Las maniobras de Restrepo para evitar juicio por malos tratos y discriminación
La exatleta pasó de desestimar las acusaciones de Poulette Cardoch y Berdine Castillo a buscar una conciliación en el proceso que lleva el Comité Nacional de Arbitraje Deportivo.
Ximena Restrepo vuelve a la palestra, ya que se fijó para el 12 de abril la audiencia que resolverá las acusaciones de malos tratos y discriminación que la involucran a ella y al entrenador Marcelo Gajardo, en contra de las atletas Poulette Cardoch y Berdine Castillo.
Mientras la exgerenta de Deportes de la Corporación Santiago 2023 optó por el silencio, su esposo Gert Weil criticó a las acusadoras. “Era una discusión técnica-deportiva. Debatible, pero que se les salió de madre y se convirtió en actos de abuso, discriminación, racismo”, dijo en Agricultura.
Si bien la medallista de bronce de Barcelona 92 no ha abordado públicamente la situación, sí se ha dejado ver en algunos eventos, como el Grand Prix Atlética Chilena, donde abordó a las competidoras, entre ellas, a Cardoch, con la intención de conciliar. “Ese día se me acercó Ximena Restrepo consultando si podía haber una instancia para hablar. Le dije que no podía, que prefería que no, pero de todas formas me siguió hablando en pleno campeonato. Ese acercamiento fue para hablar sobre la conciliación”, reveló la deportista en LUN.
Varias fuentes coinciden en que la nueva estrategia tiene que ver con su posición en World Athletics, donde Restrepo ejerce como vicepresidenta senior, ya que, ante una eventual salida de Sebastian Coe de la testera para postular al sillón del COI, ella debe sustituirlo de forma interina.
Sobre Restrepo también pesa una acusación de malos tratos contra un oficial de control de dopaje puertorriqueño, en Santiago 2023. La denuncia fue presentada por la Comisión Nacional de Control de Dopaje ante Panam Sports. La exatleta irrumpió en el lugar a viva voz en búsqueda de su hija Martina Weil, quien estaba siendo controlada. Ahí se presentó exigiendo explicaciones por la demora en el procedimiento e increpando a los encargados del acceso.
Tras enterarse de que su hija había sido sometida a un examen de sangre, exclamó “que cuántas veces” y que a la deportista “la estaban mutilando”. Sin embargo, lo más grave habría ocurrido después, cuando la en ese entonces funcionaria de la corporación expresó que todos los miembros del personal de control de dopaje eran unos “hijos de puta”, junto con empujar la puerta. ●