La Tribuna (Los Angeles Chile)
JUEGO FILOSÓFICO: QUE SI, QUE NO, QUE NUN…
Señor Director Consideremos a la Nanometría como una unidad de medida gruesa, casi grotesca (algún día así lo será).
Concordemos que hay una cantidad de materia dada; y, por qué no, agradezcámoslo.
Recordemos que ( por definición) el vacío circundante a la materia es infinito; y, sabiendo que el vacío permite la plasticidad de la materia, también agradezcámoslo.
Ahora bien, las posibilidades de combinación entre una cantidad de materia y una infinitud de vacío son el absoluto; lo que no es poca cosa. Esta variabilidad de combinaciones es en lo que atañe dialogar: Si fuese una y solo una la diferencia nanométrica entre cada gran explosión y su consecuente gran implosión, las posibilidades serían amplias; y, si a esa amplitud le agregamos la indesmentible y a la vez inconfirmable posibilidad del retorno, como un método para satisfacer la necesidad de eternidad, tendríamos entonces tranquilos los sentimientos causados por el “Para qué” y por el “Por qué”; lo que tampoco es poca cosa. Sigamos, ¿ Hay algo más inquietante que cualquier tranquilidad? Cuando el animal humano tiene cubierta su necesidad de sobrevivencia y respondidas sus dudas existenciales, comienza a volverse una criatura verdaderamente peligrosa o amorosa. Como sea, evolucionar desde la mera sobrevivencia hacia la compleja vivencia, encierra una cuestión que escapa al contenido material y no ingresa a la condición de vacío; lo que bien podríamos llamar emoción o espíritu o filosofía. Así pues, nos vemos obligados a acuñar el concepto de nanoespiritualidad; ergo, diferencias nanofilosoficas. ¿O? etcétera.
Si llego hasta este punto sin molestia, independientemente de que esté o no de acuerdo, no necesita leer la última línea. Pero si se sintió incómodo con lo expuesto, léala - El ser humano sin filosofía más parece un robot biológico.
¿ Dialogamos? Muchos recordamos, porque lo vivimos, el estrepitoso fracaso del régimen socialista –comunista de Salvador Allende en nuestro país, la UP; cuando había racionamiento y escasez de alimentos de consumo básico, colas y mercado negro, al igual que en Venezuela; también al último a cargo de las Fuerzas Armadas.
Pero el fanatismo de ciertos gobernantes, políticos ciegos de poder y ambición e ideología pueden llevar a la sociedad de un país contaminada de odiosidad al fracaso y a una muy probable revolución. Curiosamente luego pasan a la historia venerados por ciertos grupos de fanáticos sin un mínimo de objetividad como grandes gobernantes y por ignorancia, tergiversación de hechos y desinformación muchos terminan creyéndolo, especialmente las generaciones más jóvenes. Quizás, serán las paradojas de la Historia.