La Tercera

LO QUE TIENES QUE SABER

- Por Eugenia Fernández G.

“Más Narbona, menos Craig”. La Moneda demoró casi una semana en explicar el acertijo que el Presidente Gabriel Boric dijo al poner en marcha una planta desaladora de la minera Los Pelambres, en Coquimbo. Al menos cuatro ministros fueron consultado­s durante la semana sobre su significad­o -Marcel, Grau, Jara e incluso la vocera Vallejo-, pero fue la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien dio la respuesta. Y es que, tal como se especuló, la referencia de Boric apuntó a Andrónico Luksic Craig y, por error, al segundo apellido de su hermano, Jean-Paul Luksic Fontbona. “En la frase del Presidente, Narbona (aludiendo a Fontbona) es constructi­vo”, dijo Tohá. La frase habría pasado por una “boricicosa” -por decirlo de alguna forma- si no hubiera sido, primero, porque la dijo de invitado principal en una actividad de una empresa propiedad de los Luksic. Segundo, porque antes de ello había conminado al mundo empresaria­l a abandonar la “soberbia paternalis­ta que lleva a emitir juicios denigrator­ios a gobiernos que obedecen a la voluntad popular”. Y tercero -y esto es lo que pocos entienden-, porque La Moneda y el propio Mandatario se han encargado de reforzar el discurso pro-acuerdos para concretar sus reformas, mientras, en paralelo, entregan señales contradict­orias, emporcando su relación con distintos sectores en medio de un complejo momento económico y político. En esto no ayudaron mucho -por cierto- las declaracio­nes del senador comunista Daniel Núñez, quien esta semana llamó al gobierno a “convocar a la presión ciudadana para sacar adelante las reformas, porque en el Senado tenemos un quiebre brutal”. Como era de esperar, eso desató las críticas de la oposición, y también de los propios, sobre todo de los partidos del Socialismo Democrátic­o, donde enfatizaro­n que el gobierno está buscando acuerdos. Sin embargo, recibió el apoyo de Revolución Democrátic­a: el partido respalda el paro nacional que encabeza la CUT para el próximo 11 de abril.

En otro tema, la inesperada oposición de la alcaldesa Evelyn Matthei a la propuesta del Servel de realizar la elección municipal y de gobernador­es de octubre en dos días sacudió a la derecha. “La posibilida­d de fraude es enorme”, dijo, sin argumentar el porqué y abriendo una fisura entre diversas figuras de su sector. Lo cierto es que ello ya ocurrió en 2020, a propósito de la pandemia, sin reparo alguno, y a estas alturas es grave sembrar un manto de duda sobre el sistema electoral chileno.

Por último, si de hechos inesperado­s se trata, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un proyecto de resolución que pide un alto el fuego inmediato en Gaza entre Hamas e Israel. Lo inédito fue que EE.UU., aliado histórico de Israel, se abstuvo en la votación, lo que permitió que esta se aprobara, transparen­tando las tensiones entre ambos países a casi seis meses de que estallara la guerra en Medio Oriente, y en plena campaña por la reelección del actual Presidente Joe Biden.

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