“Las Big Tech creen que pueden gobernar el mundo”
Según el presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), las grandes plataformas como Meta, Google, X y TikTok representan una amenaza para la sociedad democrática y están ahogando económicamente a los medios tradicionales. “Estamos sufriendo una competencia desleal con las Big Tech”, asegura.
E“No tengo dudas”, responde Paulo Tonet Camargo al ser consultado si piensa que las grandes plataformas representan hoy una amenaza. Y no se refiere sólo al peligro que, según él, plantean para la sobrevivencia de los medios tradicionales, sino también por las consecuencias de ello para todo el sistema democrático. “Por eso, estamos trabajando día y noche para encontrar una solución”, dice el presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), que asistirá la próxima semana en Santiago a la Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Abogado y expresidente de la Asociación del Ministerio Público de Río Grande do Sul, Tonet lleva años vinculado al mundo de los medios en Brasil. En 1998 se incorporó al Grupo RBS del que fue Director General en Brasilia y Vicepresidente Jurídico e Institucional y desde 2011 es Vicepresidente de Relaciones Institucionales de Globo. Más de 25 años de experiencia que le permiten no sólo conocer en profundidad el negocio de los medios, sino también los peligros que enfrenta la prensa.
¿Cómo ve el panorama de la libertad de expresión hoy en América Latina?
En el tema de la libertad de expresión en América Latina tenemos un problema más tradicional, que ya viene desde hace algunos años, y tenemos un problema nuevo, un problema de la modernidad. El más tradicional es el que se da en países donde la libertad de expresión está de alguna manera limitada, perjudicada. El caso más emblemático es Nicaragua donde tenemos publishers de importantes diarios que fueron cerrados, como también de radios y canales de televisión que están todos en el exilio. Venezuela ya hace un tiempo se maneja de la manera que lo estamos viendo. En la oposición sólo puede presentarse uno que no tenga ninguna posibilidad de ganar las elecciones. Es una cosa impresionante. Cuba es algo conocido. Y ahora, tenemos un problema en Costa Rica, porque el presidente anunció que hará un apagón y sacará las concesiones todas de una vez.
Usted decía al comienzo que hay problemas tradicionales con la libertad de expresión, pero también unos nuevos. ¿Cuáles son esos nuevos problemas?
La prensa libre, la radiodifusión privada y libre, la comunicación independiente que lleva al ciudadano información con responsabilidad editorial y entretenimiento con bases aceptables, con criterio, con valores, son empresas que deben tener viabilidad económica, porque no pueden ser financiadas por el Estado, porque sabemos que no somos ingleses y que el financiamiento público no es financiamiento del Estado, como dicen los soñadores, sino financiamiento del gobierno y los medios quedan bajo los intereses del gobierno de turno.
Hoy todos nosotros, las radios, los diarios, los canales de televisión estamos bajo una regulación con leyes de responsabilidad civil y criminal muy rigurosa en casi todos nuestros países. Pero los medios estamos sufriendo una competencia desleal con las Big Tech, estas plataformas que son gigantes internacionales, que no tienen ninguna obligación y, además, no tienen responsabilidad por el contenido que distribuyen. Ellos se están llevando, al menos en Brasil, la mitad del monto publicitario del país. La realidad es que hoy los que hacen periodismo profesional e independiente ven su sobrevivencia amenazada económicamente por estas plataformas que compiten con nosotros de manera desleal.
Cuando hablamos de plataformas, ¿de qué estamos hablando?
Para darte un ejemplo claro, estamos hablando de Google, de YouTube, estamos hablando de Meta, estamos hablando de Twitter, ahora X, y estamos hablando de TikTok. Son cuatro empresas que creen que pueden gobernar el mundo. Para mí esto va más allá de una cuestión de la defensa del modelo de radiodifusión privada, de los medios privados o de la información, se trata de qué tipo de sociedad queremos.
¿Cree que estas plataformas representan una amenaza?
Sí, no tengo dudas. La cuestión de fondo, la cuestión principal de todo este asunto se resume en una palabra: responsabilidad. Porque si ellos tuvieran la misma responsabilidad que tenemos nosotros, civil y criminal, las cosas no estarían como están.
¿Cuáles son los pasos que se deben
dar para enfrentar el tema?
Estamos trabajando en un documento de AIR. Son bases para una regulación de las plataformas en las Américas. No se establece qué ley tiene que haber, porque cada país es distinto. El primer punto es la responsabilidad. Uno no puede vender un producto, lucrar con un producto, monetizar este producto y no tener responsabilidad sobre el producto.
Se deben hacer responsables legalmente a las plataformas…
Claro, porque no hay ningún negocio en el mundo en que la empresa que gane dinero con algo no tenga responsabilidad del producto o del servicio que está prestando. El segundo punto es el tema de las leyes de publicidad, los datos de transparencia de publicidad de cada país. Ellos no respetan a nadie y a ninguna regla y nosotros sí. El respeto a estas reglas es necesario para una competencia correcta con los otros medios. El tercer punto son las reglas de competencia. Hay que hacer que estas compañías se ajusten a reglas mínimas de competencia, porque es una actividad económica como otra cualquiera y si está en un país debe respetar las reglas de ese país. Y en cuarto lugar, y no menos importante, es la remuneración del contenido periodístico.
Se refiere a pagar por el contenido periodístico de medios tradicionales que ellos difunden…
Sí, ellos monetizan en sus redes nuestros contenidos. Por eso, el cuarto punto es el de la remuneración de los contenidos.
¿Cuáles son los peligros que percibe si no se hace nada?
Las plataformas están ahogando económicamente a los medios tradicionales, los que sobreviven son los grandes, pero los medianos y los chicos, que son importantísimos para garantizar la libertad de prensa y la libertad de expresión, están muriendo.
¿Cree que es posible que se llegue a una solución en ese tema?
Es muy difícil, pero nuestro trabajo es buscarlo. Estamos trabajando día y noche con una convicción impresionante y no por la sobrevivencia de los medios, a los que representamos, sino por la importancia de esos medios para la sociedad democrática. No es nuevo lo que está pasando. Las radios en los años 30 del siglo pasado vivieron lo mismo en la Alemania nazi. Lo que estamos viviendo no es nuevo, pero con la tecnología de hoy se hace mucho más complejo. ●