La Tribuna (Los Angeles Chile)
Hablemos de hepatitis
Las infecciones por hepatitis virales se han extendido y afectan a 400 millones de personas en todo el mundo, más de 10 veces el número de personas infectadas con el VIH, según las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud. A nivel mundial, alrededor de 1.4 millones de personas mueren cada año a causa de esta enfermedad y se estima que sólo el 5% de ellas sabe que tiene la infección y menos del 1% de los afectados tiene acceso al tratamiento.
La hepatitis es una inflamación del hígado que incluso puede evolucionar hacia una fibrosis, una cirrosis o un cáncer. Las hepatitis Ay E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados, mientras que lasB,CyD se producen por el contacto con productos san- guíneos contaminados. En el caso de la hepatitis B, se puede dar por la transmisión de la madre al bebé en el parto o por contacto sexual.
Esta enfermedad en ocasiones puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno, o también manifestarse como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
En muchos casos la infección es leve, y la mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Sin embargo, también pueden ser graves y potencialmente mortales. La mayoría de los habitantes de zonas del mundo en desarrollo con saneamiento deficiente se han infectado con este virus.
A nivel nacional, la tasa de incidencia aumentó de 3,2 a 6,4 contagios por 100 mil habitantes, debido a que “por primera vez” el brote está asociado a prácticas sexuales.
En la región del Biobío se registra la segunda mayor tasa a nivel nacional (11,9 casos por 100 mil), pero el reporte indica que se mantiene una tendencia a la disminución luego del brote epidémico de 2015.
Aunque existen vacunas disponibles para evitar la hepatitis Ay B, el uso de preservativos, mantener relaciones sexuales seguras, no compartir jeringas ni artículos personales tales como cuchillas de afeitar o cepillos de dientes, tener la precaución de limpiar los derrames de sangre con una solución que contenga una parte de cloro por nueve de agua, evitar los tatuajes y piercings en el cuerpo con instrumentos que no sean descartables o esterilizados, el uso de preservativos y evitar los alimentos y agua que no estén limpios, son otras de las medidas para prevenir la hepatitis.
En caso de haber estado en contacto con alguien infectado, es fundamental lavarse bien las manos después de usar el baño o cuando se estuvo en contacto con la sangre, las heces u otros fluidos corporales de la persona enferma.
Frente a alguna duda, usted siempre podrá recurrir al fono consulta de Salud Responde 600 3607777, que funciona las 24 horas, y podrá aclarar todas las interrogantes que surjan entorno a esta enfermedad.