La Tribuna (Los Angeles Chile)
Un proyecto de educación superior para el desarrollo de chile
“La Gratuidad llegó para quedarse, hemos demostrado que son recursos muy bien utilizados”.
La juventud es menosprecia Este lunes 17 de julio se aprobó, en la Cámara de Diputados, el proyecto de Ley de Educación Superior, que representa una parte fundamental de la Reforma Educacional. Es un gran paso para consagrar el avance gradual de la Gratuidad como un derecho para los chilenos, y no un bien de consumo que trajo consigo endeudamiento para las familias más vulnerables del país.
Este fue el segundo año con Gratuidad para el 50% de los estudiantes provenientes de las familias más vulnerables, sumando más de 257.000 estudiantes a nivel nacional y más de 36.500 en la región del Biobío, tanto de universidades como de institutos profesionales y de centros de formación técnica. Esta tremenda noticia representa para todos los beneficiados un alivio económico y un compromiso importante del Estado, y para el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet significa la recuperación de los derechos y un avance gigante para un Chile más justo y con mayor igualdad de oportunidades.
Y como la Reforma Educacional debe seguir avanzando, este proyecto de ley recién aprobado por los parlamentarios trae consigo que para el año 2018 la Gratuidad avanzará al sexto decil de ingreso, o sea, aumentará en todo nuestro territorio nacional la cantidad de familias beneficiadas.
La Gratuidad llegó para quedarse; hemos demostrado que son recursos muy bien utilizados porque la tasa de retención de los estudiantes con Gratuidad en la educación superior es muy superior a la de quienes no cuentan con ayudas estudiantiles, lo que nos llena de orgullo porque expresa nuestras convicciones más profundas: queremos que todas y todos los estudiantes con capacidades tengan las mismas oportunidades para acceder y poder titularse.
Y lo hemos evidenciado en la calle, en las ferias y en distintos lugares públicos de nuestra región. No es difícil encontrarse con una familia que tenga algún integrante estudiando gratis, como la señora Isabel Fernández, vendedora de unas ricas tortillas con mariscos en la feria de Lota, la cual muy agradecida nos dice que su hija estudia Educación Física en la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Ella es un ejemplo de que esta política pública tiene repercusiones importantes en nuestros compatriotas.
La reforma en educación superior es un esfuerzo país urgente y necesario. Debemos no solo garantizar el financiamiento, sino también la calidad y la transparencia de las instituciones, que deben estar al servicio del país y sus territorios, aportando al desarrollo cultural, económico y social.
Por eso, también hemos propuesto la creación de la Subsecretaria de Educación Superior, que ejercerá el rol rector de las políticas educativas; se fortalece la acreditación, que será obligatoria para todas las instituciones, y también se crea una Superintendencia de Educación Superior para fiscalizar y resguardar la viabilidad financiera de las instituciones, y hacer efectiva la prohibición del lucro.
Finalmente, el proyecto de ley deroga el Crédito con Aval de Estado (CAE) para el 2019 y establece que será reemplazado con un nuevo mecanismo más eficiente, que no perjudique a las familias y que no tenga participación de la banca privada.
Estamos conscientes de lo importante que es regular y mejorar nuestro sistema educativo. Estos cambios los hacemos porque son necesarios para el desarrollo de Chile y de nuestra región del Biobío.