La Tribuna (Los Angeles Chile)
Elegir una carrera, ¿es importante la vocación?
Cuando hablamos de elegir una carrera hay muchas cosas que se nos vienen a la mente. Elementos que tener en cuenta y opiniones acerca de qué es lo mejor para nosotros y nuestro futuro. Entre todo esto surge una palabra: Vocación. De alguna manera pensamos que “tener vocación” es lo que determina si además de ser exitosos, seremos felices con la opción que tomemos, pero al mismo tiempo, la vemos como algo poco concreto frente a otros datos como las capacidades, puntaje PSU, sueldo a futuro y las posibilidades de empleo.
Algo hay de cierto. La vocación es más que una determinada carrera o un empleo específico. Tiene que ver con quién eres y quieres ser como persona, y sólo desde ahí, es también el camino que eliges para hacer concreta esa forma de vida, en una carrera o un trabajo.
Según el orientador chileno Fernando Etchegaray, la vocación tiene tres dimensiones:
La vocación llamado, la voz que nos dice desde dentro de nosotros, pero también desde el entorno, que hay algo que es importante y a lo que podemos contribuir. Buscar tiempo para reflexionar sobre qué consideras valioso, en qué problema o desafío de la sociedad te gustaría aportar. Tener atenta la mirada a las necesidades y posibilidades del mundo que te rodea también es un camino para encontrar esa vocación.
La vocación tendencia, como fuerza interior, motivación y energía que te impulsa en una dirección. Esta es la que te hace buscar, ser constante en el estudio, dedicar tiempo, a veces escaso, a eso que te llama. Hace que ciertas asignaturas o áreas te gusten más que otras, que elijas participar en unos talleres y no en otros, que pases horas haciendo lo que te gusta, ya sea diseñar muebles, desarmar motores o escuchar a otros. Una forma de descubrirla es ver qué te gusta hacer, qué te resulta bien, a qué dedicas tiempo y energía cuando puedes decidir, más allá de lo obligatorio.
La vocación respuesta, la carrera o trabajo específico en que se traduce tu vocación. Muchas veces es a esta a la que nos referimos cuando decimos “tengo vocación de médico”, o “él tiene vocación de profesor”.
Lo más importante es que si consideras la vocación en su totalidad, como un llamado de lo que es para ti importante, y sabes cuáles son los problemas en que te gustaría contribuir, qué te gusta y a dónde te conduce esta energía interna, la posibilidad de respuesta no es una sola.
Hay muchos caminos para hacer concreta una vocación, y los hay con diferentes puntajes de ingreso, con diversos aranceles, con becas y sin becas, con diversas duraciones de estudios. Si tienes esta claridad, el buscar información de cada carrera para elegir la respuesta y la forma de concretarla, se convierte en una tarea mucho más flexible, con más opciones y menos amenazante.
No se trata ya de entrar a tal carrera en tal institución, sino de tener varios caminos posibles para hacer realidad tu vocación.
Tiene que ver con quién eres y quieres ser como persona, y sólo desde ahí, es también el camino que eliges para hacer concreta esa forma de vida, en una carrera o un trabajo.