KATY O’BRIAN: HABLA LA REVELACIÓN DE UNA DE MEJORES PELÍCULAS DE 2024
Aunque no sabía demasiado sobre la disciplina, a la cineasta inglesa Rose Glass le atraía la idea de escribir una historia sobre una mujer fisicoculturista. Le parecía interesante indagar en la psicología que existe detrás de quienes deciden desarrollar esa práctica y, a medida que profundizó en ella, más se convenció de que se estaba moviendo en la dirección correcta.
La realizadora de Saint Maud (2019) se alió con su compatriota Weronika Tofilska en la escritura de un guión que giraría en torno a un deporte que considera “ligeramente anárquico pero hermoso y extraño”, según sus propias palabras. Al centro de la trama está el intenso romance que nace entre Lou, la encargada de un gimnasio de un pueblo perdido, y Jackie, una joven fisicoculturista que hace una parada en su viaje a una competencia en Las Vegas.
Fichó a Kristen Stewart para que encarnara el primer rol, pero hallar el segundo papel fue un dolor de cabeza, básicamente porque subestimaron cuán difícil es encontrar a personas que practiquen esa disciplina y, además, actúen. Katy O'Brian (Indiana, 1989), quien se enteró del llamado a través de Twitter, cumplía con ese requisito y audicionó.
“Yo solía competir en el fisicoculturismo. Era una aficionada, como lo es Jackie. Nunca fui profesional. No era muy buena”, cuenta a través de videollamada a Culto. “La escritura era tan buena que para mí fue instantáneo y fácil ver quién era Jackie. Sentí que, por alguna razón, conocía a esta persona, sabía por qué ella estaba haciendo las cosas que hacía y sentí que podía retratar auténticamente eso. Y me alegro de que me hayan dado esta oportunidad”.
Su interpretación es uno de los puntos altos de Amor, mentiras y sangre (este jueves en cines chilenos), película en que Rose Glass le da su propia relectura a esa especie de subgénero en que dos amantes son protagonistas de una espiral de asesinatos y pasión. “Me encanta que la hizo campy, me encanta que la hizo algo divertida, para permitirnos tener estos momentos de violencia extrema”, señala la actriz. Y agrega: “Creo que hacerla más grande que la vida, con múltiples géneros, le permite sacar a relucir cualquier cosa de la que quiera hablar”.
Aunque su carrera va en ascenso –ha participado en The Mandalorian y estará en la octava entrega de Misión imposible–, su experiencia actoral es bastante más acotada que la de Stewart. Asegura que no percibió esa diferencia en el trabajo diario con la actriz que encarnó a Lady Di en Spencer (2021).
“Ella es encantadora, muy relajada. Estaba muy emocionada por esta historia y muy emocionada por su personaje y por trabajar con Rose y ayudarla a tener éxito. Creo que eso fue realmente inspirador”, indica O'Brian. “Cuando llegamos al set, realmente no fue diferente, ella estaba entusiasmada todos los días. Me trató como una igual, a pesar de que tengo mucha menos experiencia. Ella es muy colaboradora”.
Amor, mentiras y sangre ha tenido un sólido paso por festivales de cine –debutó en Sundance y Berlín–, pero sumó un triste episodio en Bélgica hace un par de semanas. En el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas algunos asistentes emitieron en voz alta comentarios homofóbicos y misóginos mientras la cinta se proyectaba. En respuesta a esa reacción, un grupo de mujeres abandonaron la sala indignadas, mientras los responsables de esos gritos continuaron en el interior. Terminada la función también se produjeron incidentes y, según la organización, se registraron tres situaciones se violencia física.
Katy O'Brian aún se muestra confundida por lo que ocurrió, no pudiendo entender del todo cómo el asunto escaló sin que el certamen interviniera. “Para mí es muy simple: si alguien está causando un problema debe abandonar el cine”, apunta. “El impacto emocional de eso es traumático. Es realmente desalentador y decepcionante. Espero que tal vez puedan aprender de esto y establecer mejores límites y tener mejores protecciones en el futuro”. ●