La Tribuna (Los Angeles Chile)
Conozca la mejor forma de trotar: mejorará resultados y evitará lesiones
En el mundo del corredor existen unas pautas básicas que es necesario conocer, algunas claves y también varias verdades que hacen más fácil la carrera, o que permiten mejorar más rápido.
Ninguna verdad es absoluta. Todo lo que aquí les describimos deriva de la experiencia de unos, que aportan sus “verdades” a los demás para que las puedan aprovechar. Pero lo que es bueno para muchos, puede no serlo tanto para algunos. Aún queda mucho por descubrir en el mundo del corredor, pues cada día aparece algún nuevo aporte.
Empieza despacio. Comienza a tu propio ritmo. Adapta el entrenamiento a tus necesidades y a tu entorno. Escucha a tus compañeros; siempre se puede aprender mucho. Sé constante y paciente. Descansa si quieres asimilar el entrenamiento. Disfruta corriendo. Deja volar tu imaginación mientras corres.
Correr es una de las mejores maneras de perder peso, como demuestran los numerosos expertos y los cientos de miles de corredores.
Si tu objetivo inmediato es perder peso, correr es una de las mejores alternativas. Es casi sin costo. Incluso podría ser el programa de pérdida de peso más barato sin excepción.
La primera persona a quien tienes que ver y con quien tienes que hablar acerca de tu plan de perder peso es tu médico. Sólo él sabe lo que es seguro para ti, tu cuerpo y tu salud.
Después de obtener permiso de tu médico, comien- za a aplicar tu plan de perder peso por medio del atletismo, poco a poco al principio. Para algunos, caminar por un corto periodo de tiempo es un buen comienzo.
Caminar primero te ayudará a mejorar tu salud cardiovascular, después de lo cual puedes empezar a hacer algo de trote lento. Sigue adelante para correr después de un tiempo.
No olvides que en cualquier actividad física el calentamiento es muy importante, de esa manera evitarás lesiones que trunquen tu programa de ejercicio. Tu entrenador y tu médico podrían darte algunas recomendaciones al respecto.
Una vez que estés en funcionamiento regular de acuerdo con el plan, no hagas sprints de inmediato con la esperanza de perder peso más rápido. También sería erróneo exagerar la duración o el plazo de su ejecución, una vez más con la esperanza de acelerar el proceso.
Partiendo lento y gradual en tu programa puedes darle el espacio para modificar, cambiar o eliminar algunos componentes hasta que te sientas cómodo y satisfecho.
los CAMBIOS en los HÁBITOS
Cambiar tu rutina de ejercicios es una consideración muy importante en el progra- ma de pérdida de peso. Para variar el ejercicio. El efecto secundario es que el cuerpo deja de perder peso también.
Después de semanas de funcionamiento y de perder una cierta cantidad de peso, puedes encontrar que la pérdida se desacelera. Te darás cuenta de que tu peso se mantiene tal como está y ya no puedes perder un solo kilo.
La explicación simple es que el cuerpo se adapta fácilmente a cualquier nueva situación y se puede acostumbrar a un programa en ejecución. Por este tiempo, el cuerpo se vuelve muy eficiente y requiere menos calorías para hacer la misma cantidad de trabajo.
Una forma de resolver esto es variar la distancia, la duración o la intensidad de tu ejecución. Puedes aumentar uno o dos kilómetros a los que haces diario, o alargando el tiempo cada día, o quizás ejecutando un ritmo más rápido.
Hacer esto puede desafiar los músculos de nuevo. El cuerpo no puede ser más eficiente y tiene que quemar algunas calorías para completar el requisito adicional de nuevo.
Además, puedes ayudar a desafiar el cuerpo haciendo algunos cambios en tu dieta. Una potente combinación para perder peso incrementa los niveles de actividad y cambios en la dieta.
la CLAVE Del ÉXITO
Si bien correr es una actividad que produce buenos efectos en nuestro cuerpo de por sí, podemos lograr mucho más adoptando una buena técnica, es decir, entrenando nuestra forma de correr con la finalidad de mejorarla y obtener un movimiento eficiente, efectivo y seguro.
La clave del éxito es tener una buena técnica, de manera de lograr un movimiento que nos permita menor sufrimiento, más rendimiento y, al mismo tiempo, menos lesiones.
Si facilitamos el esfuerzo al cuerpo porque nuestra forma de correr permite movernos de manera eficiente y ahorrar energía, también sumaremos motivación extra para progresar y continuar perfeccionándonos al correr.
Lo primero que siempre debes tener en cuenta es no colocar el cuerpo tensionado, sino mantenerlo relajado al correr, de manera de no acumular contracciones involuntarias que restan energía y pueden producirnos contracturas u otras molestias posteriores.
La zancada debe ser corta y los pies deben mantenerse cerca del suelo, de manera de no ir “dando saltos” y golpean- do fuertemente contra el suelo con cada zancada.
Debes emplear los brazos para ayudarte en el movimiento de correr, pues pueden hacer mucho para ahorrarnos esfuerzos. Estos deben balancearse por los lados del cuerpo rítmicamente y con las manos relajadas, no cerradas como puños ni totalmente abiertas. Y los codos deben dirigirse hacia atrás, nunca permitiendo que su balanceo coloque a la mano cerca del mentón.
El tronco debe permanecer recto, es decir, con buena postura, sin inclinarnos hacia adelante y mirando siempre hacia el horizonte de manera de favorecer la respiración y cuidar la columna.