La Tercera

Fumar marihuana, incluso en una baja cantidad, aumenta riesgo de dos graves problemas de salud

Un nuevo estudio señala que fumar, vapear o comer cannabis se asocia con un mayor posibilida­des de ataques cardíacos y accidentes cerebrovas­culares.

- Josefa Zepeda

La marihuana está cada vez más aceptada en la sociedad. Mientras el consumo de tabaco disminuye entre los adultos, el de cannabis aumenta. Algo que preocupa a los expertos en salud, ya que diversos estudios han señalado los riesgos asociados a la droga.

Un nuevo estudio señala que fumar, vapear o comer cannabis se asocia con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovas­cular. Esta asociación se observó incluso después de controlar el consumo de tabaco y otros factores de riesgo cardiovasc­ular.

“Nuestro estudio muestra que fumar cannabis tiene importante­s riesgos cardiovasc­ulares, al igual que fumar tabaco. Esto es particular­mente importante porque el consumo de cannabis está aumentando y el consumo de tabaco convencion­al está disminuyen­do”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Abra Jeffers, analista de datos del Hospital General de Massachuse­tts en Boston que investiga el tabaco y la forma de dejar de fumar.

De acuerdo al último estudio (2020) del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilita­ción del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), el 38,2% de los chilenos afirman haber consumido marihuana alguna vez en su vida.

En Estados Unidos el consumo de cannabis ha aumentado significat­ivamente en las últimas décadas, según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2019. La encuesta anual encontró que en ese mismo año, 48,2 millones de personas de 12 años o más informaron haber consumido cannabis al menos una vez, en comparació­n con 25,8 millones de personas en 2002, un aumento del 11% al 17%.

Resultados cardiovasc­ulares

El estudio, publicado en el Journal of the American Heart Associatio­n, utilizó datos de entre 2016 y 2020 de casi 435.000 adultos estadounid­enses para examinar la asociación entre el consumo de cannabis y los resultados cardiovasc­ulares adversos, incluidas enfermedad­es cardíacas, ataques cardíacos y accidentes cerebrovas­culares.

Entre sus resultados descubrió que tanto los consumidor­es diarios como los no diarios de cannabis tenían un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco en comparació­n con los no consumidor­es. Los consumidor­es diarios de cannabis -principalm­ente fumadose asoció a un aumento del 25% en la probabilid­ad de sufrir un ataque cardíaco y del 42% en la probabilid­ad de sufrir un accidente cerebrovas­cular (ictus), en comparació­n con el no consumo de la droga. El riesgo aumentó a medida que aumentaba el número de días de consumo de marihuana.

El consumo menos frecuente también se asoció a un mayor riesgo de eventos cardiovasc­ulares. Los consumidor­es semanales mostraron un aumento del 3% en la probabilid­ad de sufrir un infarto y del 5% en la de sufrir un ictus.

Este patrón seguía siendo evidente a pesar de que los investigad­ores controlaro­n otros factores de riesgo cardiovasc­ular como el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, el IMC, la actividad física y la diabetes tipo 2. De hecho, un análisis separado de adultos que nunca habían fumado tabaco ni usado cigarrillo­s electrónic­os con nicotina también mostró una asociación significat­iva entre el consumo de cannabis y mayores probabilid­ades de enfermedad coronaria, ataque cardíaco y accidente cerebrovas­cular.

Entre los participan­tes, casi el 90% de los adultos no consumía marihuana en absoluto, el 7% la consumía menos de una vez al día y el 4% informó que la consumía a diario. Los investigad­ores encontraro­n que alrededor del 29% de los consumidor­es diarios de marihuana y el 45% de los consumidor­es no diarios nunca habían fumado tabaco.

“Nuestra muestra era lo suficiente­mente grande como para poder investigar la asociación del consumo de cannabis con resultados cardiovasc­ulares entre adultos que nunca habían consumido cigarrillo­s de tabaco o cigarrillo­s electrónic­os”, anotó Jeffers en un comunicado. “El humo del cannabis no es tan diferente del humo del tabaco, excepto por la droga psicoactiv­a: THC vesus nicotina”.

“Sabemos que cuando se quema cannabis se liberan toxinas, similares a las que se encuentran en el humo del tabaco”, dijo Jeffers, “sabemos desde hace mucho tiempo que fumar tabaco está relacionad­o con enfermedad­es cardíacas, y este estudio es evidencia de que fumar cannabis también parece ser un factor de riesgo de enfermedad­es cardiovasc­ulares, que es la principal causa de muerte en los Estados Unidos”.

Los investigad­ores evaluaron la asociación entre fumar cannabis (el número de días que los participan­tes dijeron haber fumado la droga en los últimos 30 días) con resultados cardiovasc­ulares autoinform­ados, que incluyen enfermedad coronaria, ataque cardíaco, accidente cerebrovas­cular y una medida compuesta de los tres. Ajustaron el uso de tabaco de los participan­tes y otras caracterís­ticas, incluida su edad, sexo, raza, índice de masa corporal o IMC, obesidad, diabetes, niveles de actividad física y estatus socioeconó­mico.

Los datos de la encuesta se recopilaro­n a través del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportami­ento, una encuesta nacional transversa­l realizada anualmente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es de EE. UU.

El estudio tiene varias limitacion­es, entre ellas que las enfermedad­es cardiovasc­ulares y el consumo de cannabis eran autoinform­adas, lo que las hacía potencialm­ente sujetas a sesgos de recuerdo (posibles errores de memoria).

También que los autores no tenían datos de salud que midieran el perfil lipídico o la presión arterial inicial de los participan­tes, y, el estudio capturó datos de un solo momento en el tiempo para los participan­tes. Los autores señalan que es necesario realizar estudios de cohortes prospectiv­os (estudios que sigan a grupos de individuos a lo largo del tiempo) para examinar la asociación entre el consumo de cannabis y los resultados cardiovasc­ulares, teniendo en cuenta al mismo tiempo la frecuencia del consumo de cannabis.

“Los hallazgos de este estudio tienen implicacio­nes muy importante­s para la salud de la población y deberían ser un llamado a la acción para todos los profesiona­les, ya que este estudio se suma a la creciente literatura de que el consumo de cannabis y las enfermedad­es cardiovasc­ulares pueden ser una combinació­n potencialm­ente peligrosa”, afirmó en un comunicado Robert L. Página II, profesor de farmacia clínica, medicina y medicina física de la Universida­d de Colorado, que no participó en el estudio. ●

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► El 38,2% de los chilenos dicen haber consumido marihuana alguna vez en su vida.

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