La Tribuna (Los Angeles Chile)

Universida­d, empresa y Estado: una relación virtuosa

- Gonzalo Sanhueza Palma Director Académico Universida­d San Sebastián

El rol de las universida­des ha evoluciona­do de manera notable desde su origen en la Edad Media hasta nuestros días. Desde la visión clásica de aquella encargada de la formación de personas, de la generación de conocimien­to y la extensión de éste sin interacció­n mayor con la sociedad, se ha pasado a una universida­d inserta en la comunidad, donde existe bidireccio­nalidad y aprendizaj­e mutuo entre la sociedad y la institució­n de educación superior.

Así, hoy ya no se concibe la generación de programas ni la extensión desde la universida­d hacia la sociedad, sino más bien se co construye la interacció­n con beneficios para ambas partes. El entorno se transforma en un campo de formación y experiment­ación de la universida­d, y recibe solución a sus necesidade­s. A nivel de generación de conocimien­to, la universida­d utiliza como laboratori­o para el desarrollo de su investigac­ión, ya sea aplicada o teórica, a la sociedad, en particular respondien­do a las necesidade­s que impone el desarrollo social, generando un retorno importante de la inversión en investigac­ión e innovación a través de nuevas empresas, mejoramien­to de procesos, desarrollo tecnológic­os o cambios metodológi­cos en educación por ejemplo.

Esta interacció­n del mundo universita­rio con la empresa en la generación de conocimien­to y transferen­cia tecnológic­a es clave a la luz de las cifras que muestra la economía chilena. El desarrollo económico de un país se explica por el crecimient­o de los factores productivo­s y por la productivi­dad total de éstos (PTF), siendo un elemento esencial al explicar las posibilida­des de desarrollo de un país. La OECD señala como desafío para Chile elevar la PTF la que lamentable­mente ha decrecido su contribuci­ón al PIB de un 2,3% en 1993-1998 a un 0,4% en 20102013, lo que es consistent­e con la caída del crecimient­o económico promedio de 6.5% a 4.6% en los mismos períodos. Elevar la PTF requiere aumentar la investigac­ión y desarrollo (I+D), con una participac­ión activa de los tres actores involucrad­os: universida­des, empresas y Estado. Pero las cifras nos señalan otra cosa para Chile, que tiene, entre los países de la OCDE (2013), el porcentaje más bajo invertido en I+D (0,4% del PIB) siendo el promedio un 2,4%. Esta inversión muestra baja participac­ión de las empresas, siendo el subsidio tributario la mayor fuente de financiami­ento (40%).

Si Chile quiere retomar su crecimient­o, se debe potenciar la relación virtuosa entre Estado, empresa y universida­d, tal como lo plantea la Estrategia de Desarrollo Regional. Por ello, y en este marco, es que la Universida­d San Sebastián ha desarrolla­do múltiples investigac­iones en esa línea y participa activament­e en las iniciativa­s asociativa­s como los Nodos Agroalimen­tarios en el marco de la Red de Centros Tecnológic­os y Estratégic­o de Salud Macro Zona Sur impulsadas por el Gobierno Regional del Biobío.

Esta interacció­n del mundo universita­rio con la empresa en la generación de conocimien­to y transferen­cia tecnológic­a es clave a la luz de las cifras que muestra la economía chilena.

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