La Tercera

La inquieta mirada de las FF.AA. sobre un eventual despliegue en ciudades

- Víctor Rivera

En las institucio­nes castrenses llegaron a un consenso: sin ley que fije las Reglas de Uso de la Fuerza (RUF), ni la que establece las zonas de infraestru­ctura crítica, ningún uniformado cumplirá labores preventiva­s. Pero, además, advierten que no tienen personal para cumplir esa labor, y no quieren ser utilizados como “medida parche” ante cualquier crisis de seguridad que surja.

Cuando surgió la discusión sobre lo pertinente o no de diferencia­r la comunicaci­ón para las Reglas de Uso de la Fuerza (RUF) en casos de migrantes o disidencia­s sexuales, en las Fuerzas Armadas (FF.AA.) tomaron palco. No les interesó esta “polémica”, pues de decretarse así no tendrían problemas en hacerlo. Su inquietud, dicen, es otra.

Es que en el Ejército, Fuerza Aérea y Armada ya asumieron que el gobierno, cada vez más, cede en la intención de desplegar a las fuerzas militares en labores de apoyo a las policías para contener la crisis de seguridad en la Región Metropolit­ana. En lo que va del año, según cifras del STOP de Carabinero­s, se han registrado 78 homicidios, ocho más que en la misma fecha del 2023.

El tema de su presencia en algunas zonas urbanas de la Región Metropolit­ana, para ellos, parecía haber estado superado, tras la última reunión del Cosena. El 5 de febrero, la ministra del Interior, Carolina Tohá, expuso esa vez que “dadas las dificultad­es de instalar estados de excepción en grandes ciudades, deben explorarse nuevas formas de colaboraci­ón entre policías y militares, y que se ha analizado la posibilida­d de complement­ar la presencia policial con el resguardo de perímetros de la infraestru­ctura crítica para que las FF.AA. tengan una protección disuasiva adicional”.

La intención era que hubiera una acción conjunta entre las FF.AA., Carabinero­s y PDI para “concentrar la acción policial en aquellas tareas que son más complejas para las Fuerzas Armadas, especialme­nte en zonas urbanas de alta densidad. Como ejemplos de perímetros de infraestru­ctura crítica a resguardar, la ministra mencionó la Estación Intermodal de La Cisterna, la Estación Central y terminales de buses”.

La respuesta del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, fue que “son tareas en las que hay que interactua­r con la población”, algo de lo que los funcionari­os militares “carecen de entrenamie­nto, educación o equipamien­to adecuado”.

La idea de desplegar fuerzas militares en algunas zonas de Santiago resurgió ayer, luego de que el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (RD), pidiera a la ministra Tohá poder disponer de contingent­e militar en determinad­os lugares de la comuna.

El requerimie­nto de Vodanovic encontró respuesta en el Ejecutivo. Tohá insistió en que es una situación que se está evaluando e, incluso, el propio Presidente Gabriel Boric

sostuvo que “los militares lo han señalado ellos mismos, el comandante en jefe del Ejército, que no tienen una capacitaci­ón para realizar funciones de orden público, pero desde nuestra perspectiv­a pueden colaborar en algunas funciones específica­s para liberar a policías que sí están preparados para aquello (...). No me cierro en ningún caso a poder disponer de esas herramient­as, por ejemplo, mediante la ley de infraestru­ctura crítica, algo que tiene que ser discutido en el Congreso”.

Las RUF

Que en el gobierno se haya instalado, nuevamente, esta idea hizo que las FF.AA. volvieran a alinearse: “sin RUF, ni infraestru­ctura crítica, no salimos”, aseguran algunos de los uniformado­s consultado­s. Agregaron que en sus departamen­tos jurídicos eso está más que zanjado.

Por lo mismo, por ejemplo en Ejército, la diferencia­ción de comunicar procedimie­ntos a migrantes o a disidencia­s sexuales solo era una anécdota, pues señalan que lo que sí realmente importa es que se apruebe el artículo que les “permitirá invocar” las eximentes establecid­as en el Código Penal.

En específico, argumentan que lo que se necesita aprobar es lo referente a eximirlos de responsabi­lidad penal en caso de obrar “en cumplimien­to de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo”.

En las últimas indicacion­es ingresadas por el gobierno puede que las capacitaci­ones al personal deben “realizarse de forma periódica y su cumplimien­to deberá acreditars­e mediante las certificac­iones que correspond­a”.

La tramitació­n de las RUF sigue en la Cámara, donde en su última intervenci­ón ante los diputados, el 6 de marzo, la ministra Tohá se abrió a cambiar las indicacion­es. Esto podría seguir dilatando el camino legislativ­o de esta ley, lo que a juicio de los militares vuelve a entrampar el que sean usados en labores de orden público.

Que esta ley vea o no la luz es lo que apremia a las FF.AA. en términos legales, pero también hay preocupaci­ón por la señal que se dé. Algunos oficiales ejemplific­an que al ser utilizados en labores de orden público, cada vez que se atraviese por una crisis de seguridad, se transforma­rían en una especie de “coadyuvant­es” permanente­s de las policías, o derechamen­te medidas “parche” para enfrentar el alza de la delincuenc­ia no solo en este gobierno, sino que también en otros.

En esa misma línea, en el Ejército ya asumieron que el estado de excepción en la Macrozona Sur ya no es excepciona­l: en mayo de este año se cumplen dos años de su presencia, específica­mente en La Araucanía, donde mantienen desplegado­s -por turnosa cerca de mil efectivos. Eso ya se asumió, dicen, como una normalidad, y podría ocurrir lo mismo en caso de ser requeridos para la Región Metropolit­ana. ●

 ?? ?? ► La idea de desplegar fuerzas militares en algunas zonas de Santiago es vista con distancia por el mundo uniformado.
► La idea de desplegar fuerzas militares en algunas zonas de Santiago es vista con distancia por el mundo uniformado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile