La Tribuna (Los Angeles Chile)
LA INTEGRACIÓN EN RIESGO
Señor Director: La integración confronta nuevos desafíos e interrogantes. Por décadas, ha sido considerada una respuesta eficiente a los desequilibrios y desigualdades entre los países. Procura superar aquellos económicos, como también, las demás divergencias inevitables. Su finalidad esencial, es la búsqueda común de libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, mediante el comercio recíproco y ampliación de los espacios económicos. Se logra por el intercambio comercial más amplio posible, según su concepto clásico. Ciclo que pareciera haberse estancado, o que ya no representa con la misma fuerza el interés presente.
Las iniciativas integradoras perdieron, en buena parte, su sola finalidad económico-comercial, para ambiciosamente abarcar muchas otras, incluidas las políticas. En Latinoamérica ha sido así, desde la ALALC a la ALADI; pasando por el Pacto Andino, hoy reemplazado por la Comunidad Andina de Naciones (CAN); o el propio Mercosur, ampliado a múltiples asuntos, aunque no ha logrado superar la etapa de un Mercado Común imperfecto.
Muchos procesos se han creado precisamente para sustituir algunos, utilizarlos en una determinada orientación ideológica, o reemplazar la OEA. Si las visiones políticas no son coincidentes, dejan de interesar, al perder su orientación primaria, se estancan o retroceden. De agudizarse esta tendencia, la integración tradicional está en riesgo. Samuel Fernández Illanes Académico Universitario