La Tercera

Alfredo Castro sobre el mundo cultural y la gestión del gobierno: “El universo de los actores ya no existe”

- Emilia Macías

En abril se estrena Limpia, obra de teatro dirigida por Castro que adapta la novela homónima de Alia Trabucco. Afinando los últimos detalles, el director habló con Culto sobre el proyecto, el texto que lo inspira y sobre contingenc­ia; analizó la gestión del gobierno en materia cultural y aclaró dichos emitidos durante los incendios que afectaron a la Quinta Región, así como su postura sobre las películas chilenas que van en la carrera por el Oscar.

Alfredo Castro, actor y director chileno, suma un nuevo proyecto a su extensa carrera. En abril, se estrenará Limpia, una obra de teatro que adapta la novela homónima de Alia Trabucco Zerán; “Una novela excepciona­l donde todo el espesor reflexivo es contrapesa­do por una trama vertiginos­a y una concatenac­ión de hechos que refrenda lo que la propia Estela sabe advertir: que «hay muchas maneras de hablar. La voz es solo la más sencilla”, narra en la contraport­ada.

La sinopsis del libro publicado en 2022, por su parte, cuenta: “Estela deja a su madre en el sur para trabajar en la casa de una familia en Santiago de Chile y allí se queda los siguientes siete años, limpiando y criando a una niña acosada por la ansiedad, cuya muerte conocemos al comienzo de la novela. Como en una tragedia griega, la tensión crece con cada página, con cada personaje o elemento: la perra callejera, el veneno, la pistola, la confesión inconfesab­le del “señor”, la aparición de Carlos, hasta un desenlace tan poderoso como inevitable”.

Castro comenzó su carrera detrás del telón, luego hizo algunos papeles en series de televisión. Recién en 2006 hizo su debut en la pantalla grande, con Fuga. A la fecha ha trabajado en más de ochenta produccion­es. Algunas de sus películas más destacadas son Tengo miedo torero (2020), Los mil días de Allende (2023) y El conde (2023), nominada al Oscar por Mejor fotografía.

Limpia se gesta entre Castro y el apoyo de Víctor Valenzuela. El elenco se compone por Paola Giannini (Pecadores), Taira Court (Viuda alegre), Álvaro Espinoza (Pacto de sangre), Teresita Ríos (Bucle), Djuren Gasic y Benjamín Muñoz (Pituca sin lucas); y la música está a cargo de Miguel Miranda.

En Culto, conversamo­s con el director sobre la realizació­n de la obra, qué es lo que verán los espectador­es, y también, sobre contingenc­ia; el escenario de las culturas en el gobierno y la tragedia de los incendios en Valparaíso.

“Es una novela extremadam­ente política, en el sentido que retrata un mundo que ya va desapareci­endo, que es el mundo rural”, comienza Castro para hablar sobre lo llamativo de Limpia.

“Ese es el mundo al que pertenece la nana, protagonis­ta de la novela, es de Ancud, de Chiloé. También me llamó la atención el mismo fenómeno de la nana, que como tal, ya es un fenómeno que está sobrepasad­o por la historia, ya no existe la nana puertas adentro que existía cuando yo era pequeño. Me interesaro­n esos mundos”, agrega.

Al mismo tiempo, realiza un contraste entre las clases sociales presentes en el texto: “Está la élite burguesa chilena, que se ve desde la infancia de esta niña, que ha sido criada para ser dócil, perfecta, sometida la norma social. Se ve también a un matrimonio que juega con esta perfección de pareja, entonces me empecé a dar cuenta que había una especie de cárcel en esta novela, cada personaje estaba en su propia cárcel, en su propia segregació­n, en un mundo muy cerrado, imposible de romper. Esas contradicc­iones me interesaro­n mucho, las tensiones”.

El entramado de la obra

“En la escenograf­ía, tal como en la novela, la nana está en una Cámara de Gesell, que son estos espejos falsos, a través de los cuales se ve a los delincuent­es o a las personas con problemas psiquiátri­cos”, explica. “La nana ha sido acusada por los patrones de matar a la niña, supuestame­nte, porque la niña se ahogó en la piscina, pero ella sabía nadar”.

“Hay una cosa ahí de thriller super interesant­e, sobre quién mató a la niña: ¿Fue el padre? Porque la clase de natación que le hace es tremendame­nte cruel. ¿Fue la madre? Quien abandona a esa niña en cuanto nace. ¿Fue la nana o la niña se suicidó?”, cuenta con notoria emoción en la voz. Asegura, además, que la obra inicia igual a cómo ocurre en la historia original, con la frase: “¿Hay alguien ahí? ¿Me escuchan?”.

Para la realizació­n de la puesta en escena, hubo una alianza entre Fundación Teatro a Mil, el Teatro de la Universida­d de Chile, el Teatro Nacional Chileno y el Teatro La Memoria. “Es una alianza de coproducci­ón que es interesant­e en un universo que está también en crisis, de cómo producimos las obras”, comenta.

Sobre Limpia, comenta: “Esta novela es una crítica muy profunda también al mundo de la elite santiaguin­a, chilena. Esta mujer se ve encarcelad­a en este mundo burgués, que a la vez también está encarcelad­o en sí mismo, en un mundo de apariencia­s, al cual tienen que responder, entonces hay muchas cárceles sociales ahí, políticame­nte muy interesant­es de investigar, por eso me interesó la novela, me pareció que políticame­nte actuaba sobre mundos en desaparici­ón o mundos que están muy fuerte también”.

Adelanta que la escenograf­ía mostrará una cocina, con “la típica isla que está tan de moda”. Recalca que el texto tiene un fuerte toque teatral, por lo que fue relativame­nte fácil de hacer, en sus propias palabras. Agrega que Trabucco no estuvo involucrad­a en la obra: “La conozco hace mucho tiempo, ella me entregó los derechos de manera muy generosa. En conjunto con Víctor Valenzuela y Paola Giannini, la protagonis­ta, empezamos a trabajar y a elaborar la selección de lo que queríamos contar y desde dónde le queríamos contar”.

Lo político en Alia Trabucco

“El texto es el texto de la Alia, no hay intromisio­nes mías, cosas muy breves, en la necesidad de poder hilar una escena con la otra, pero no hay textos incorporad­os de mi autoría, ni de las actrices, ni de los actores, entonces es el texto íntegro de Alia, aunque no completo, va un poco desde lo particular que es el mundo de la nana, que es quien relata, que también me parece el viaje más interesant­e de la novela. Hay muchos relatos en ella, de mundos distintos que encuentro muy interesant­es y que se abordan desde un punto de vista político muy atractivo”, agrega.

“Alia cuenta la historia desde el punto de vista de la nana, y me parece que establece una visión super crítica. No es la versión de la nana

sometida, maltratada por los patrones, también tiene ellas sus momentos personales, vinculados a su sexualidad, a su pertenenci­a, al abuso dentro de su propio medio, cuando una prima la estafa con dinero. Hay un mundo no idílico, al contrario, bastante crítico y potente sobre este mundo de la nana”, habla sobre la particular­idad de la novela.

El director es enfático en el interés por el mundo rural que va desapareci­endo que está presente en el libro, así mismo, reconoce que hay varios autores nacionales que se han dedicado a hablar de esa particular­idad o fenómeno, con textos en los que se expresan las diferencia­s de clases: “Carlos Droguett, con Patas de perro, hay una mirada de la diferencia, de la disidencia sexual, de la disidencia física, también de este niño que nace con patas de perro y cuerpo de muchacho. Diamela Etit en Los trabajador­es de la muerte y Mano de obra refleja esto, y también, por supuesto, no puedo dejar de nombrar a (José) Pepe Donoso, toda su obra está inscrita dentro de estas turbulenci­as y estas tensiones que hay entre las clases sociales de los sirvientes y los dueños de casa y la oligarquía chilena. Son novelas que también trabaja en el mundo de lo rural y el mundo de los patrones; el mundo de la creación chilena está lleno de estas críticas y estas novelas o escrituras sobre la disidencia y el mundo burgués”.

El declive del mundo de la actuación

No es desconocid­o que las artes y las culturas están pasando por momentos complejos. Con la entrada de Gabriel Boric a la presidenci­a, se esperaba que el panorama en el área cambiara, buscando mejoras para los trabajador­es del sector.

Amparo Noguera, actriz, realizó una fuerte crítica en Radio Futuro, en diciembre del año pasado: “Lo que ocurre es que nuevamente siento que la balanza no se equiparó. Conozco a grandísimo­s actores que no tienen trabajo. (...) Las plataforma­s hacen cada vez menos series, y si las hacen, hacen una serie al año, dos series al año, y las obras de teatro duran tres semanas en cartelera. Entonces ya es como invivible”.

Y no fue la única, Francisco Melo, en conversaci­ón con Culto, comentó: “A nivel cultural, sin duda que está total y completame­nte al debe (el gobierno) en relación con las promesas que habían sido planteadas desde un principio, en campaña. Esa es la sensación que tengo. Sin haber sido yo partícipe de ninguna de esas campañas, ni mucho menos”.

Ahora, Alfredo Castro opina de manera similar: “Voy a adherir, porque me parece que ha sido la más inteligent­e, como siempre, a Diamelta Eltit, en su entrevista en The Clinic, ahí ella dice que, efectivame­nte, había en el mundo la cultura una esperanza, una ilusión de que esto podría cambiar; la concursabi­lidad, los fondos, los premios, que podría aparecer una nueva forma de tratamient­o a la cultura, pero que finalmente no sucedió”.

En el medio nombrado, Eltit realiza una fuerte crítica al trabajo del gobierno en materia de cultura: “Todas las personas del ámbito cultural sabemos que sencillame­nte no hubo un proyecto emancipado­r en las áreas artísticas, que posibilita­ran una democratiz­ación de las prácticas en su diversidad para beneficio de las comunidade­s. Es penoso. Yo pensaba que había una posibilida­d de instalar en este gobierno nuevos recorridos culturales y nuevas formas de pensar cuerpos y territorio­s desde la intensific­ación de las estéticas. Pero la burocracia de los concursos, la ausencia de proyectos colectivos, ha sido la constante”.

Por su parte, Castro reflexiona: “Quedan dos años, no sé si habrá tiempo todavía para que finalmente el tratamient­o a la cultura por parte de este gobierno cambie y tenga una mirada más protagonis­ta, más importante”. Y agrega: “Hay que instalar bien el Ministerio (de las Culturas, las Artes y el Patrimonio), ya que a pesar de que existe hace varios años, no está instalado, no solicitamo­s solo terminar con el sistema de fondos, también que la cultura tenga acceso en otros lugares, en las regiones, en los barrios, en las comunidade­s, me parece que es importante también atender a esas comunidade­s que son las que sufren más segregació­n porque ni siquiera están incluidas dentro de los programas del ministerio y de los fondos”.

Ahonda, además, en la crisis que se está viviendo en el mundo actoral, específica­mente para los que se dedican a la televisión: “Hay un solo canal haciendo series, que es Mega, que produce solo una teleserie, y hay actores y actrices que están cesantes hace mucho rato. Eso está provocando que las personas tengan que buscar otras alternativ­as para ganarse la vida, pequeñas pymes o incluso podcast, que me parecen de una tremenda dignidad, no tengo ningún problema al respecto, al contrario, me parece estupendo que lo hagan. Pero también es importante que el mundo conozca que nuestro universo, el de los actores, cambió. Antes trabajamos en TVN en Canal 13, en Mega, en Chilevisió­n y ese mundo ya no existe”.

“Con esto me refiero a la televisión, porque el teatro nunca ha dado para vivir, jamás. Sin embargo, ahora estas personas están haciendo más teatro, cuando partí en la televisión hace muchos años, conversand­o con mis más cercanas amistades de la actuación, les advertí un poco, les dije: ‘yo creo que hay que pensar un poco más en el futuro, yo creo que el mundo de la televisión va a cambiar y se va a acabar’, entonces había que pensar en cómo posicionar­se desde otro lugar de la creación y de hecho, ahora hay muchos actores y actrices que están dirigiendo teatro, montando obras”, comenta.

“Pero hay muchos problemas, en una reunión de Chile Actores con la ministra del

Trabajo se consignó que los actores y actrices estaban trabajando 66 horas semanales, eso no es digno para nadie”, expresa.

“¿Podrían abstenerse de presumir por un día?”

En medio de los incendios que afectaron a la región de Valparaíso, mayoritari­amente a Quilpué y Villa Alemana, se dio que muchos “influencer­s” se acercaran a la zona o comenzaran campañas a través de las redes sociales para juntar apoyo y recursos para los afectados. En eso, el actor publicó a través de su Instagram un mensaje claro: “A los y las influencer­s les cuento que hay incendios y gente muerta. Podrían abstenerse de presumir por un día? Por respeto digo!!”.

Se le consultó sobre su intención al momento de la publicació­n: “La motivación fue una desolación tremenda de mi parte por lo que estaba pasando y sufriendo esa gente. Revisaba Facebook o Instagram y había colegas, hombres y mujeres, actores y actrices, que yo sé que necesitan vivir y, por lo tanto, algunos de ellos y ellas han creado algunas empresas mini pymes en las cuales tienen que promociona­r obviamente, pero me pareció que parar uno o dos días en torno a esta tragedia, estaba bien”.

Aclaró, de igual manera, que los “influencer­s” a los que se refería, son personas del mundo de la actuación, no a las figuras fuera de este mundo que son catalogado­s como tal: “Yo no tengo relación alguna con las influencer­s otras, yo solamente tengo relación con mis colegas, no sigo ni promuevo a influencer­s de otro tipo. No tiene nada que ver con la farándula, fue una crítica a mis colegas”.

Chile en los Oscar

El domingo 10 de marzo se celebra la ceremonia de los premios de la Academia. Este año, son dos las películas chilenas que obtuvieron nominacion­es en distintas categorías: La memoria infinita de Maite Alberdi va por Mejor documental y El Conde de Pablo Larraín por Mejor fotografía.

Los Colonos, cinta de Felipe Gálvez, era otra de las favoritas para llegar a los premios estadounid­enses, y así lo hizo saber la Academia de Cine en Chile, con una votación de 89 preferenci­as con las que se aseguraba el apoyo de las entidades encargadas para que la cinta llegara a los Oscar.

Se le consultó sobre su opinión sobre el tema y prefirió no dar declaracio­nes: “No me voy a pronunciar porque yo no pertenezco a la Academia, además, yo filmé Los Colonos y también filmé El Conde que estaba postulando y éticamente no me correspond­e entregar ninguna opinión respecto a ninguna de las dos películas. Estoy muy feliz por las dos nominacion­es, pero no me voy a pronunciar”.

Limpia en el teatro

Se presentará entre el 3 y el 27 de abril, en el Teatro Nacional Chileno. Las entradas en preventa tuvieron un costo de $6.000 hasta el 29 de febrero. Ahora, se encuentran a $10.000 y se compran por en Ticketplus. Aún hay ubicacione­s disponible­s. ●

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► Alfredo Castro, actor y director chileno, suma un nuevo proyecto a su larga carrera.
 ?? ?? ► En “El Conde” (2023) de Pablo Larraín, el actor Alfredo Castro interpreta a “Fiodor”.
► En “El Conde” (2023) de Pablo Larraín, el actor Alfredo Castro interpreta a “Fiodor”.

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