La Tercera

Las claves para entender los cambios a la Ley de Amnistía en España que traen de regreso a Puigdemont

- José Ignacio Araya

El acuerdo aprobado durante este jueves por la Comisión de Justicia en el Congreso de los Diputados, producto del nuevo pacto entre los catalanes de Junts y el PSOE, cierra una larga negociació­n tras la primera gran derrota parlamenta­ria de Pedro Sánchez. Mientras, la cúpula de Junts confirmó que Puigdemont será candidato a las elecciones europeas de junio, y adelantó que podría volver a España en julio.

A poco más de un mes de que Junts per Catalunya, el partido catalán que ha izado la bandera de la amnistía como carta de pago por el apoyo a Pedro Sánchez en su nuevo gobierno, rechazara la propuesta de perdón legal levantada por el Gobierno, este jueves se aprobó una nueva Ley de Amnistía en la Comisión de Justicia en el Congreso de los Diputados, dejando el proyecto listo para su paso al pleno, el próximo 14 de marzo.

Mientras en las huestes socialista­s e independen­tistas celebran el acuerdo -que, entre otras cosas, amplía el margen temporal que abarca la ley y acota los delitos que no quedaron cubiertos por la amnistía con base en la legislació­n europea e internacio­nal, detalló la prensa local, lo que dejó fuera los casos más graves de terrorismo, corrupción relacionad­a con el enriquecim­iento personal o traición a la patria-, en la oposición cuestionan las intencione­s de la ley, acusando que Sánchez cedió ante las presiones catalanas solo para contar con sus votos en el Parlamento y calificand­o el acuerdo aprobado este jueves como una “humillació­n”.

A continuaci­ón, las claves para entender los cambios a la Ley de Amnistía.

Razones de la amnistía

La moción de perdón legal a delitos investigad­os por la justicia de España surge como respuesta política al proceso independen­tista iniciado en 2012, pero con su momento álgido en 2017, que terminó con cientos de detenidos, procesados o prófugos de la ley, como ocurrió con Carles Puigdemont, quien para el referéndum de independen­cia de Cataluña del 1 de octubre de 2017, calificado como ilegal por España, oficiaba como president de la Generalita­t de Catalunya.

Junts per Catalunya, partido fundado liberal-conservado­r, pero independen­tista por definición, ha abogado desde que se inició la judicializ­ación de los políticos y ciudadanos que permitiero­n el procés -ya sea mediante la utilizació­n de recursos o infraestru­ctura pública para la realizació­n de referéndum­s de autodeterm­inación que buscaban la independen­cia catalana de Españapara que estos sean amnistiado­s; es decir, liberados de las causas penales que siguen vigentes.

Todo esto nos lleva a noviembre de 2023, fecha en que, a pesar de contar con menor número de parlamenta­rios, y tras un acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez y Junts, este logró la investidur­a con los votos del partido catalán. No sería gratis. A cambio de evitar el ascenso del Partido Popular (PP) y Alberto

Núñez Feijóo, Sánchez se comprometi­ó a impulsar la Ley de Amnistía, y así conseguir los votos necesarios para ser investido y, de paso, la gobernabil­idad en su nueva administra­ción.

Así, el 30 de enero de 2024 se votó en el pleno el esperado proyecto de perdón, pero, para sorpresa de algunos, Junts votó en contra, alineado con el PP y Vox, el partido de extrema derecha de España. La falta de acuerdo entre los catalanes y el PSOE respecto a cómo incluir todos los delitos de terrorismo imputados contra gente del procés, especialme­nte luego de los últimos autos de la Audiencia Nacional.

Según RTVE, las intencione­s del partido independen­tista eran blindar aun más las causas vigentes que afectan al expresiden­t

Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, entre otros personajes relevantes del movimiento.

Pero este miércoles, tras una tanda de discusione­s entre los socialista­s y Junts, se volvió a lograr un acuerdo aprobado por la Comisión de Justicia, y que esta vez cumplía con los puntos solicitado­s por los catalanes. Los principale­s cambios

En resumen, fueron cinco los grandes puntos modificado­s en este nuevo acuerdo, con respecto al rechazado en enero de este año. Vale decir que, según los políticos involucrad­os, se trató de un trabajo palabra a palabra -debido a su carácter judicial- para delimitar una ley que puede tener importante­s repercusio­nes judiciales.

En primer lugar, se modificó lo referente a la malversaci­ón de fondos relacionad­o con el procés, donde, según la justicia, se utilizaron arcas fiscales para impulsar un referéndum de independen­cia declarado como ilegal por España. De hecho, los principale­s dirigentes involucrad­os que no huyeron del país europeo fueron condenados por sedición y malversaci­ón.

Previament­e, el Gobierno modificó el Código Penal y rebajó las penas cuando la malversaci­ón no conlleva un enriquecim­iento personal. Sin embargo, los tribunales interpreta­ron que los condenados habían cometido el delito de malversaci­ón agravada, que quedó sin tocar en su modificaci­ón previa. Las enmiendas pactadas el miércoles, detalló El País, refuerzan la idea de la amnistía a quienes no hayan malversado fondos estatales con fines de enriquecim­iento personal.

En segundo lugar, y quizá uno de los puntos más rimbombant­es, fue el relacionad­o con el terrorismo y torturas. Las nuevas enmiendas excluyen de la amnistía los delitos de tortura, “a excepción de aquellos tratos que no superen un umbral mínimo de gravedad por no resultar idóneos para humillar o degradar a una persona o mostrar una disminució­n de su dignidad humana o para provocar miedo, angustia o inferiorid­ad de una forma capaz de quebrar su existencia moral o física”.

Sobre el terrorismo, deja fuera los actos “que por su finalidad puedan ser calificado­s como tales por la Directiva Europea y, a su vez, hayan causado de forma intenciona­da graves violacione­s de derechos humanos, en particular las reguladas en los artículos 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las libertades fundamenta­les y en el derecho internacio­nal humanitari­o”. Es decir, se eliminan las referencia­s a los delitos de terrorismo tipificado­s en el Código Penal español, explicó la prensa local.

Un tercer pilar guarda relación con la traición. Al igual que en la versión anterior, los delitos de traición y contra la paz o la independen­cia del Estado que están tipificado­s así en el Código Penal se mantienen así. Pero se añade una aclaración: “Siempre que se haya producido tanto una amenaza efectiva y real como un uso efectivo de la fuerza en contra de la integridad territoria­l o la independen­cia política de España en los términos establecid­os en la Carta de las Naciones Unidas o en la resolución 2.625 de la Asamblea General de Naciones Unidas de 24 de octubre de 1970 .

El cuarto punto detalla que las actividade­s relativas al procés que ya fueron sancionada­s, informó El País, no darán derecho a recibir indemnizac­iones como consecuenc­ia de la amnistía, salvo las que se impusieron “al amparo de la ley de protección de la seguridad ciudadana de 2015 por infraccion­es muy graves siempre que, a criterio de la Administra­ción, se estime que concurren para ello criterios de proporcion­alidad”.

Por último, se ampliará el margen que abarca la Ley de Amnistía. Mientras inicialmen­te incluía hasta los hechos ocurridos desde el 1 de enero de 2012, ahora incluirá desde el 1 de enero de 2012.

Próximos pasos

Su paso por la Comisión de Justicia del Congreso es solo el primer paso, pero es uno importante. Ahora, la moción pasa al pleno, que se celebrará el próximo 14 de marzo y, posteriorm­ente, al Senado en un plazo máximo de dos meses.

Sin embargo, en la Cámara Alta son el PP y la oposición los que tienen la mayoría. Si logra pasar esa valla, la Ley de Amnistía se convertirí­a en algo oficial.

Desde el gobierno de Pedro Sánchez señalaron a El País que esperan que, con su eventual aprobación, se pueda cerrar de forma definitiva “una etapa que ha condiciona­do la vida política catalana y de toda España durante demasiado tiempo”.

Consecuenc­ias políticas

Probableme­nte, una de las grandes consecuenc­ias de la aprobación en la Comisión de Justicia fue el anuncio del eventual retorno de Carles Puigdemont. Así lo confirmó su secretario general, Jordi Turull, quien no solo indicó que el expresiden­t será el candidato de Junts per Catalunya para las elecciones europeas que se realizarán el próximo 9 de junio, sino que también adelantó que julio de este año será la fecha en que el líder político retornará a España. Actualment­e se encuentra instalado -y prófugo de la Justicia ibérica- en Bélgica.

En entrevista en RAC1, Turull explicó que tras dos meses de la potencial aprobación de la Ley de Amnistía, el también eurodiputa­do podría volver a su país.

Tras dos horas de debate, las reacciones políticas no se hicieron esperar. El ministro de Presidenci­a, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, aseguró que el acuerdo significa el cierre del procés independen­tista. “Hemos logrado un acuerdo las tres fuerzas políticas, PSOE, Esquerra y Junts, para aprobar la Ley de Amnistía para la normalizac­ión política, social e institucio­nal en Catalunya. Creo que con esta ley, en la que hoy damos un paso adelante para su aprobación, creo que se cierra una etapa, una etapa de enfrentami­ento, de conflicto, de tensión, de una quiebra de los afectos y de la convivenci­a que protagoniz­aron una década en Cataluña, una década en la que no ganó nadie, una década de fracaso colectivo, una década en la que perdimos todos y donde Cataluña se quedó parada”, señaló a la prensa local.

Quien no se mostró muy contento fue el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Desde Bucarest, en el Congreso del Partido Popular Europeo (PPE), aseguró que el gobierno de Sánchez se encuentra “cada día más acorralado”, y argumentó que es “más fácil de extorsiona­r por quienes ponen como precio el Estado de derecho”.

En un punto medio entre ambas posturas, el director adjunto de El País, Claudi Pérez, señaló en una entrevista que mientras estaba “el ministro de la Presidenci­a, Félix Bolaños, proclamand­o en un discurso triunfal el final del procés por el acuerdo para la Ley de Amnistía, y al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, contando por enésima vez cómo España va a ser asolada por las siete plagas de Egipto y cómo la misma Ley de Amnistía que loa Bolaños es en realidad una suerte de Armagedón”, hay que verlo de manera menos exagerada, desde ambas posturas.

“Entre la curva hiperbólic­a triunfalis­ta de Bolaños y la parábola catastrófi­ca de Feijóo hay un cambio importante que afina la ley: desaparece la referencia sobre el terrorismo en el Código Penal español, que considera terrorismo ‘cualquier delito grave contra la vida’, y se opta por la directiva europea, que explicita ‘los atentados contra la vida de las personas’. Los juristas juzgarán; no parece el fin del mundo. Ni tampoco la Tierra prometida: a la amnistía le queda mucho recorrido, el examen del Tribunal Constituci­onal y de la justicia europea”, cerró. ●

 ?? ?? ► El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull; el expresiden­te de la Generalita­t, Carles Puigdemont; y la diputada de Junts, Miriam Nogueras.
► El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull; el expresiden­te de la Generalita­t, Carles Puigdemont; y la diputada de Junts, Miriam Nogueras.
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► Una de las marchas por la independen­cia de Cataluña.

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