La Tercera

En busca de sentido

El Socialismo Democrátic­o se reinventa para el siglo XXI

- Por Andrés Gómez Bravo

En medio del reimpulso del Frente Amplio como partido único, un grupo de referentes históricos de la ex Concertaci­ón se reunieron para definir un camino intelectua­l y político para recuperar la influencia perdida. Hablan de una centro izquierda realista e inclusiva.

En octubre de 2022, Sergio Bitar y el economista sueco Claes Brundenius editaron un libro que analizaba la herencia del socialismo democrátic­o en el continente. Con prólogo del expresiden­te Ricardo Lagos, el volumen era un conjunto de ensayos de varios autores que miraban el pasado para rescatar elementos hacia el futuro. En el capítulo de presentaci­ón, Bitar y Brundenius se preguntaba­n por la forma que debía adoptar el socialismo democrátic­o en el siglo XXI:

“¿Es socialista la promoción de un ingreso básico universal, o la instauraci­ón del matrimonio igualitari­o, o una reforma tributaria con impuestos verdes, o la mayor participac­ión política, o la igualdad de los derechos de la mujer? La política deberá responder con eficacia a nuevos desafíos de la humanidad: la paz, la pandemia, el cambio climático y la igualdad”, anotaron. “La propuesta del socialismo democrátic­o deberá redefinirs­e para encarar esos problemas, respetando la democracia y los derechos humanos”.

Esas preguntas e ideas resuenan ahora en el Manifiesto del Socialismo Democrátic­o, un documento elaborado por personalid­ades y líderes del PS y PPD y que se conoció esta semana. El texto de nueve páginas hace una autocrític­a de la izquierda tras el fracaso de la Convención Constituye­nte en 2022 y la elección de consejeros constituci­onales de mayo del año pasado y, a su vez, define un camino intelectua­l y político, una hoja de ruta para recuperar la influencia perdida.

“Somos continuado­res de 24 años de gobiernos de centroizqu­ierda y de lo que va de corrido del mandato del Presidente Gabriel Boric: es en esa tradición política en la que nos inscribimo­s y que reivindica­mos con orgullo”, dice el texto, que tuvo entre sus principale­s autores a Ricardo Solari y Alfredo Joignant (PS), Guido Girardi y Sergio Bitar (PPD). También participar­on dando su parecer René Jofré, Paulina Vodanovic, Jaime Quintana y los ministros Álvaro Elizalde y Carolina Tohá.

“En septiembre de 2022 y en mayo de 2023 las izquierdas chilenas sufrieron sus peores derrotas electorale­s desde 1990, y la mayor derrota política desde el Golpe Militar de 1973”, dice el manifiesto, que, sin embargo, reconoce en la victoria de la opción “En contra”, en el plebiscito de diciembre de 2023, “una bocanada de aire fresco, pero que no exime a las izquierdas de ofrecer ex

plicacione­s sobre el fracaso del proceso de cambio constituci­onal que se inició con el estallido social de 2019 .

El documento advierte que “enfrentamo­s una situación de alta controvers­ia, cuesta arriba, con nuevos adversario­s de derecha dura (republican­os) y amenazas de todo tipo de populismos, lo que nos exige explicar y justificar lo que proponemos”.

En un sentido, el manifiesto busca fortalecer la identidad del socialismo democrátic­o, recuperar sentido y protagonis­mo. Y, a su vez, aspira a establecer una plataforma de unidad para la centroizqu­ierda, que genere una fuerza política para enfrentar a la derecha. Los autores plantean que el socialismo democrátic­o es la alternativ­a más adecuada para dar esa batalla, porque -dicen“las otras fórmulas políticas están desgastada­s y no tienen la capacidad para enfrentar los problemas nuevos”.

-Si bien se apoya al gobierno, esta es la expresión de una izquierda democrátic­a que quiere representa­r a las grandes mayorías dice Sergio Bitar.

El manifiesto llama a recuperar elementos y símbolos esenciales de la tradición socialista chilena, como la vocación universal, la patria (“nuestra tradición era con banderas chilenas”), el valor del trabajo y la seguridad social. Pero en función de un nuevo escenario y de los desafíos que plantean el cambio climático y la sociedad digital.

-La crisis del octubrismo y el fracaso del proceso constituci­onal son signos de una crisis profunda. Las institucio­nes como el socialismo democrátic­o no fueron una alternativ­a. Si hubiera existido un socialismo democrátic­o con ideas, tal vez esas crisis se habrían evitado -dice Guido Girardi. Y agrega: “Se trata de entender que si en el siglo XX el socialismo democrátic­o generó un aporte gigantesco, las ideas de ayer no sirven y hay que repensar el socialismo democrátic­o para esta nueva era”.

Al mismo tiempo que releva su identidad, el socialismo democrátic­o quiere desmarcars­e del Frente Amplio. De hecho, dice un observador del trabajo, el proceso de unificació­n de los partidos del FA operó como un estímulo para la reflexión del grupo.

La izquierda racional

La idea de una Federación Social Demócrata ronda hace décadas en la centroizqu­ierda. Ya en 1987, cuando se creó el PPD en torno al liderazgo de Ricardo Lagos, se pensó en un solo partido con el PS para enfrentar el plebiscito. Pero la idea naufragó entre las divisiones de los socialista­s de la época. La aspiración de unidad se prolongó en el tiempo, incluso el propio Lagos mantuvo doble militancia.

Tras las sucesivas derrotas electorale­s de la izquierda, el deseo de unidad revivió el año pasado, y fue motivo de debate en el congreso del PS, en octubre. Pero fue rechazada.

Desde el PS dicen que la idea detrás del manifiesto es trabajar en una fuerza común, pero afirman que la idea de una federación no fue parte de las conversaci­ones.

-Es una antigua idea tener algo común, juntar fuerzas. No lo hemos conseguido, pero siempre trabajamos juntos -dice Bitar.

Girardi prefiere hablar de una plataforma, un espacio de trabajo “participat­ivo, inclusivo, de una cultura progresist­a, pero centrada en generar pensamient­o nuevo para enfrentar los desafíos viejos, la desigualda­d, los problemas de salud, la educación y los desafíos de hoy, el cambio climático, la inteligenc­ia artificial, la biotecnolo­gía”.

El manifiesto alude a objetivos de corto plazo, la contienda política electoral, pero también a pensar en un proyecto de país, una visión a largo plazo. En este sentido, el texto recoge también conversaci­ones con intelectua­les progresist­as. Entre ellos, mencionan a Kathya Araujo, Claudio Fuentes, Cristóbal Rovira y Juan Pablo Luna.

El propósito, dice uno de los autores, es nutrir la política de ideas y de investigac­ión social. “En Chile hay mucha investigac­ión social y de muy buena calidad, pero la política no se hace mirando la investigac­ión social, no ha tomado en cuenta las transforma­ciones sociales. Ahí vemos una distancia muy grande entre la acción de la política y su interpreta­ción de la sociedad”.

El manifiesto parte citando a Eric Hobsbawm, el gran historiado­r marxista británico, y su texto Políticas para una izquierda racional. “Es una forma de reconocern­os parte de una tradición socialista, admiramos a Hobsbawm”, dice uno de los redactores. Pero también es una toma de posición: la izquierda racional y realista.

-Lo que nosotros aprendimos es que los grupos de avanzada no transforma­n la sociedad -dice Girardi-. Los cambios ocurren cuando el conjunto de la sociedad es parte de esos procesos, no cuando hay un grupo iluminado que cree ser dueño de la verdad y a nombre de esa verdad embarca a todo el resto. Izquierda racional apunta a que esto tiene que ser un proceso de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo.

Visto de otro modo, “una izquierda que no hace una interpreta­ción ideológica de la realidad, sino lo más ajustada posible a la realidad”, acota otro autor.

En un contexto de auge de las políticas identitari­as, el manifiesto propone un relato universali­sta: “¿Puede la izquierda renunciar al universali­smo que la fundó, ese denominado­r común que pudo ser en el pasado el proletaria­do, la clase obrera, los proletario­s del mundo o lo que Frantz Fanon pudo llamar los “condenados de la tierra”? Opinamos que no”.

Esa convicción se basa en una certeza, dice Bitar: “La suma de identidade­s radicales que no tienen una visión conjunta y sin disposició­n a ceder en sus posiciones, no permite crear miradas comunes, una narrativa unitaria, y eso no da el ancho”.

La patria y la unidad

Para los autores, una de las lecciones que dejó la Convención Constituci­onal es que la idea de nación genera cohesión social. “El abandono de esa idea desató una derrota cultural devastador­a en la campaña del Apruebo”, recuerda un militante socialista. De ahí que ahora revaloren la palabra patria. “Ciertament­e, no hay razones para regalarla a la derecha”, dice el manifiesto, que recuerda la visión de Salvador Allende al hablar de la revolución con empanadas y vino tinto.

Seguridad, protección social, salarios y cambio climático son otros ejes de la declaració­n. “El socialismo será verde o no será”.

Un desafío central, dicen los autores, es volver a conectarse con la ciudadanía y con la realidad de las personas, especialme­nte de los sectores más necesitado­s y los jóvenes empobrecid­os. “Los partidos empezaron a operar en una especie de vacío social y eso no puede ser, no tiene destino. Si la izquierda no se vincula con el mundo popular, con sus problemas, sus angustias, su realidad, no tiene sentido de existir”, dice un líder socialista.

El manifiesto menciona, de hecho, la crítica al “ñuñoísmo”, identifica­do con el Frente Amplio: la izquierda educada y cosmopolit­a, desconecta­da de las clases populares.

Si bien el Socialismo Democrátic­o se integró al gobierno, “ha caído en la irrelevanc­ia”, dice Girardi. El fundador del Congreso Futuro ha sido especialme­nte crítico con el FA. Antes de las elecciones de consejeros convencion­ales de mayo de 2023, se refirió a Apruebo Dignidad como la “lista del indulto”. Y antes, incluso, especuló que el FA “va a vivir una obsolescen­cia aceleradís­ima”.

-Ellos fueron capaces de incorporar a una generación de jóvenes a la política. Pero yo no veo en el Frente Amplio una propuesta que se haga cargo de los desafíos que teníamos pendientes ni los del futuro. Creo que la visión de la izquierda que ellos representa­n no tiene la capacidad de respuesta a los problemas que enfrentamo­s. El socialismo democrátic­o sí, porque tiene plasticida­d neuronal, tiene capacidad de ir dando respuesta y no se enceguece ante los problemas -afirma.

Con el horizonte de dar forma a un proyecto país, plantean una acción política abierta al diálogo y no descartan la colaboraci­ón con sectores de la derecha.

“Las rigideces impiden el progreso. En política tu tarea es avanzar”, recalca Bitar. Pero “esto no es el afán del consensual­ismo. Los acuerdos son buenos en la medida en que permitan mejorar las condicione­s de vida de las personas”, dicen desde el PS.

Girardi recuerda la experienci­a del Congreso Futuro, donde colaboran personalid­ades de diferentes tendencias políticas, y plantea que “el socialismo democrátic­o aspira a ser una fuerza que, además de tener ideas, sea inclusiva y colabore a construir un proyecto de país”.

El manifiesto, en todo caso, no es un programa ni un decálogo cerrado, dicen, sino una invitación para el debate. “Esto es una semilla”, asegura Bitar. “Es una provocació­n”, concluye Girardi.

“No veo en el Frente Amplio una propuesta que se haga

cargo de los desafíos pendientes ni del futuro. El socialismo democrátic­o sí,

porque tiene plasticida­d neuronal, capacidad de dar respuesta y no se enceguece

ante los problemas”.

Guido Girardi (PPD)

 ?? ??
 ?? ?? ► Ricardo Solari, exministro del Trabajo, PS.
► Ricardo Solari, exministro del Trabajo, PS.
 ?? ?? ► Sergio Bitar, exministro de Obras Públicas, PPD.
► Sergio Bitar, exministro de Obras Públicas, PPD.
 ?? ?? ► Guido Girardi, exsenador PPD.
► Guido Girardi, exsenador PPD.
 ?? ?? ► Alfredo Joignant, cientista político, PS.
► Alfredo Joignant, cientista político, PS.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile