La inmigración profesional es un gran aporte al desarrollo

Es importante que aprendamos a valorar los talentos de los profesionales que llegan desde afuera, y busquemos otorgar las oportunidades para que se puedan desarrollar, en las funciones para las cuales están capacitadas. Eso es una verdadera inclusión. No

Continuamente vemos en la televisión, la prensa o en las redes sociales, como se estigmatiza a los extranjeros que llegan a nuestro país en busca de nuevos caminos para salir adelante. Un grupo importante de ellos, trae consigo la gran frustración de haber dejado sus territorios, debido a los problemas internos que estaban afectándolos y otros, porque vieron en Chile, una oportunidad para salir adelante.

Sin embargo, lo que vemos continuamente, es el grupo de inmigrantes de bajos estudios, que llegan a faenas o trabajos menores, en ferias libres, realizando labores de aseo o venta de productos en la calle. Sin ir más lejos, hace sólo unos días, todos los canales de televisión, daban importantes minutos de sus noticiarios para mostrar una violenta riña ocurrida entre ambulantes extranjeros en las calles capitalinas.

Existe un grupo silencioso y muy numeroso de extranjeros, que llegan desde Perú, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Colombia, Brasil y otros países de América o de Europa, que traen bajo el brazo, gran expe- riencia laboral y que llegan a hacer una contribución importante que se traduce en desarrollo y mejoras para las empresas, la industria y el comercio.

La sociedad chilena debe abrirse y comenzar a adaptarse a este cambio multicultural que significa la llegada de forasteros, porque muchos de ellos están calificados para desempeñar grandes desafíos y no podemos cerrarles la puerta, sólo por los prejuicios que tenemos.

Nuestro país, ha sido forjado por los inmigrantes, españoles, alemanes, croatas y tantos otros, que han quedado ocupando los nombres de nuestras calles, obras públicas o una plaza en algún lugar.

El típico discurso de decir que los extranjeros vienen a quitarles el trabajo a los chilenos, es algo que no podemos seguir alimentando. Abrir las fronteras para el comercio y el intercambio de productos, también es una oportunidad para relacionarnos con los países del orbe, su cultura y lo más importante su gente.

Actualmente, las cifras del gobierno, revelan que cada año, la población de extranjeros, sólo en la región del Biobío tiene un aumento promedio del 12%, sin embargo, en los últimos tres años, esto ha llegado al 25%, llegando a totalizar más de 14 mil personas que han optado por este territorio para hacer una vida.

Por esta razón, es importante que aprendamos a valorar los talentos de los profesionales que llegan desde afuera, y busquemos otorgar las oportunidades para que se puedan desarrollar, en las funciones para las cuales están capacitadas. Eso es una verdadera inclusión. No hay motivos para la discriminación o el racismo.