¿Qué tan importante es la almohada para dormir bien?
Sabemos que para incentivar un buen descanso nocturno es importante contar con un ambiente propicio: libre de luz y de ruido, con temperatura fresca pero no fría y algo de ventilación. Pero dónde dormimos también es relevante: el colchón, la ropa de cama y la almohada, sobre la que apoyamos la cabeza y le confiamos nuestros últimos pensamientos.
“La comodidad es un factor clave para garantizar una conciliación y calidad del sueño adecuadas, y en este sentido, la elección de la almohada desempeña un papel fundamental”, sostiene Álvaro Vidal Santoro, neurólogo especialista en trastornos del sueño de Clínica Somno.
De todas formas, el doctor explica que no es necesario buscar almohadas muy tecnológicas o con múltiples funciones adicionales. “La clave es seleccionar una almohada que esté en buen estado, sea cómoda y ofrezca el nivel de firmeza adecuado para cumplir su objetivo ergonómico”. Esto es lo importante:
La altura: De acuerdo a los expertos, las almohadas deben tener una altura de entre 2 y 5 centímetros. Vidal aconseja que ésta sea de 3 a 4 centímetros, para “garantizar un buen soporte para la cabeza y el cuello”, y así conseguir una posición neutra respecto a la columna. Almohadas más altas pueden tender a generar tensión en el cuello y hombro. Sin embargo, quienes sufren de apneas del sueño o reflujo o tienden a roncar mucho, requieren de indicaciones médicas específicas. Generalmente, en estos casos se aconseja una postura “semisentado”, por lo que almohadas de 10 centímetros de altura podrían ser útiles.
La postura: La postura que cada cual acostumbra para dormir también es un factor a considerar al momento de elegir una almohada. Si se duerme de lado (decúbito lateral), de espalda (supina) o boca abajo (prono), puede ser relevante para definir la altura ideal de ésta.