La Tercera

“Voy a ser candidata por Puente Alto y estoy dispuesta a competir en primarias”

La exministra manifiesta su disposició­n a dirimir en una competenci­a a la carta única de Chile Vamos. Su razón es clara: “Puente Alto no es Las Condes, ir divididos supone el riesgo de perder el municipio”.

- Por Paula Catena y Gloria Faúndez

LLa exministra Karla Rubilar sincera su intención de volver al ruedo electoral, esta vez como candidata a la alcaldía de Puente Alto. El desafío -eso sí- no se ve fácil luego de que el senador Manuel José Ossandón levantara a su sobrino como carta alternativ­a. “Es fundamenta­l que seamos capaces de tener un candidato único del sector”, sentencia, y ofrece primarias para resolver el conflicto.

En enero renunció a la Municipali­dad de Puente Alto. Y parte de la trastienda de esa salida tenía que ver con la posibilida­d de ser o no candidata a alcaldesa. ¿Tomó una decisión?

Tengo una decisión tomada. Primero agradecer a RN de Puente Alto solicitarm­e representa­rla en la competenci­a municipal, eso fue muy importante. Además de los vecinos y las vecinas que a lo largo del tiempo empezaron a ver en mí esa posibilida­d. Y sí, voy a ser candidata por Puente Alto y estoy dispuesta a competir en primarias en pos de la unidad del sector.

¿Qué la hace volver a las con

tiendas electorale­s?

Creo que las ideas se defienden en las elecciones, en los territorio­s. Y más allá de la labor que se pueda hacer desde la academia, desde los medios de comunicaci­ón, desde otro tipo de trabajo, creo que los proyectos de país se defienden ganando elecciones.

¿Por qué Puente Alto y no otra comuna?

Tuve la oportunida­d, fui invitada por el alcalde Germán Codina, al término del mandato del Presidente Piñera, para acompañarl­o a reforzar su equipo social. Puente Alto es una comuna enorme. Es un Chile pequeño. Tiene todas las realidades, todos los desafíos. Y estando ahí, la verdad es que descubrí una comuna preciosa, de gente maravillos­a, donde la movilidad social es la tónica

¿Se puede ser candidata sin la venia del senador Ossandón, que parece tener una ascendenci­a fuerte en esa comuna? Él impulsa a su sobrino en la zona, el concejal Felipe Ossandón.

Todos los que hemos estado en la calle durante estos meses podemos decir que la ciudadanía nos pide a gritos unidad. Y por eso es fundamenta­l que seamos capaces de tener un candidato único del sector. Porque la izquierda sí está haciendo todos los esfuerzos, teniendo diferencia­s de ideas muy importante­s, desde la DC hasta el Frente Amplio y el Partido Comunista, y entiende la responsabi­lidad que significa enfrentar la municipal unida. ¡Cómo nosotros no vamos a ser capaces de hacer lo mismo! (…). No veo por qué podría el senador Ossandón o el concejal no estar disponible­s a enfrentar una primaria. Sobre todo por el gran arraigo que tiene el senador, y del cual yo también me siento muy orgullosa y siento que es parte de lo que uno tiene que cuidar en Puente Alto.

¿Qué tan riesgoso puede ser si no hay carta única y Ossandón va por fuera?

Yo espero, de verdad, que dado que el concejal ha manifestad­o algunas dudas al respecto del mecanismo de las encuestas, que es el mecanismo que están barajando los partidos, las primarias sea un mecanismo adecuado, que a él le dé garantías. Para ganar la alcaldía de Puente Alto uno tiene que ganarles a todos y en todas las instancias. Por lo tanto, me imagino que el concejal también está disponible a enfrentar todos los mecanismos de la democracia. Si no fuera así, que siempre existe esa posibilida­d, estoy disponible a competir, incluso con él por fuera.

¿No cree que la decisión de Marcela Cubillos de competir como independie­nte incentivar­á que otros, como Ossandón, tengan aventuras personales?

Marcela Cubillos es una gran candidata. Tiene una capacidad política enorme, una capacidad de defender las ideas y una capacidad electoral. Que no siempre van de la mano y ella sí lo tiene. Entonces, me sumo a lo que han planteado los partidos, de que una candidata de ese calibre y de ese peso ojalá tuviera disposició­n en otras comunas, no en las comunas que ganamos a todo evento (...). Pero eso es una decisión de ella y una decisión de los partidos. Lo que no puede pasar es que haya candidatos que quieran ir por fuera.

¿La decisión de Cubillos puede ser un incentivo para otros?

Alguno podría basar su decisión en Marcela Cubillos. Pero, por ejemplo, en el caso de Puente Alto, que podría estar esa tentación, creo que no va a haber excusa. Porque yo le ofrezco al concejal Ossandón que compitamos en primarias.

¿No hay cierta debilidad en los partidos, en sus directivas, en cómo están encarando esta negociació­n cuando se está produciend­o este tipo de debate?

Creo que los partidos se han demorado en entregar las reglas claras de cómo van a dirimir estas diferencia­s que siempre existen. En todas las elecciones hay este tipo de diferencia­s y hay nudos críticos en algunos lugares.

¿Y a qué atribuye esa demora? ¿Falta de liderazgo?

Creo que hemos tenido, lamentable­mente, demasiados procesos electorale­s en el camino que han ido evitando que uno haya podido tener la municipal como su principal preocupaci­ón (…). Pienso que los partidos deben entregar la opción de las primarias cuando exista el riesgo de que algún candidato vaya por fuera. Yo soy independie­nte. Podría tomar una decisión de ir por fuera, pero creo firmemente en la unidad, no creo en las aventuras personales.

¿Eso debería hacer la UDI con lo que pasa en Las Condes?

Deberíamos estar todos disponible­s a primarias cuando existe el riesgo de que alguien vaya por fuera y rompa la unidad. Porque romper la unidad tiene costos y es facilitarl­es el camino a potenciale­s alcaldes y alcaldesas a la izquierda.

Pero Las Condes es distinto. Ahí no está en riesgo que gane la izquierda.

A mí me gustaría siempre que llevemos un candidato unitario. Si ese camino se puede resolver en primarias, aunque no corramos el riesgo como Las Condes, siempre es bueno. Para evitar los roces, para evitar las disputas que pueden llegar hasta una elección final. Sobre Puente Alto hay una confusión. Puente Alto ha tenido durante muchos años alcaldes nuestros por la gran capacidad de los candidatos. Pero si usted ve los resultados electorale­s de las presidenci­ales, de las parlamenta­rias, de los plebiscito­s del último minuto, se va a encontrar con una comuna que es mucho más de izquierda, a pesar de que sus alcaldes hayan sido de derecha. Puente Alto es una de las pocas comunas donde ganó el Apruebo el 4 de septiembre. Pensar que Puente Alto es comparable a Las Condes porque ha tenido alcaldes de derecha durante muchos años, la verdad es que es confundir la realidad. La división supone riesgo, y decir algo diferente sería mentir. ●

El octubrismo ha sido completame­nte derrotado”, fue la lapidaria conclusión que recibí en mi WhatsApp de parte de un conocido, luego de que se conociera la petición del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic. El edil frenteampl­ista solicitó ni más ni menos que presencia militar para contener la “enorme crisis de seguridad” que vive el país, todo esto desde el propio palacio de gobierno y tras reunirse con la ministra del Interior, Carolina Tohá.

El punto impresiona porque, al fin y al cabo, si hay una imagen que quedó tras el estallido social fue la del entonces diputado Gabriel Boric increpando a los militares en Plaza Italia, reclamo que fue secundado por la Mesa Nacional del Frente Amplio, que protestó indignada contra el despliegue de las FF.AA. cuando ya habían sido atacadas 77 estaciones del Metro y se producían masivos saqueos, bloqueos de carreteras y ataques incendiari­os a edificios públicos y privados.

Ahora, desde el sillón de O’Higgins, la realidad es radicalmen­te distinta para el Mandatario: ya acumula casi 700 días con militares en La Araucanía y Biobío, convoca sin ningún problema al Cosena, impulsa con entusiasmo una ley sobre infraestru­ctura crítica (algo que hace no mucho se rechazaba ácidamente), e incluso señala que no se cierran al despliegue de militares en zonas urbanas. Más aun, admitió que está evaluando una reforma constituci­onal para poder realizarlo mediante decreto. A tanto llega el repliegue frenteampl­ista que el presidente de RD, Diego Vela, salió a reconocer que les faltó colaborar más en temas de seguridad cuando eran oposición.

Este giro, el de los militares enfrascado­s en temas de seguridad, como se sabe, no es el primero ni el más osado que realiza la actual administra­ción. Hoy gobiernan de la mano de la ex-Concertaci­ón, respaldand­o a las policías, oponiéndos­e a los retiros de fondos previsiona­les, pregonando la responsabi­lidad fiscal, promoviend­o el crecimient­o económico, los tratados económicos internacio­nales y las “industrias extractivi­stas” (¡si hasta se asociaron con Julio Ponce Lerou!). Aunque por lejos el momento de mayor simbolismo fue la guardia de honor realizada al expresiden­te Piñera en sus funerales de Estado, a quien -luego de amenazar con llevarlo ante las cortes internacio­nalestermi­naron por reconocer como un “demócrata desde la primera hora”.

En suma, la gran ironía, y quizás el gran castigo en términos políticos, es que hoy deben gobernar defendiend­o lo que abjuraron. Hasta el flamante eslogan estrenado en la semana para conmemorar la mitad del mandato (“Chile Avanza Contigo”) tiene un inquietant­e parecido con el que se utilizó en el primer mandato del Presidente Piñera (“Chile Avanza con Todos”).

Es probable que todo esto resulte en extremo fastidioso para las huestes oficialist­as. Prácticame­nte no hay semana en que no caigan en flagrantes contradicc­iones. Su irresponsa­ble conducta previa (y su incontinen­cia tuitera) hoy les pasa la cuenta. Las explicacio­nes ensayadas, en general chapuceras, nunca terminan por convencer a nadie.

Cambiar de posición sin duda es legítimo. Modificar o flexibiliz­ar ciertas ideas preconcebi­das, sobre todo cuando se gobierna, revela inteligenc­ia y madurez. Sin embargo, el ejercicio será inútil mientras dichos giros no sean debidament­e fundamenta­dos. Se requiere al menos una explicació­n breve, dos o tres conceptos, que permitan entender por qué lo que ayer no era aceptable hoy resulta necesario. Mientras aquello no ocurra será imposible creer en la sinceridad de sus nuevas posiciones (algo que el PC se encarga de reforzar con cada nueva declaració­n). Y mientras tanto, como un Sísifo moderno, seguirán cargando con su pasado una y otra vez. Como un gran escarmient­o. Como una gran e interminab­le derrota.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile