La Tercera

8M: prioridade­s para el 2024

- María Olivia Recart Presidenta ComunidadM­ujer Alejandra Sepúlveda Presidenta ejecutiva ComunidadM­ujer

El Día Internacio­nal de la Mujer trabajador­a es un llamado a ser consciente­s de lo logrado en materia de igualdad de género, sí. También a darnos cuenta de lo mucho que debemos cambiar para que, en el día a día de las mujeres, en contextos socioeconó­micos y vitales disímiles, se reconozcan y resguarden sus derechos y se rechacen, sin matices, las distintas formas de discrimina­ción que aún enfrentan. Porque la condición de las mujeres es el mejor predictor de la calidad de vida de toda la población.

Y partimos el 8M con avances. Después de siete años de tramitació­n y con apoyo transversa­l, el Congreso despachó la Ley de violencia integral contra las mujeres. Una normativa muy esperada, que distingue y amplía las tipologías de violencia y, entre otros, habilita la creación de un sistema integrado de informació­n para mejorar la respuesta del Estado y las políticas públicas en estos casos, lo que literalmen­te puede salvar vidas (solo entre 2017 y lo que va de 2024, se registraro­n 309 femicidios consumados y 1.092 frustrados).

Esta semana, el Banco Mundial nos recordó que no hay que dormirse en los laureles. En su último reporte, “Las mujeres, la empresa y el derecho”, aplicado en 190 países, concluyó que ellas tienen dos tercios de los derechos legales de los que gozan los hombres y si bien Chile está por sobre la media (77,5 puntos), tiene bastante tarea por delante.

Sin ir más lejos, en materia de inserción laboral, para cerrar la brecha de género se requiere que la participac­ión de las mujeres aumente 19 puntos (INE, 2023). Lograrlo implica reformar la Ley de sala cuna, que ha tenido 20 intentos fallidos en dos décadas, por la dificultad de la política de ponerse de acuerdo. El último proyecto, presentado por el Presidente Piñera, pasó a fines de enero una barrera que parecía infranquea­ble: la comisión de Educación del Senado. Con la idea de legislar aprobada, habrá que acordar cómo compatibil­izar la perspectiv­a laboral y de correspons­abilidad, con la de aseguramie­nto de la calidad educaciona­l y la participac­ión de las salas cunas del sector público subvencion­ado y del sector privado bajo una adecuada regulación. Como hemos dicho siempre, se puede y debe conciliar la empleabili­dad femenina y el desarrollo infantil, aquí no hay un juego de suma cero.

En este recorrido no exhaustivo, ahora que se retomó la discusión de la reforma al sistema de pensiones, hacemos un llamado a ocuparse del 34,9% de brecha de género en detrimento de las mujeres en la pensión total promedio (SP 2023). Es preciso subsanar la discrimina­ción debido al cálculo de tablas de mortalidad diferencia­das por sexo, que incorporan su mayor esperanza de vida. Y adicionalm­ente reconocer el trabajo de cuidados no remunerado, que provoca lagunas previsiona­les y baja densidad en las cotizacion­es. No podemos hacer la vista gorda al dramático empobrecim­iento de las mujeres en la vejez. Hablamos aquí de temas sustantivo­s y de la responsabi­lidad de quienes toman las decisiones, de cerrar estas brechas y cambiar para bien nuestros destinos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile