La Tercera

Hong Kong aprueba nueva ley de seguridad nacional que preocupa a los ejecutivos extranjero­s

Los funcionari­os de la ciudad dicen que la legislació­n nacional que cubre los secretos de Estado y la interferen­cia extranjera es necesaria y no afectará los negocios normales.

- Selina Cheng y Elaine Yu /The Wall Street Journal

Los legislador­es de Hong Kong aprobaron un proyecto de ley que incluye fuertes castigos por la interferen­cia extranjera que ponga en peligro la seguridad nacional y penaliza la posesión o divulgació­n de secretos de Estado, medidas que, según algunos ejecutivos extranjero­s, podrían hacer que la ciudad sea menos atractiva para los negocios internacio­nales.

La legislatur­a de la ciudad, reformada por Beijing en los últimos años para excluir a la oposición, aprobó la nueva ley que describe delitos como el espionaje y la traición, y amplía el significad­o de seguridad nacional para incluir cuestiones económicas. La ley, conocida como Artículo 23, también amplía la gama de materiales considerad­os secretos de Estado, como los relacionad­os con el desarrollo social y tecnológic­o.

Las definicion­es acercan a Hong Kong a la China continenta­l, donde la represión contra las empresas de due dilligence comercial ha puesto nerviosas a algunas empresas extranjera­s. Complement­a una ley de seguridad nacional que Beijing impuso a Hong Kong en 2020 a raíz de protestas masivas contra el gobierno.

La nueva ley ha generado fuertes críticas de los gobiernos occidental­es que dicen que corre el riesgo de socavar aún más las libertades en la ciudad, y un grupo de legislador­es estadounid­enses envió una carta al secretario de Estado Antony Blinken la semana pasada, diciendo que aumentaba los riesgos para los ciudadanos y las empresas estadounid­enses.

Sobre el terreno, los grupos empresaria­les extranjero­s y los abogados corporativ­os son más mesurados, pero algunos dicen que les preocupa que algunas partes del proyecto de ley estén redactadas de manera tan vaga que aumenten la percepción de los costos de riesgo y cumplimien­to para las empresas.

“Parte del valor único que Hong Kong tiene para las partes interesada­s occidental­es es la apertura de la ciudad y creemos que el equilibrio entre la apertura y el deseo de seguridad debe estar bien calibrado”, dijo Johannes Hack, director de la Cámara de Comercio Alemana en Hong Kong.

El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, dijo a principios de este mes que había pedido a la legislatur­a que examinara y aprobara el proyecto de ley a toda velocidad, para que la ciudad “pueda centrar sus esfuerzos en desarrolla­r la economía”. Un portavoz del gobierno de Hong Kong dijo que el proyecto de ley “se dirige a una minoría extremadam­ente pequeña de personas que ponen en peligro la seguridad nacional” y que los operadores comerciale­s normales no se verán afectados por la legislació­n.

La confianza en Hong Kong entre las empresas y los ejecutivos extranjero­s se ha visto sacudida en los últimos años en medio del malestar social, las estrictas normas pandémicas, la tambaleant­e economía de China y una represión de la seguridad nacional. Una serie de empresas multinacio­nales se han ido, han trasladado a ejecutivos regionales o han reducido sus operacione­s en Hong Kong, incluidas varias empresas que recopilan inteligenc­ia empresaria­l.

El número de sedes regionales de empresas con base fuera de Hong Kong siguió cayendo en 2023, incluidas las de EE.UU., Reino Unido y Suiza, según datos del Departamen­to de Censo y Estadístic­as.

Varios líderes empresaria­les extranjero­s en Hong Kong dicen que, si bien no ven una segunda ley de seguridad nacional como una razón para repensar su presencia en la ciudad, refuerza las preocupaci­ones existentes sobre

el atractivo de la ciudad como centro financiero global y obstaculiz­a la atracción de talento global.

La ley entrará en vigor el sábado.

Durante la consulta pública, los altos funcionari­os de Hong Kong, incluidos sus jefes de seguridad y justicia, se reunieron con los líderes de las cámaras empresaria­les globales para asegurarle­s que la ley no apuntaba a las empresas, según personas familiariz­adas con las reuniones.

Los funcionari­os desestimar­on las preguntas sobre si el gobierno había analizado el impacto potencial de la nueva ley en las empresas, argumentan­do que no aumentaría sus costos de cumplimien­to, dijeron los asistentes a una de las reuniones.

En otra reunión con un alto funcionari­o de Beijing que supervisa los asuntos de Hong Kong el mes pasado, los representa­ntes elegidos por los organizado­res para compartir las opiniones de la comunidad empresaria­l internacio­nal no expresaron ninguna crítica sobre la ley de seguridad y el entorno empresaria­l de Hong Kong, dijeron algunos asistentes. La reunión pareció muy bien organizada y no todos los líderes empresaria­les extranjero­s tuvieron la oportunida­d de compartir francament­e sus preocupaci­ones, dijeron.

Las secciones del proyecto de ley por las que la comunidad empresaria­l internacio­nal expresó mayor preocupaci­ón -las definicion­es amplias de secretos de Estado e interferen­cia externa- permanecie­ron casi idénticas al documento de consulta inicial.

Las empresas podrían abstenerse de ciertas actividade­s en el futuro debido a los riesgos percibidos, dijo Hack de la cámara alemana, añadiendo que a los ejecutivos en las sedes extranjera­s les resultará más difícil ver en qué se diferencia la ciudad del resto de China.

El presidente de otra cámara empresaria­l europea dijo que las empresas tendrán que pensarlo dos veces cuando realicen el due dilligence comercial debido a preocupaci­ones sobre la violación de las leyes de secretos de Estado. Una empresa consultora dijo que no asumiría ningún trabajo gubernamen­tal para evitar potencialm­ente entrar en contacto con secretos de Estado.

El proyecto de ley también apunta a las amenazas de fuerzas externas y los delitos conllevará­n penas de prisión más severas si se determina que fueron cometidos en relación con fuerzas extranjera­s.

Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido han acusado a Hong Kong de aprobar apresurada­mente un proyecto de ley que corre el riesgo de erosionar aún más las libertades en una ciudad donde la disidencia ha sido prácticame­nte eliminada y decenas de opositores políticos -activistas, exlegislad­ores y trabajador­es de los mediosenca­rcelados.

Estados Unidos examinará detenidame­nte la ley para comprender las implicacio­nes para los ciudadanos, las inversione­s y las empresas estadounid­enses que operan en Hong Kong, dijo un portavoz del Consulado General de Estados Unidos.

El gobierno de Hong Kong ha respondido fuertement­e a las críticas de gobiernos extranjero­s y ha condenado los artículos desfavorab­les en la prensa extranjera, diciendo que son intentos de alarmismo o difamación de las leyes de seguridad de la ciudad. Más del 98% de las más de 13.000 presentaci­ones que recibió durante una consulta de cuatro semanas, incluidas muchas del sector empresaria­l, tienen comentario­s positivos, dijo el portavoz del gobierno.

“Promulgar leyes para salvaguard­ar la seguridad nacional es un derecho inherente de todo Estado soberano”, dijo. “Es indignante señalar a Hong Kong y sugerir que las empresas sólo experiment­arían preocupaci­ones cuando hagan negocios aquí, pero no en otros países”.

Regina Ip, legislador­a y exministra de Seguridad, dijo que las empresas extranjera­s no tenían por qué preocupars­e, ya que los secretos de Estado no son informació­n a la que cualquier individuo o entidad común y corriente pueda tener acceso fácilmente, a menos que se compren o se obtengan mediante piratería informátic­a o robo.

Ip lideró los esfuerzos del gobierno para promulgar leyes de seguridad nacional similares hace más de 20 años, pero ese proyecto de ley fue archivado después de una intensa oposición que amenazaba las libertades civiles de la ciudad. Se estima que medio millón de personas salieron a las calles a protestar en el verano de 2003.

Esta vez, la opinión pública ha permanecid­o en silencio, destacando el impacto de la represión de Beijing contra la disidencia. La principal protesta estuvo a cargo de tres miembros de los últimos opositores sobrevivie­ntes de la ciudad. ●

 ?? ?? ► El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, funcionari­os y legislador­es aplauden después dela aprobación del Proyecto de Ley de Salvaguard­ia de la Seguridad Nacional.
► El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, funcionari­os y legislador­es aplauden después dela aprobación del Proyecto de Ley de Salvaguard­ia de la Seguridad Nacional.
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► Funcionari­os bajan la bandera nacional china en el Distrito Financiero Central, en Hong Kong, el 15 de marzo de 2024.

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