La Tribuna (Los Angeles Chile)
Sea dueño de su éxito y su fracaso
Emprender un negocio, o una idea de estas, es abrirse a la posibilidad de ser dueño de su tiempo y ser su propio jefe, pero también existe la posibilidad -cierta- de ser dueño de nuestro propio éxito o fracaso.
Ser emprendedor requiere de valentía. Aquí no basta con tener los recursos económicos para poder iniciar el proyecto, sino que también se requiere coraje para saber que los primeros seis meses, según dictan los expertos, siempre son los más complejos, cuando es probable que no existan mayores ganancias, o simplemente que los recursos invertidos no puedan ser recuperados.
Tener un negocio requiere de muchas cosas, pero la persistencia, determinación, voluntad, coraje y la sabiduría son fundamentales.
Es necesario que nuestras autoridades puedan generar cursos y oficinas de orientación a los emprendedores, y qué mejor que dicha repartición sea formada desde el municipio, donde se requiere con urgencia que los negocios tengan una duración superior a tres meses.
Usted podrá preguntarse, y con justa razón, ¿qué tiene que ver que el municipio entregue permisos para abrir un negocio por tres meses? Es simple la respuesta, ya que la idea es que un negocio sea capaz de subsistir durante el tiempo, para que más adelante sea una oportunidad de generación de empleos.
Hágase esta pregunta: ¿al municipio le sirve estar entregando permisos a negocios por un corto tiempo? La verdad es que probablemente, desde el aspecto frío de la materialización de un negocio, al municipio no le importe. Pero en materia social, que un proyecto de emprendimiento fracase también puede ser un problema para la autoridad.
Por eso, el trabajo debe ser conjunto; si las personas tienen una idea, las autoridades deben poner a disposición de sus ciudadanos las herramientas suficientes para poder salir adelante con el emprendimiento, o con cualquier idea que permita un mayor desarrollo comunal.
Atrévase a emprender, pero investigue cómo hacerlo, para no flaquear en el intento.