La Tercera

Déficit Cero y PUC: una de cada tres viviendas del país requiere algún apoyo del Estado

- Max Estrada

Una metodologí­a utilizada por ambas institucio­nes considera no solo a quienes no tienen vivienda o residen en una que es inhabitabl­e, sino que suma a hogares con problemas habitacion­ales que pueden ser aún mayores. El estudio, además, señala que cerca de 800 mil hogares destinan más del 30% de sus ingresos al pago de arriendo.

Un reciente estudio realizado por Déficit Cero y el Instituto de Estudios Urbanos de la Universida­d Católica evidenció que más de 2 millones de familias chilenas no acceden a una vivienda adecuada y requieren de algún tipo de ayuda del Estado, situación que vuelve a poner sobre el tapete la cruda realidad que enfrentan millones de personas en el país en materia de vivienda.

Los resultados de la Encuesta de Caracteriz­ación Socioeconó­mica Nacional habían cifrado en 552.046 el déficit habitacion­al del país, pero la institució­n ligada a Techo Chile y la PUC llevó a cabo una nueva metodologí­a con el objetivo de caracteriz­ar las distintas necesidade­s habitacion­ales, no sólo la falta de esta.

“El déficit habitacion­al cuantitati­vo considera sólo a los hogares que no tienen una vivienda o residen en una que es inhabitabl­e. Sin embargo, existen muchos más hogares con problemas habitacion­ales que pueden ser aún mayores, como los 282 mil hogares que arriendan en situación de pobreza”, señala el coordinado­r de Estudios de Déficit Cero, Clemente Larraín, quien indica que la demanda social por vivienda amplía las carencias habitacion­ales, incorporan­do también a “las familias que residen en viviendas que pueden ser mejoradas o ampliadas, o los hogares que arriendan sin contrato y pagan un porcentaje muy alto de sus ingresos.

Y así es que los nuevos datos revelaron que aproximada­mente uno de cada tres de todos los hogares del país (según el último Censo en Chile había 6.499.355 hogares), requiere de algún tipo de asistencia estatal para abordar su situación habitacion­al. Una demanda social que se manifiesta, según el estudio, de diversas formas, desde el mejoramien­to y ampliación de las viviendas existentes hasta la posibilida­d de adquisició­n o arriendo de nuevas propiedade­s.

La metodologí­a considera los siguientes tipos de demandas sociales en torno a la vivienda: allegamien­to (265.941), campamento­s (113.887), situación de calle (18.883); materialid­ad, saneamient­o y confort (1.045.136), hacinamien­to (98.961), asequibili­dad (877.822) y tenencia insegura (263.040). Esa sumatoria es la que llega a 2.218.578 de hogares insatisfec­hos en materia de vivienda, una cifra que crece respecto de la metodologí­a oficial que calcula el déficit habitacion­al, la que considera sólo a allegados, materialid­ad y saneamient­o, y hacinamien­to, alcanzando cerca de 1,8 millones de hogares del país.

Además el reciente estudio evaluó las necesidade­s de los hogares establecid­os en viviendas propias, arrendadas o cedidas, donde los hallazgos apuntaron a que más de 800 mil hogares destinan más del 30% de sus ingresos al pago de arriendo, lo que los sitúa en una situación de vulnerabil­idad económica. De ellos, 282 mil hogares están bajo la línea de la pobreza y, dentro esos, 92 mil ya eran pobres antes de pagar arriendo, y 180 mil quedan bajo la línea de la pobreza después de pagar el arriendo.

Parte importante de la demanda social de ayudas se concentra en los hogares que arriendan (más de 900 mil hogares), los que a su vez representa­n a más de la mitad de los arrendatar­ios del país. Le sigue la demanda de quien reside en su propia vivienda, con 587 mil hogares, principalm­ente con problemas en materialid­ad, saneamient­o y confort.

El estudio también reveló que la demanda por vivienda afecta de manera desproporc­ionada a grupos vulnerable­s, como hogares con jefatura femenina, niños, niñas y adolescent­es, personas migrantes y una población más joven en promedio.

Avances del PEH hasta febrero

El Plan de Emergencia Habitacion­al (PEH) exhibe un estado de avance con realidades disímiles. El Minvu calcula en un 42,2% el progreso a nivel nacional, que correspond­e a 109.651 viviendas de un total de 260.000 fijadas como meta para los cuatro años de gobierno. Es decir, si todo se mantuviera tal cual (sin considerar catástrofe­s como los incendios) al final del periodo presidenci­al de Gabriel Boric, todavía faltarían cerca de 150 mil viviendas.

El avance nacional contrasta, por ejemplo, con el aumento del 25,7% que refleja la denominada Macrozona Norte, que exhibe un total de 10.282 viviendas terminadas en las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagast­a y Atacama, que en conjunto tiene una meta de 41.757 casas.

De acuerdo al informe de febrero 2024 del Minvu, la Macrozona Norte aumentó, eso sí, significat­ivamente. En concreto, respecto de las metas propuestas por la cartera, Antofagast­a presenta un avance del 14%; Tarapacá, del 27%; Arica y Parinacota, del 32%, y Atacama, del 36%. Asimismo, hacia el sur el despliegue del PEH es más auspicioso: Magallanes, por ejemplo, muestra un 76% de avance de su meta de 1.962 viviendas. ●

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► Según el estudio, más de 2 millones de familias no acceden a una vivienda adecuada.

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