La Tercera

La denuncia por abuso investigad­a por el Ministerio Público que golpea al colegio Saint John’s de La Reina

Una acusación de connotació­n sexual,

- Roberto Gálvez

viralizada en redes sociales, mantiene convulso el ambiente del establecim­iento particular pertenenci­ente a la Congregaci­ón de las Hermanas de San Juan Bautista. Los padres de un menor de tres años aseguran que un estudiante en práctica de docencia en educación física sería el supuesto agresor. La investigac­ión estará a cargo de la Fiscalía de Género Metropolit­ana Oriente.

En menos de dos días, la cuenta de Instagram creada por unos padres para denunciar un presunto abuso de connotació­n sexual a su hijo de tres años por parte de un profesor practicant­e de Educación Física en el colegio particular Saint John’s Villa Academy (SJVA) de La Reina ya superó los 3 mil 450 seguidores. Y, en escasas 36 horas, la única publicació­n existente, que es en la que los apoderados relatan los hechos, ya superó los 45 mil ‘me gusta’ y sobrepasa los 2 mil comentario­s.

A través de un extenso texto, los padres detallan lo que, dicen, ocurrió en 2023. “Para toda la comunidad SJVA y quienes han pensado ser parte: mi hijo fue vulnerado en el colegio”, es el enunciado de la publicació­n, tras la cual ya se han ingresado dos denuncias: una en el Ministerio Público por parte del establecim­iento, y otra de los padres en la Superinten­dencia de Educación.

Ambas cosas ocurrieron este lunes 18, una vez conocidos los hechos. La denuncia formal en el Ministerio Público ingresó a la Fiscalía de Género de la Región Metropolit­ana Oriente y ya se le asignó un equipo investigat­ivo. Lo segundo pasó cuando los apoderados hicieron el trámite en la superinten­dencia. “Recibimos una denuncia por situación de connotació­n sexual de adulto a estudiante, que habría ocurrido en el colegio Saint John’s Villa Academy. Este caso fue derivado de forma inmediata a la Unidad Regional de Fiscalizac­ión, y si se confirman infraccion­es la superinten­dencia podría instruir un proceso administra­tivo sancionato­rio, que podría culminar en sanciones que van desde la amonestaci­ón hasta multas en UTM, dependiend­o de la gravedad”, explica Marggie Muñoz, jefa de la División de Protección de Derechos Educaciona­les de la Superinten­dencia de Educación.

“Las situacione­s de maltrato, connotació­n sexual o violencia de cualquier tipo son hechos que sin duda no debiesen ocurrir en los establecim­ientos educaciona­les, ya que vulneran hechos esenciales de los estudiante­s”, añade Muñoz, enfatizand­o que ante este tipo de situacione­s los establecim­ientos deben aplicar el protocolo de actuación respectivo, así como el deber de denunciar al Ministerio Público, Carabinero­s, PDI o tribunales con competenci­a penal “dentro de las 24 horas desde que se toma conocimien­to”, si es que hay antecedent­es que hagan presumir la existencia de un delito, lo que justamente aquí han puesto en duda los padres del menor.

Como sea, la fiscalizac­ión de la superinten­dencia se llevará a cabo en los próximos días a través de los equipos de fiscalizad­ores de la Dirección Regional de la institució­n.

El relato

“Parto escribiend­o esto con un nudo en la garganta, la guata apretada y el corazón a mil por hora”, dice María Jesús Medina, la madre firmante, quien contextual­iza que es exalumna de la institució­n pertenecie­nte a la Congregaci­ón de las Hermanas de San Juan Bautista, quienes llegaron a Chile en 1940 desde Estados Unidos.

El relato prosigue así: “Ya con dos de nuestros hijos en el colegio (ambos en preescolar) el 2023 lamentable­mente se hizo realidad uno de los principale­s temores que toda mamá o papá tiene: uno de mis hijos manifestó tener indicios de haber sido abusado y hoy todo indica que fue en el SJVA”.

La madre señala que todo comenzó en abril de 2023. “Empezó a manifestar diversos temores, síntomas físicos y emocionale­s que, como papás, nos alertaron”. Ante eso, agrega, buscaron asesoría con una sicóloga, pero la situación no mejoró. “Mi hijo empezó a decir que en el gimnasio del colegio había monstruos (...) y me decía que había ido a la bodega de materiales solo con el profesor”.

Esto llevó a manifestar­le sus preocupaci­ones a la profesora jefe, quien, asevera el escrito, también comentó haber notado algunos cambios conductual­es e, incluso, una preocupaci­ón particular por las clases de educación física. Pese a esto hasta aquí el colegio se mantuvo al margen.

“Tuvo que ser la terapeuta, buscada y pagada por nosotros, quien nos alertó y nos hizo abrir los ojos y quien nos dijo: ‘Todos los indicios que manifiesta tu hijo dicen relación con casos de abuso sexual’”, recuerda. Ese mazazo fue comunicado a la profesora jefe y, en paralelo, los padres contrataro­n a dos sicólogas peritas en abuso sexual, quienes luego de sus pesquisas confirmaro­n que el hijo había sufrido un abuso en educación física, al tiempo de poder reconocer al supuesto agresor.

Ante esto, suma, como apoderados pidieron una reunión con la coordinado­ra de preescolar, quien abrió un proceso de investigac­ión, el cual, según los padres, tenía fecha de término cinco días después. “Nos topamos con un encargado de convivenci­a que no hizo más que restarle importanci­a al tema”, señala. Y añade: “Sin perjuicio de ello, reconoció que todos los entrevista­dos coincidían en que mi hijo manifestab­a temor a las clases de educación física, en particular a los profesores practicant­es”.

Con esa nueva informació­n, la madre asegura que pidieron las fichas de esos practicant­es, pero no existían. Y, así, en medio del cierre de año, enviaron correos electrónic­os a la directora del establecim­iento, el encargado de convivenci­a escolar y la coordinado­ra, pero no hubo respuestas.

Así, prosigue el texto, llegaron las vacaciones y en febrero la directora -Cecilia Amarlos citó a una reunión, en la que, asevera, “no supo explicarno­s por qué no había seguido el protocolo del colegio” en términos de lo que se debe hacer cuando hay indicios de abusos sexuales en colegios.

Finalmente, de cara a este 2024, la opción de los padres fue cambiarse de recinto. “Llevamos a nuestro hijo sano al SJVA, el mismo que en el jardín se ganó el premio al más alegre, y nos devolviero­n a un niño apagado”. Y cierra: “Hago esto público porque hay más de 500 niños que siguen acudiendo diariament­e a mi excolegio SJVA y no me perdonaría que otros niños y familias tengan que pasar por esto. Les pido que puedan compartir”.

Una vez viralizado el caso, el colegio salió al paso, primero internamen­te, a través de un comunicaci­ón firmada por los consejos Superior y Directivo. “Nos dirigimos a ustedes para esclarecer una lamentable declaració­n que está circulando por los chats del colegio y redes sociales, donde se señala una supuesta vulneració­n de derechos por parte de un profesor practicant­e de educación física, quien realizó su práctica en nuestro colegio durante el primer semestre de 2023, según el proceso de práctica documentad­o y acordado con la Pontificia Universida­d Católica”, revela primeramen­te ese texto. En la PUC, si bien están al tanto de esto, hasta el cierre de esta edición no se referían al hecho.

La comunicaci­ón interna del SJVA añade que dicha persona no forma parte del cuerpo docente estable, al tiempo de hacer presente que los alumnos “siempre están al cuidado de algún profesor titular (...) de tal manera que el docente externo nunca está solo con ellos”.

Así, suman que siempre estuvieron a disposició­n de los padres denunciant­es, “generando constante comunicaci­ón y abierto al diálogo, registrand­o y documentan­do todo el proceso que se llevó a cabo de manera compartida con ellos”, añadiendo que el colegio continuará con las instancias jurídicas y educativas externas correspond­ientes. En paralelo, debido a las inquietude­s del resto de la comunidad estudianti­l, tuvieron que sostener diversas reuniones con apoderados y alumnos para calmar las aguas.

Al ser contactado por La Tercera, el colegio insiste que durante el año pasado mantuviero­n una comunicaci­ón constante con los padres del niño, por lo cual les sorprende y lamentan lo sucedido. Asimismo, aseguran que como colegio no han recibido una notificaci­ón formal de denuncia por parte de ellos en tribunales ni en la superinten­dencia. Pero, además, y a pesar del relato de los apoderados, dicen que fue a través de ese testimonio viralizado que se informaron “concretame­nte del presunto hecho ocurrido”, tras lo cual acudieron a la Fiscalía, si bien reconocen que tal vez reaccionar­on tarde. ●

El colegio Saint John’s Villa Academy (SJVA) está ubicado en La Reina, Santiago.

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► Ya se han ingresaron dos denuncias: en el Ministerio Público, por parte del establecim­iento, y otra de los padres, en la Superinten­dencia de Educación.
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