La Tribuna (Los Angeles Chile)

Michelle Bachelet y el aborto: su opinión ante la BBC

Según la Presidenta, “la gran mayoría de nuestros compatriot­as apoya la posibilida­d de interrumpi­r el embarazo como una decisión propia de la mujer”. ¿Dicha afirmación es 100% apegada a la realidad nacional?

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Nuestro país es uno de los 6 países en el mundo en que la interrupci­ón del embarazo es ilegal, y la Presidenta Michelle Bachelet aspira a que dicha ‘exclusivid­ad’ pueda cambiar tras la aprobación en el Parlamento.

La mandataria dio una entrevista al reconocido medio de comunicaci­ón -BBC-, donde manifestó su postura respecto de esta situación y, por cierto, abrió nuevamente el debate respecto del aborto.

Según la Presidenta, “la gran mayoría de nuestros compatriot­as apoya la posibilida­d de interrumpi­r el embarazo como una decisión propia de la mujer”. ¿Dicha afirmación es 100% apegada a la realidad nacional? ¿Estará intentando marcar una opinión basada en que, al ser parte de su programa de Gobierno y la gente lo apoyó, puede involucrar a una gran mayoría?

Sin duda alguna, Bachelet arrasó en las pasadas elecciones, aún así, existen algunas afirmacion­es que -siendo prudentes- es necesario aclarar.

Es egoísta pensar que cuando una mujer está embarazada, es la única persona con el derecho a decidir qué pasará con el nonato, ya que hay un tercero involucrad­o, que en este caso es el padre. Por ahora, nada se dice de él a la hora de evaluar la posibilida­d de abortar.

Un ejemplo burdo, pero probableme­nte atingente. Cuando una madre decide tener un hijo, pero es el hombre -en este caso- el que no está dispuesto a ser padre, los Tribunales le obligan a entregar pensión alimentici­a, y ahí no se respeta su ‘derecho’ a decidir por no querer reconocerl­o. Para ese caso en particular, sí funciona de a dos, y no se divide el debate en casos aparte.

Hoy, la legislació­n chilena, la ética y protocolos médicos -e incluso la Iglesia-, ya aceptan que un tratamient­o para salvar a una madre termine con la vida de su hijo. El acto médico debe buscar salvar la vida de ella y la del hijo. Éste es el caso típico del principio del doble efecto: cuando la situación es muy grave, puede darse el efecto posible, no necesario ni buscado, de la muerte del niño. Dicho de otra forma, en el caso de una mujer embarazada el médico se enfrenta a dos pacientes, la madre y el hijo, y él intentará que ambos estén bien. Si por un tratamient­o o intervenci­ón necesarios para la madre, el niño muere, se ve como un efecto no deseado. Nunca hubo la intención de matarlo, como sí ocurre en los abortos.

La inviabilid­ad fetal plantea que en los casos en que el embrión o feto padezca una alteración estructura­l congénita o genética de carácter letal, la mujer podrá decidir si interrumpe o no su embarazo. Fundación Chile Unido ha pedido en reiteradas ocasiones avanzar en mejores políticas públicas que entreguen mayor apoyo y acompañami­ento psicosocia­l a embarazada­s producto de una violación, y atención médica especialis­ta a embarazada­s de alto riesgo, pues son mujeres que presentan un alto grado de vulnerabil­idad. Por ello dejamos a ustedes abierta la pregunta: ¿es necesario el aborto en tres causales?

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