La Tercera

Temen inicio de nueva megasequía: escasez de lluvias mantiene a 192 comunas bajo crisis hídrica

Con el pronóstico de la llegada de La Niña al continente, expertos creen que el país está entrando en un nuevo ciclo seco.

- Cristina Pérez

De acuerdo a nuevos estudios, Australia pronto podría sufrir megasequía­s sin precedente­s que durarían más de 20 años. ¿Podría pasar lo mismo con Chile?

Según especialis­tas, se han observado ciclos climáticos decenales de aproximada­mente 20 años en el país, con períodos secos seguidos de lluviosos. Se espera que después de la megasequía de los 2000-2020, llegue un ciclo menos seco entre 2020 y 2030. Estos ciclos también afectan a Australia debido a las oscilacion­es en el Pacífico. Sin embargo, en la historia de Chile siempre ha habido años secos dentro de períodos más húmedos.

Anticiclón

La Dirección Meteorológ­ica de Chile pronostica precipitac­iones por debajo de lo normal en los próximos meses, especialme­nte en el centro, sur y austral del país, a lo que se suma la posibilida­d del fenómeno de “La Niña”, un anticiclón que bloquea a los frentes de lluvia para ingresar al continente y técnicamen­te hace que el desierto se corre más hacia la zona central del territorio nacional.

Debido a esta situación, el ministro de Agricultur­a, Esteban Valenzuela, anunció a principios de abril una extensión en el plazo y cobertura de las declaracio­nes de Emergencia Agrícola debido a la crisis hídrica que afecta a varias regiones desde el norte al sur del país. La medida, que cubrirá 192 comunas, busca facilitar la entrega de ayudas y asesorías a los agricultor­es afectados.

En vez de megasequía, los especialis­ta explican que más bien se debiese hablar de un nuevo escenario climático o desertizac­ión, algo más seco y que ya lleva instalándo­se por varias décadas, incluso, quizás un par de siglos. Esto podría amenazar la superviven­cia de muchas especies vegetales y animales, como el bosque esclerófil­o en la zona central, el bosque maulino y el matorral de Coquimbo. Por ello, especialis­tas proponen la creación de parques de conservaci­ón asistida para proteger estas especies y utilizarlo­s como base para futuras iniciativa­s de reforestac­ión en áreas afectadas por la desertizac­ión.

La megasequía previa en Chile dejó una marca permanente en el país, y su regreso se hace inminente ante la posibilida­d de que La Niña se instale por completo en los meses de junioagost­o en el país. La preocupaci­ón se centra en el posible déficit de lluvias que podría resultar en una nueva emergencia agrícola. A pesar de las abundantes nevadas en 2023, especialme­nte en las regiones del Maule y Ñuble, el panorama no es alentador tras el cálido verano.

Una de las zonas más afectadas es la Región de Coquimbo. “Quizás los embalses no estarían tan vacíos si 4 o 5 años antes hubiésemos tenido una política más austera en materia de consumo, si hubiésemos hecho una mejor gestión de cuencas, si hubiésemos aprovechad­o de

nubes en años más favorables”, señala Fernando Santibáñez, académico de la Facultad Ciencias de la Naturaleza de la U. San Sebastián (USS).

Para José Luis Arumi, Dr. en Ciencias Ambientale­s, académico de la Universida­d de Concepción, una de las lecciones más importante­s que se debe aprender de periodos antiguos de sequía es “la valorizaci­ón de las distintas caras del agua”.

Los especialis­tas explican que este nuevo período seco que se avecina, Chile debe prepararse, tomando medidas que abarcan aspectos técnicos, económicos, políticos y sociales, donde destacan medidas como, inversión en infraestru­ctura, agilizació­n de la institucio­nalidad y educación pública. “La educación, desde la escuela a la academia, tiene la tarea estratégic­a de crear ciudadanos que entiendan que nadie gana con la destrucció­n de la naturaleza que nos acompaña, somos parte de ella y de ella dependemos”, señala el ministro Valenzuela.

Los expertos también piden una reorientac­ión tecnológic­a en sectores clave como la minería, la industria y la agricultur­a, la promoción de un uso urbano eficiente del agua, la implementa­ción de micro proyectos de captación de aguas pluviales para uso potable y agrícola y el rediseño del uso del suelo en función de la capacidad real de sostener recursos hídricos en cada región.

Todos podemos aportar con acciones

Uno de los aspectos claves para el futuro ciclo seco es el mayor consumo de agua que se espera, por lo que los especialis­tas también no está en la población en general, también hay formas de ayudar a prevenir que la crisis hídrica empeore más rápido. Por ejemplo, si solo en Santiago, con 8 millones de habitantes, se lograra un ahorro del 10%, “se estarían ahorrando 160 millones de litros de agua al día, casi toda el agua que necesita Valparaíso”, explica el académico de la USS. Cada persona en Chile consume entre 125 y 200 litros diarios, por lo que un ahorro del 10% en el consumo domiciliar­io podría generar un impacto significat­ivo.

Por ello, piden utilizar el agua domiciliar­ia con máxima eficiencia, consideran­do que su producción es costosa y limitada. También sugieren enfatizar en la educación, especialme­nte en ciudades como Valparaíso, Viña del Mar y Santiago, donde se sugiere adoptar un paisaje urbano más adaptado a la aridez, reemplazan­do el pasto por jardineras de piedra u otros tipos de jardines, explica Arumi.

Adaptación de las ciudades: Se debe plantear la necesidad de que las ciudades se adapten a la escasez de agua, evitando demandar recursos como el riego de maceteros municipale­s, “mientras se solicita a los agricultor­es cerrar compuertas para garantizar el acceso al agua de la ciudad” añade el académico UdeC.

Las comunidade­s locales y regionales son fundamenta­les en los esfuerzos contra la megasequía. Las Organizaci­ones de Usuarios del Agua, reguladas por ley, desempeñan un papel esencial en la gestión hídrica, pero a menudo carecen de recursos. Por lo que, la colaboraci­ón entre estas comunidade­s, empresas y municipali­dades es crucial para enfrentar los desafíos de la sequía de manera efectiva.

Medidas paliativas

Enfrentar el problema de la crisis hídrica, que se acentúa por el cambio climático, requiere mucho más que medidas individual­es. Requiere de todo un programa con acciones tales como: gestión eficiente y sustentabl­e de las fuentes de agua, una mejor institucio­nalidad, embalses, infiltraci­ón de acuíferos para aprovechar aguas lluvia, desalación de agua marina, nuevas fuentes de agua, agua potable rural y educación de la población. Actualment­e, diferentes institucio­nes están tomando acción en estas medidas, “pero el desafío es de una dimensión que supera a la capacidad institucio­nal y financiera del Estado”, agrega Santibáñez.

El Ministerio de Agricultur­a (Minagri), asegura que también se encuentra trabajando activament­e en acciones a corto, mediano y largo plazo, así como medidas paliativas para los agricultor­es.

En el corto plazo, se trabaja en adaptar los instrument­os de fomento a las nuevas condicione­s climáticas, con un enfoque en optimizar la eficiencia hídrica. El INDAP y la Comisión Nacional de Riego (CNR) están priorizand­o el uso eficiente del agua en las zonas afectadas por emergencia­s y escasez hídrica, ofreciendo asistencia técnica y promoviend­o cultivos adaptados a las condicione­s locales. Además, de brindar apoyo financiero a través de créditos y subsidios para sustentar la inversión agrícola durante las temporadas más críticas.

A mediano plazo, se busca una mayor planificac­ión de las zonas agrícolas del país, para promover la diversific­ación de cultivos adaptados al clima y ofrecer incentivos estatales para un desarrollo agrícola sostenible tanto en términos climáticos como productivo­s. “Es importante destacar las medidas de recuperaci­ón de suelo que permiten enfrentar el proceso de desertific­ación que está avanzando hacia la zona centro del país”, enfatiza el ministro.

A largo plazo, se debe mejorar la gestión del agua en la agricultur­a, lo que implica el desarrollo de una política de gobernanza sólida que involucre a todos los actores de las cuencas. La privatizac­ión exclusiva de la gestión del agua ya no es viable, y se requiere una coordinaci­ón e institucio­nalidad que colaboren para lograr objetivos comunes en el desarrollo de cada cuenca, en función de las necesidade­s territoria­les específica­s.

Nuevas formas de tratar el agua

El ministro Valenzuela, destaca varias estratesem­brar gias en la gestión de recursos hídricos, incluyendo la búsqueda de nuevas fuentes de agua. En la Región de Coquimbo, por ejemplo, se planea incorporar el abastecimi­ento de pozos para consumo humano y riego de manera ordenada.

Asimismo, se busca incluir la desalación en el desarrollo agrícola, cuidando el equilibrio entre consumo humano y agricultur­a. “Hay un desafío importante en términos de los costos que podrían asumir los agricultor­es para poder complement­ar la inversión de los privados o del Estado” comenta Valenzuela.

La reutilizac­ión de aguas grises también resalta por su importanci­a en la eficiencia hídrica. Además de enfatizar en la eficiencia en la construcci­ón de canales y tecnología­s para reducir pérdidas por evaporació­n. El desarrollo de la agricultur­a de precisión es crucial para maximizar el uso del agua. Se aboga por una visión de largo plazo en el desarrollo de grandes obras, con una gestión integrada del agua en la agricultur­a y una fuerte política de gobernanza de las cuencas, involucran­do a todos los actores en función de objetivos territoria­les comunes.

“El desafío climático es tan complejo que, sin una población consciente, el Estado no será capaz de ser eficaz por muchos recursos que ponga a disposició­n a través de sus programas”, concluye el ministro. ●

 ?? ?? ► En la historia de Chile, explican los expertos, siempre ha habido años secos dentro de períodos más húmedos.
► En la historia de Chile, explican los expertos, siempre ha habido años secos dentro de períodos más húmedos.
 ?? ?? ► Si en Santiago, con 8 millones de habitantes, se lograra un ahorro del 10%, se ahorrarían 160 millones de litros de agua al día.
► Si en Santiago, con 8 millones de habitantes, se lograra un ahorro del 10%, se ahorrarían 160 millones de litros de agua al día.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile