La Tercera

Las preguntas sin respuesta del crimen del teniente (R) Ojeda

- Víctor Rivera

Perú, Bolivia y hasta Argentina son los destinos que revisa la policía para dar con los dos integrante­s del Tren de Aragua que habrían ejecutado el secuestro y homicidio del exoficial venezolano. Las otras dos interrogan­tes son los contactos y la vida laboral de la víctima, mientras que su familia entregó su cuentas bancarias y, además, concurrió hasta el SML para reconocer su cuerpo.

Fue el 24 de febrero que el celular de Maickel Villegas Rodríguez se encendió en Arica. Habían pasado cuatro días desde que el teniente (R) Ronald Ojeda había sido secuestrad­o desde su departamen­to en Indepedenc­ia, durante la madrugada del 21 de febrero, y los policías ya tenían una pista de dónde podría estar uno de sus captores.

Sin embargo, llegaron tarde. Esa última alerta no los llevó a nada, pues no se registraro­n más movimiento­s del teléfono, ni menos se tuvieron otras señales sobre la presencia en Chile de Villegas, quien fue el encargado de manejar el auto desde el edificio a la comuna de Renca antes de abandonarl­o a un costado de la Costanera Norte.

Lo que se presume en la indagatori­a es que, tanto él como Walter Rodríguez Pérez salieron del país, o a Perú, o a Bolivia, a partir de la última ubicación de ambos. Sin embargo, también hay investigad­ores que apuntan a la tesis del “engaño”. La sospecha es que encendiero­n el celular en Arica solamente como una maniobra distractiv­a para huir del país por otro lado, como por ejemplo, por el sur hacia Argentina.

Tanto detectives como fiscales no se cierran a nada, principalm­ente porque aún no hay indicios certeros sobre el paradero de ambos sospechoso­s, quienes formarían parte de una peligrosa célula del Tren de Aragua en Chile. Es más, Rodríguez Pérez, por ejemplo, tiene a cuestas otra orden de detención en su contra por otro secuestro.

El propio abogado defensor de Ángel C,. (17), el único formalizad­o en la investigac­ión, señaló en la reservada audiencia del día lunes ante el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago, “¿qué llama la atención? que las personas partícipes del hecho ya no están en Chile y mi defendido jamás abandonó el país y no hizo ninguna acción para salir tampoco. Cuando supo la gravedad del hecho en que se vio involucrad­o lo que hizo fue contactars­e con Maickel, que ya había abandonado el país, aunque no pudo contactars­e por vía telefónica”.

Fuentes del caso señalan que la indagatori­a logró, hasta el momento, resolver cómo Ojeda fue secuestrad­o y asesinado, además de cómo se planificó el rapto. Pero lo que no existe -por ahoraes el contexto y la motivación del delito.

Abogado de esposa del exmilitar: “Entregamos todos sus movimiento­s bancarios”

Las mismas fuentes consultada­s advierten que todas las hipótesis siguen abiertas, salvo la del “autosecues­tro”, por lo tanto, de las tres teorías, dos permanecen intactas: una motivación política o bien que hayan existido relaciones entre Ojeda y grupos del crimen organizado. El propio fiscal nacional, Ángel Valencia, señaló en radio Cooperativ­a que existen “situacione­s grises” que restan por esclarecer, donde la investigac­ión aún no decanta definitiva­mente por una tesis en particular.

Sin embargo, Valencia también agregó que “el deber de objetivida­d nos impone la obligación de descartar que el móvil -que es una de las situacione­s grises hoy día de la investigac­ión- esté asociado con las actividade­s que Ojeda realizaba en Chile, quizás más allá de las que se nos habrían comunicado por parte de los testigos y los documentos que nos entregaron”.

Esta es otra de las interrogan­tes del caso. Lo que se sabe del teniente (R) es que era una persona reservada, con pocos amigos, y con buenas relaciones familiares. Sobre su trabajo, cuentan en su entorno, se dedicaba a monitorear cámaras de seguridad de una “empresa chica”. El abogado de la esposa de Ojeda, Juan Carlos Manríquez, indicó que “el mismo día de los hechos se entregaron voluntaria­mente, a la PDI y los fiscales, todos sus movimiento­s bancarios, transferen­cia con origen y destino, más montos, número de teléfonos y nombres, sin ocultar nada. En general se trata de montos menores por la compra y venta de productos relacionad­os al giro comercial de lo que se dedicaba su señora”.

El caso continúa y hay diligencia­s en curso, y una se concretó hoy: la esposa de Ojeda llegó hasta el SML para, finalmente, reconocer a su esposo fallecido. Ahora, lo que resta determinar es qué pasará con el cuerpo y si contarán con las medidas de seguridad para su velorio. ●

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► Campamento Vicente Reyes, en Maipú, donde fue hallado el cuerpo de Ojeda.

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