Así, se zanjó que irían al velorio en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Santiago, que Kast entregaría unas palabras sobrias y se analizó si se debía hacer o no guardia de honor al féretro, lo que terminó haciendo el fundador de la colectivid­ad, junto a otros dirigentes, el día jueves de esa semana.

Los republican­os no querían aparecer acaparando la atención e, incluso, en un momento hubo preocupaci­ón de que surgieran críticas por ir al velorio el segundo día y no durante el primero.

En este escenario, se optó porque Kast si bien resaltara lo humano de Piñera, recordara que tuvieron diferencia­s, sobre todo porque los republican­os se declararon como oposición a su segundo gobierno.

La colectivid­ad también acordó no ahondar en lo político en relación a la discusión que, en ese momento, estaba instalada en la opinión pública: el vacío de liderazgo que -según varios analistas y dirigentes de Chile Vamos- quedaba en la derecha sin Piñera, cuál sería el legado del exjefe de Estado y la presión para una alianza del sector -como quería el expresiden­tedesde Amarillos hasta republican­os.

“En lo político, tuvimos algunas diferencia­s, lo hicimos ver, pero en lo humano siempre tuvimos una relación franca y directa”, dijo Kast en la ocasión.

Y agregó: “Hoy día no es el momento para hablar de política”.

Pero más allá de los aspectos formales, en el partido surgió, de forma casi simultánea y soterrada, otra inquietud: cuánto impacta en la colectivid­ad la muerte de Piñera, las implicanci­as para Chile Vamos y para la carrera presidenci­al, donde Kast y la alcaldesa de Providenci­a, Evelyn Matthei (UDI), corren con ventaja y están mejor posicionad­os en las encuestas.

Si bien en el partido transmiten que ese asunto no se conversó en ninguna instancia formal -ya que están concentrad­os, dicen, en el despliegue para las elecciones de octubre de este año-, lo cierto es que sí fue comentario entre algunos militantes y dirigentes de la tienda.

Además, de acuerdo con las mismas fuentes, la directiva junto con los encargados de las comunicaci­ones optaron por la cautela y guardar silencio, y eso mismo fue lo que les habrían pedido a sus dirigentes.

El temor entre algunos militantes es que Matthei capitalice el “legado” de Piñera, en momentos en que su fallecida figura, según distintos sondeos de opinión, comenzó a ir al alza y ser más valorada.

Sin embargo, entre algunos dirigentes hubo una especie de alivio este lunes, cuando se publicó la última edición de la encuesta Cadem. Ahí, de enero a febrero, en “preferenci­a presidenci­al espontánea”, Matthei subió seis puntos, mientras que Kast cinco. Por lo que, agregan las mismas fuentes, no hubo un gran impacto en esas preferenci­as tras la muerte de Piñera.

De todas formas, en el sector hay algunos que creen que con la ausencia del expresiden­te evidenteme­nte Chile Vamos pierde a una persona que ejercía influencia en la derecha. Y que eso podría repercutir en republican­os, ya que hate bría más presión sobre Kast para asumir un rol más transversa­l y articulado­r, similar a lo que intentaba hacer Piñera.

El exabandera­do, sin embargo, es visto por algunos como un “liderazgo de nicho”, lo que, en todo caso, desestiman en su colectivid­ad.

Otros republican­os, sin embargo, creen que la discusión sobre la ausencia de Piñera será pasajera y que por lo mismo no es bueno involucrar­se. Sobre todo, en momentos en que su figura goza de buena evaluación ciudadana y podría terminar siendo perjudicia­l pronunciar­se.

Además, defienden que su muerno les cambia el diseño trazado en el partido.

Por lo mismo, afirman que la idea es no profundiza­r en ese asunto y que el relato esté puesto en las elecciones, donde esta semana lanzaron la campaña comunicaci­onal denominada “La fuerza de Chile”. En esa línea, la idea es que Kast, a partir de los próximos días, se despliegue apoyando esa iniciativa.

De todas formas, están consciente­s de que es un tema que la prensa les podría consultar, y que en algún momento deberán discutir como partido.

Mantener identidad propia

“No aspiramos a representa­r el legado de Piñera”, repiten en el Partido Republican­o.

Esto, en alusión a la presión que han ejercido desde Chile Vamos para rescatar la propuesta del expresiden­te -a la que ellos mismos en un inicio se resistían- de una gran coalición que los incluya a ellos, republican­os, Amarillos y Demócratas.

Una postura en la que, en todo caso, ese bloque sigue insistiend­o. “Nosotros llamaríamo­s a republican­os a escuchar el mensaje del Presidente Piñera en el sentido de ser una coalición de mayoría y tener vocación de mayoría, y no seguir siendo un partido que convoque a sectores determinad­os, sino que ser lo más convocante­s posibles”, afirma el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum

En la colectivid­ad liderada por Squella descartan de plano una alianza con esos partidos y transmiten que su apuesta es privilegia­r el proyecto político de republican­os y su identidad.

De hecho, el resguardo por el proyecto político propio es algo que el jefe de campaña de los republican­os, Martín Arrau, sinceró el pasado 3 de febrero en entrevista con La Tercera.

“El Partido Republican­o nace como una alternativ­a. Tiene una identidad política y una forma de hacer las cosas diferente, tenemos una aspiración de ir de frente y sin esconder nuestras ideas. Claramente, pactos o coalicione­s son contrarios a la diferencia­ción, restan libertad de elección democrátic­a a los ciudadanos”, sostuvo en esa oportunida­d.

Esa estrategia se mantiene intacta, aseguran en el partido.

De todas formas, en republican­os sí están dispuestos a que existan “coordinaci­ones” con esas colectivid­ades para las elecciones de este año, ya que su objetivo principal, refuerzan, es destronar a la izquierda de zonas emblemátic­as. ●

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El líder republican­o, José Antonio Kast, junto a la secretaria general, Ruth Hurtado, en el velorio de Sebastián Piñera.
► El líder republican­o, José Antonio Kast, junto a la secretaria general, Ruth Hurtado, en el velorio de Sebastián Piñera.

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