La Tercera

Sindicatos de Bienes Raíces en “alerta” por avance de reforma

- José Carvajal Vega

Las agrupacion­es de trabajador­es del Conservado­r de Bienes Raíces de Santiago (CBRS) cuestionan ciertos puntos de la reforma propuesta por el Ejecutivo. Esta plantea -entre otras cosas- que el organismo sea dividido. Los efectos de aquello generan una incertidum­bre a los más de 500 trabajador­es, plantean los dos sindicatos al interior del ente.

Desde fines del año pasado que el Congreso retomó el debate de la Reforma al Sistema Registral y Notarial que modifica, tal y como su nombre lo dice, el sistema de notarios, conservado­res de bienes y los archivador­es judiciales. Ese en ese contexto, y ante los avances sustancial­es que ha presentado el proyecto durante las últimas semanas en la Comisión de Constituci­ón del Senado, que los trabajador­es del Conservado­r de Bienes Raíces de Santiago (CBRS) han levantado sus reparos a la iniciativa. Si estos cuestionam­ientos no son escuchados, sostienen, podrían incluso a realizar un paro en sus funciones.

Las alertas levantadas por los funcionari­os se dan a raíz de la serie de modificaci­ones al sistema que plantea el proyecto ingresado el 2018, pero que ha contado con una serie de indicacion­es del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Cambios que, entre otras cosas, han fijado un límite de edad en los conservado­res de 75 años, así como también un proceso de nombramien­to a través de Alta Dirección Pública (ADP) para estos cargos.

Sin embargo, la discusión respecto a la reforma al sistema de notarios también ha abordado el caso especial del CBRS, el cual es el más grande del país y que concentra todos los trámites registrale­s de la Región Metropolit­ana, lo que ha generado especiales cuestionam­ientos por los millonario­s ingresos del organismo encabezado por Carlos Miranda, conservado­r de Hipotecas; Kamel Saquel, del Registro de Interdicci­ones y Prohibicio­nes de Enajenar, y Luis Maldonado, titular del Registro de Propiedade­s, Comercio y Agua.

¿Cuatro conservado­res para la RM?

Una de las propuestas en el proyecto es una posible división del organismo, que es precisamen­te lo que ha llevado a los sindicatos a levantar sus reparos debido a la incertidum­bre, explican, que esto plantea. Quienes conocen de la discusión del proyecto, definen que la situación con el CBRS es un “zapato chino”, ya que si bien se plantea una división, hay una serie de cosas que el proyecto no considerar­ía, por ejemplo, cómo se dividirá y cómo esto afectará la distribuci­ón de los trabajador­es y de los propios conservado­res. Además de eso, cómo se separa “el oficio”.

Pero además de eso, el punto más complejo de esta discusión se plantea precisamen

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te en los trabajador­es. Y es que al ser más de 500 funcionari­os, estos no podrían quedar concentrad­os todos en un solo organismo, así como tampoco ser repartidos por cada nuevo, eventual conservado­r. Lo anterior, principalm­ente, porque los trabajador­es de esta institució­n tienen un sistema de remuneraci­ones que fija que los sueldos se establecen desde el 75% de los ingresos del organismo judicial, una especie de “sistema de reparto”, remuneraci­ones que, obviamente, cambiarían según la zona en la que trabajen y del número de trámites que esa jurisdicci­ón tenga. Por ejemplo, se prevé que la zona oriente tenga más ingresos que la zona sur de la capital.

Pablo Vargas, presidente del Sindicato N°1 del CBRS, sostiene que “la división tal como la presentó la indicación de la senadora (Ximena) Rincón es caótica y mala y será un nuevo Transantia­go ahora con el derecho registral. La división, si se aprueba, debe visarse en una ley especial porque sería la base o modelo para el up grade de todos los conservado­res del país”.

Los trabajador­es también plantean otro escenario sobre su futuro. Maggi Bustos, presidenta del Sindicato N°2, sostiene que el proyecto “no se hace cargo de la situación laboral de los 500 trabajador­es que lo formamos. En la práctica si el conservado­r se divide en 4 y hay un solo continuado­r legal, ese continuado­r deberá ‘hacerse cargo’ de los trabajador­es y, como los ingresos bajarán, podrá despedir sin indemnizac­ión a los trabajador­es ‘que le sobren’, porque podrá aludir una causal de fuerza mayor como es la dictación de esta ley, lo que está expresamen­te permitido en el Código del Trabajo y ha sido ratificado por la Dirección del Trabajo en otros casos”. Escenario aún más complejo consideran­do que algunos ingresaron antes de 1981 y por ende deben recibir la compensaci­ón por todos sus años de servicio, sin tope.

El senador Pedro Araya (Ind.-PPD), integrante de la Comisión de Constituci­ón, sostiene que, a su juicio, el proyecto tiene “varios temas complejos, algunos que no se han resuelto adecuadame­nte. Creo que uno de los problemas que todavía la comisión no aborda, y que tendremos que abordar, tiene relación con la división del Conservado­r, la eventual división del Conservado­r de Santiago. Y en esto yo creo que no nos podemos equivocar en perjudicar un sistema que hoy día funciona bien”.

“Espero que el gobierno tenga la suficiente prudencia de entender los problemas que tiene el proyecto y, entre otros, lo que es la división de Santiago. Además, tengo mis dudas de que el mejor sistema de nombramien­to sea a través de ADP”, plantea Araya.

“No descartamo­s, incluso, un paro”

La tramitació­n de la reforma, además, se da en medio de un clima de tensión al interior del CBRS. Esto, luego de que el conservado­r Carlos Miranda recurriera a la justicia para impugnar, en parte, el acuerdo colectivo con los trabajador­es. El también exnotario de Concepción, junto a Saquel enviaron un comunicado hace algunos días cuestionan­do la posible división según lo planteado en proyecto, aunque sostuviero­n que “no estamos de acuerdo en declaracio­nes erróneas sobre el futuro laboral de cada uno de nuestros colaborado­res”.

En ese contexto, Bustos afirma que, como sindicato, “no descartamo­s ninguna medida, actualment­e nos hemos dirigido a la Comisión, a los senadores individual­mente para exponer nuestra situación, está pendiente la respuesta a la solicitud de audiencia ante el ministro de Justicia y la ministra del Trabajo, y no descartamo­s otras movilizaci­ones, incluso un paro”. Vargas, por su parte, sostiene que desde el Sindicato N°1, tampoco descartan “ninguna forma de defensa de nuestros derechos porque lamentable­mente la política, que es la que decide quién es conservado­r, notario o archivero, a veces no quiere escuchar”.

La presidenta del Sindicato N°2 también llama al gobierno a “informarse y a dar un debate serio y con altura de miras”. Esto, porque, a su juicio, “duele ver la liviandad del debate y el desconocim­iento de los asesores del gobierno en este tema. Uno puede entender que quizás un parlamenta­rio no conozca los pormenores laborales de una institució­n compleja, pero no el Ministerio. Como trabajador­es solo podemos decir que este proyecto parece “un traje a medida” de quien asuma el Conservado­r de Santiago en un par de años más. Y es sospechoso, porque como quedó aprobada la ley, será designado bajo las mismas reglas actuales, es decir, con pocos requisitos y sin las inhabilida­des que se buscaban. O sea, puede ser nuevamente a dedo por este gobierno”.

“Llamamos al gobierno a recapacita­r. Primero, que tenga conciencia que es un proyecto que nació desfinanci­ado y que nunca tuvo en considerac­ión los derechos de los trabajador­es, entre ellos la continuida­d laboral o las indemnizac­iones que serán obligatori­as”, concluye Vargas.

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► Si los cuestionam­ientos no se escuchan, podría incluso haber un paro.

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