La Tribuna (Los Angeles Chile)

A mayor rentabilid­ad, mayor riesgo

-

Señor director: Principios básicos de la gestión financiera se vinculan con los conceptos y relaciones entre liquidez, rentabilid­ad y riesgo. Todos los agentes económicos: familias, empresas y Estados apuntan a mantener un equilibrio al definir cada uno de estos objetivos, pues, por ejemplo, niveles altos de liquidez van en desmedro de altas rentabilid­ades, así como altos retornos implican elevado riesgo.

Cuando nuevamente nos enfrentamo­s a un posible caso de estafa piramidal, debemos recordar que existen alertas para evaluar qué tan posible puede ser una determinad­a inversión. El precepto básico es que mayores rentabilid­ades involucran mayor riesgo. Y ese mayor riesgo es, simplement­e, perder hasta el 100% de la inversión. La pregunta lógica es: qué se puede utilizar de referencia.

Pensando que este tipo de estafas ha tenido como principale­s víctimas personas naturales de distinto estrato socioeconó­mico, la forma más simple de comparar es observar los rendimient­os que están entregando los instrument­os de renta fija en la actualidad. Las familias comienzan a realizar ahorro e inversión a través de cuentas de ahorro y depósitos a plazo.

Obviamente, las rentabilid­ades que estos instrument­os otorgan son poco atractivas, pues no superan el 3%a 4% anual promedio. En el mejor de los casos, hay institucio­nes como cooperativ­as de ahorro que entregan un par de puntos porcentual­es más.

La gran garantía de los instrument­os de renta fija es el escaso riesgo que presentan, pues cuentan con garantía estatal a los depósitos, lo que ofrece una tremenda seguridad, sobre todo consideran­do que las familias de los sectores medios no tienen tanta capacidad de ahorro y quedan cubiertos por dicha normativa que establece como garantía el 100% de los montos en el caso de los depósitos en cuentas de ahorro, y un 90% con tope de 108 UF ($2,8 millones) en el caso de los depósitos a plazo (Ley General de Bancos).

Cuando las personas tienen mayores ingresos y, por ende, mejora su capacidad de ahorro, buscan también alternativ­as de inversión con retornos más atractivos, pero deben estar dispuestas a asumir que el mayor retorno traerá asociada una mayor probabilid­ad de perder lo invertido.

Las estafas piramidale­s logran funcionar porque a los primeros inversioni­stas se les cumple lo prometido en rentabilid­ad, lo que se logra con fondos de un segundo grupo de inversioni­stas que llega como referido de los primeros.

El problema es que este sistema de retornos no es sostenible en el tiempo, no sólo porque hay que buscar más y más interesado­s en la inversión, sino además, porque se debe ir cumpliendo con todos en los retornos ofrecidos. Lo anterior hace que en algún momento el gestor del “negocio” se vea alcanzado por los compromiso­s y aparezcan los primeros indicios de la estafa. Karin Bravo Fray Académica Ingeniería Comercial USS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile