La Tercera

Postulació­n del PC sin marcha atrás: aspiración a presidenci­a de la Cámara deja sin margen al pragmatism­o de La Moneda

La posibilida­d de aplazar nuevamente las aspiracion­es de ese partido no ofrece alternativ­as políticame­nte aceptables para el oficialism­o y el gobierno.

- José Miguel Wilson

Nunca, en sus más de 112 años de historia, el PC ha liderado una de las ramas del Congreso.

El hecho histórico, sin embargo, es solo un ingredient­e más del complejo camino que tiene por delante la bancada comunista para que uno de sus militantes presida este año la Cámara de Diputados.

En los últimos dos año ha habido dos intentos fallidos: dos postulacio­nes que se bajaron incluso antes de medirse en una votación en la sala.

No obstante, a diferencia de las carreras pasadas, en esta ocasión en el oficialism­o y en el propio gobierno se ha ido llegando al convencimi­ento de que la postulació­n del PC ya no tiene marcha atrás. Una tercera postulació­n abortada, además, sería casi una humillació­n.

El jefe de bancada de los diputados comunistas, Luis Cuello, señala que “mantenemos nuestra postura de que al PC le correspond­e asumir en la mesa. Somos una bancada relevante (con 12 miembros), por lo tanto, tenemos toda la legitimida­d para poder encabezar responsabi­lidades como la presidenci­a de la Cámara”.

Cuello agrega los “temores que ha levantado la derecha” respecto de que el PC no da garantías para conducir el debate en la sala “son infundados”, y puso como ejemplo el papel que ha desempeñad­o la actual vicepresid­enta de la corporació­n, Carmen Hertz (PC).

Al igual que Hertz, en el pasado el exdiputado comunista y actual presidente de la colectivid­ad, Lautaro Carmona, también ejerció como vicepresid­ente.

Sin embargo, la titularida­d de esta rama del Congreso es lo que le sigue penando al PC. Incluso, en el partido sostienen que ganar la presidenci­a de la Cámara es un peldaño más en una estrategia para ir derribando prejuicios que aún pesan sobre sus militantes.

Sin margen

En las anteriores postulacio­nes del PC, que fueron bajadas antes de la votación, el gobierno hizo gala de su pragmatism­o y muñeca política para salvar el control de esta rama del Congreso, evitando a última hora derrotas frente a la derecha.

La gran diferencia es que ahora La Moneda no tiene alternativ­as políticame­nte aceptables para asegurar una victoria, que en el mejor escenario sería ajustada con un desenlace fotográfic­o como en la hípica.

Una alternativ­a, por ejemplo, habría sido buscar un acuerdo administra­tivo con la oposición para repartirse los espacios de poder en la Cámara. No obstante, la derecha no está interesada, pues confía en que este año podrá arrebatarl­e la presidenci­a de la corporació­n al oficialism­o, tal como ocurrió en el Senado.

Según confirmó la nueva jefa de bancada de RN, Ximena Ossandón, desde la mesa apuestan reconfigur­ar la composició­n de comisiones legislativ­as, donde la derecha quedó relegada a un condición de minoría, por ejemplo, en instancias estratégic­as como Hacienda, Constituci­ón, Educación y Trabajo. Esa fue una secuela del pacto administra­tivo de marzo del 2022, donde el oficialism­o marginó a la derecha, lo que a la larga acentuó la agresivida­d de la oposición en la Cámara.

Otra alternativ­a podría ser plegarse a la candidatur­a de la diputada Joanna Pérez (Demócratas) o de otro miembro de esa bancada, que ya tiene un preacuerdo con la derecha. De hecho, la estrategia de Chile Vamos (UDI, RN, y Evópoli) pasa por ceder la presidenci­a a Pérez, a cambio de tomar un mayor protagonis­mo en las comisiones. Sin embargo, para el oficialism­o ello implicaría validar el descuelgue de Demócratas -que al menos hasta el año pasado tenía un compromiso de palabra para apoyar al PC-, pero que hoy está en un proceso de conformaci­ón de una alianza política con la oposición.

La otra salida es cederle la presidenci­a a uno de los tres diputados del Partido de la Gente (PDG), Gaspar Rivas, Rubén Oyarzo o Karen Medina, quienes exigen que se les respete un período en la conducción de la Cámara. El problema para el gobierno es que el PDG también está en conversa

ciones con la oposición para ejecutar pactos por omisión en las próximas elecciones municipale­s y regionales. Para el oficialism­o no hay garantías de que existirá una sintonía fina entre el Ejecutivo y PDG (si es que uno de sus diputados llega a la presidenci­a) en el manejo de la agenda legislativ­a, sobre todo en meses que pueden ser la última ventana de La Moneda para sacar sus reformas estructura­les.

El accidentad­o pacto

Si bien el pacto administra­tivo, suscrito en marzo de 2022 (en que el oficialism­o y las fuerzas no alineadas como la DC y el PDG acordaron rotarse cada siete u ocho meses en la testera de la corporació­n), le asignaba un período al PC, ello se ha ido postergand­o por factores políticos y coyuntural­es.

Originalme­nte, la diputada Karol Cariola (PC), en representa­ción de su comité, iba a asumir en noviembre de 2022, pero su rol en la fallida campaña del Apruebo, el bloqueo a los retiros de fondos previsiona­les y la ofensiva judicial de sectores de izquierda contra el exdirector del INDH Sergio Micco fueron los argumentos que dieron diputados de la DC y del PDG para poner en duda el apoyo a la carta comunista.

Anticipánd­ose a una derrota, dado el pesimista diagnóstic­o que tenía entonces La Moneda, el PC accedió a bajar la postulació­n de Cariola para rebarajar el escenario. En esos momentos la derecha había logrado un preacuerdo con algunos diputados del PDG y la DC, que se resistían a votar por una comunista para dirigir la Cámara.

Ante el riesgo de que el factor “anticomuni­sta” ayudara a la derecha a apoderarse del control de la Cámara, en una muestra de su pragmatism­o, el gobierno hizo un enroque y postuló al diputado Vlado Mirosevic (liberal), quien a pesar de haber sido vocero del Apruebo al igual que Cariola, tenía una menor carga política en contra. Al final Mirosevic se impuso con frágil mayoría de 77 votos, a pesar de que gran parte de la DC y el PDG se restaron para apoyar a Miguel Ángel Calisto (entonces militante democratac­ristiano).

El triunfo fue celebrado con efusividad por la entonces ministra secretaria general de la Presidenci­a, Ana Lya Uriarte.

El hecho repercutió en el PDG y en la DC y aceleró una fractura que ya se venía evidencian­do en ambas colectivid­ades. Algunos de sus exmilitant­es terminaron plegándose al recién constituid­o Partido Demócratas.

Ese enroque de Mirosevic por Cariola, sin embargo, no despejó el camino para que los comunistas pudieran llegar a la presidenci­a de la Cámara.

Para algunas bancadas el enroque implicaba que el PC quedaba al final del calendario para presidir la corporació­n en los últimos meses del período legislativ­o (asumiendo el turno que le tocada originalme­nte a los liberales). Para otros, sin embargo, ese enroque implicaba que la lista se corría y que después de la gestión de Mirosevic correspond­ía que un comunista asumiera la posta.

Este choque de interpreta­ciones provocó un nuevo trance. En julio de 2023 el PC exigió que se les respetara el cupo, pero la DC aumentó la presión sobre La Moneda para que se les entregara el siguiente turno.

El pragmatism­o del gobierno volvió a imponerse. Ante la necesidad de aglutinar una base de apoyos para las reformas emblemátic­as y ante el nuevo riesgo de perder la presidenci­a si se insistía en una carta PC, el actual ministro secretario general de la Presidenci­a, Álvaro Elizalde, logró articular un nuevo entendimie­nto. Al final se le concedió el turno en la presidenci­a a la Falange, que a cambio firmó un documento para respaldar a los comunistas al cabo de ocho meses. Los Demócratas, en tanto, se comprometi­eron de palabra. Gracias a ese acuerdo el diputado Ricardo Cifuentes (DC) fue elegido con una mayoría de 83 votos.

Sin embargo, lo que parecía un pacto para permitir que los comunistas llegaran por fin a la presidenci­a de la Cámara volvió a desmoronar­se.

El giro de Demócratas a la derecha, en medio de un proceso de negociacio­nes con miras a un futuro pacto electoral, llevó a desahuciar ese entendimie­nto.

A juicio de Cuello, el PC espera que las fuerzas que suscribier­on ese compromiso “cumplan con su palabra”.

Sin embargo, ese acuerdo dejó afuera al PDG, por lo que esta bancada no se siente obligada a respaldar al PC en esta próxima elección de mesa de la Cámara, que ya está programada para el 15 de abril. ●

 ?? ?? ► Bancada de Diputados del Partido Comunista.
► Bancada de Diputados del Partido Comunista.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile