La Tribuna (Los Angeles Chile)
Luksic, cámara y acción
A media tarde del domingo 24 de abril empezó a circular con mucha fuerza por Whatsapp y en redes sociales un video de Youtube que partía con un sugerente fondo negro: “Papá, nadie te conoce”.
El video que el empresario subió en abril pasado a Youtube lleva más de 400 mil reproducciones. Sí, se podría haber hecho mejor, pero el acierto de defenderse y hacer un mea culpa mirando a la cámara ha sido de las pocas sorpresas comunicacionales de este 2016.
El “desconocido” padre era nada menos que Andrónico Luksic Craig. En algo menos de 7 minutos, sentado frente a una cámara en una oficina con la vista de un Santiago nublado de fondo, tutea al que lo está mirando. Se le nota molesto, pero convencido de que es el momento de hablar. Parte pidiendo respeto por sus dos madres —la biológica y la que lo crió desde los siete años— tras el insulto de un diputado, y luego aborda los flancos públicos más complejos del holding, el impacto del proyecto Alto Maipo en los daños del temporal de esos días y su desafortunada reunión con Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos que lo ligó al caso Caval.
Antes de los noticiarios de esa noche que dieron cuenta del video, ya le criticaban haber orquestado un lavado de imagen, haber estado mal asesorado y haber “pisado el palito” para dar fama a un parlamentario. Es cierto que algunas de las frases de la grabación podrían haber sido mucho mejor formuladas, pero hoy, después de 6 meses, hay que reconocer que el mensaje resultó algo más que un desahogo. Si se suma al perdón de Eliodoro Matte por el llamado caso de la colusión del “papel confort”, se pueden ver incipientes señales de que algo está cambiando en la manera en que los empresarios y los chilenos se van a relacionar, y que hay luces de que de a poco se podría superar la desconfianza que tiene deteriorados los vínculos entre los ciudadanos y su opinión general de las compañías.
El Luksic que se reunió con el hijo de la entonces posible candidata presidencial y su mujer genera obviamente recelos, él mismo reconoció posteriormente que entendió que era una persona pública y como tal debe cuidar con quién se reúne. Pero el Luksic que aparece en el video, en el fondo tiene el mensaje correcto: un empresario que no se esconde cuando lo critican ni se acompleja de liderar un holding de importantes compañías porque está convencido de que su negocio aporta al país, y con esa convicción, pide disculpas públicas cuando se equivoca. Marily Lüders Escuela de periodismo UAI