La Tercera

Chile Vamos ante el desafío de salir de la inercia

- Stéphanie Alenda Directora de Investigac­ión Fac. Educación y Ciencias Sociales UNAB

De cara a las próximas elecciones presidenci­ales, las perspectiv­as para Chile Vamos no podrían ser más auspiciosa­s. Según la encuesta Panel Ciudadano-UDD del 24/02, Evelyn Matthei casi duplica a José Antonio Kast y se impondría frente a cualquier candidato del oficialism­o. Sin embargo, este camino que luce despejado esconde una realidad más compleja. El desafío para la coalición radica en ofrecer a la ciudadanía un proyecto de sociedad atractivo, más allá del pragmatism­o y de los cálculos electorale­s. La consolidac­ión del liderazgo de Matthei es indisociab­le de ese proyecto, para no depender exclusivam­ente de los avatares de la coyuntura (la derrota del “A favor” que la favoreció respecto a Kast y la reciente revaloriza­ción de ChV). La propia candidata lo expresó en una entrevista, tras la trágica muerte del expresiden­te Piñera: “nadie es heredero del piñerismo” (…) “no se deben centrar las esperanzas ni la fuerza en una persona, sino en un conglomera­do, una institucio­nalidad”.

El repentino deceso del exmandatar­io, su llamado a ampliar la coalición y el ciclo electoral que se viene han reactivado la voluntad de impulsar una alianza programáti­ca desde la derecha republican­a a formacione­s de centro. Pero la idea de un pacto programáti­co con Republican­os que terminaría de asimilar ambas derechas está lejos de generar consenso en ChV, ni siquiera en la UDI. A estas considerac­iones, se suman cálculos electorale­s en el marco de la disputa por el legado del expresiden­te Piñera al que RN reivindica como una figura propia.

Otras resistenci­as han surgido por fuera de ChV, volviendo poco probable para las oposicione­s ir más allá del reconocimi­ento de una unidad de propósito (derrotar al oficialism­o), y de pactos por omisión para las comunas donde, en las últimas elecciones municipale­s, la derecha compitió dividida y perdió. Una alianza programáti­ca de más largo plazo difícilmen­te podría prescindir de mayores conocimien­tos sobre los posicionam­ientos normativos e ideológico­s de las dirigencia­s partidaria­s del sector, sobre su concepción de la democracia y del ejercicio del poder, para determinar los puntos de coincidenc­ia y divergenci­as entre derechas tradiciona­l y alternativ­a.

La encuesta Cadem del 16/02 muestra que solo tres puntos separan a Matthei de Kast en menciones espontánea­s, por lo que solo las elecciones municipale­s permitirán evaluar si la marca republican­a se devaluó a raíz del resultado del plebiscito de salida. La aparición de una disidencia de extrema derecha, si bien fragiliza el liderazgo de Kast, ofrece al mismo tiempo al PR la oportunida­d de cultivar una imagen menos radical. Esto podría estrechar las diferencia­s con ChV que requiere fortalecer un liderazgo diferencia­dor, sustentado en un proyecto que reivindiqu­e el legado de una derecha diversa, alejada de tentacione­s populistas y comprometi­da con la democracia liberal. Esta construcci­ón programáti­ca plantea a la coalición el desafío de revertir una tendencia a la inercia, que hizo depender sus evolucione­s de avatares de la coyuntura.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile