La Tribuna (Los Angeles Chile)
La misteriosa forma de los huevos
¿Por qué los huevos que ponen las aves tienen una variedad tan asombrosa de formas y tamaños? Los científicos que investigan este enigma acaban de realizar unos hallazgos sorprendentes.
Ricardo Segura. EFE / REPORTAJES
La forma del huevo aviar ha fascinado a los humanos durante milenios e incluso Aristóteles escribió al respecto, y se sabe que la aparición y evolución del huevo amniótico o amniota, con membrana y cáscara, hace cientos de millones de años, fue clave para que los vertebrados pudieran salir de los océanos, procrearan en suelo firme y colonizaran la tierra y el aire.
¿Sabía que los huevos puestos por los colibrís tienen forma de elipse, los de los búhos son esféricos, los que ponen las aves playeras son ovoides y puntiagudos, o que los de los zarapitos europeos se asemejan a una lágrima? Son solo algunos ejemplos de una lista de formatos en la que hay prácticamente de todo.
A la Ciencia todavía le falta responder a una sencilla pregunta: ¿Por qué y cómo evolucionaron los huevos dando lugar a una diversidad tan amplia de formas y aspectos?.
Un equipo internacional de científicos ha efectuado un sorprendente hallazgo en sus investigaciones para dar respuesta a ese misterio, al descubrir que la forma del huevo está relacionada con la capacidad de vuelo del ave, y que la membrana del huevo puede jugar un papel clave en la determinación de su forma.
Según estos científicos, es posible que las aves capaces de volar con mayor fuerza hayan desarrollado unos cuerpos aerodinámicos, lo cual influyó en la configuración de sus órganos internos, incluido su sistema reproductivo.
Añaden que esto, a su vez, habría influido en la forma que un huevo adquiere al moverse a través del oviducto del pájaro, el tubo por el cual pasa un óvulo después de dejar el ovario, y tras ser fecundado por un espermatozoide se va rodeando por la clara, la membrana y la cáscara, para finalmente formarse el huevo.
El equipo liderado por las universidades estadounidenses de Harvard y Princeton, y en el que participaron investigadores del Reino Unido, Israel y Singapur, analizó las formas características de casi 50.000 huevos de alrededor de 1.400 especies de aves de todo el mundo, tanto por medio de fotografías como de pruebas físicas de laboratorio, utilizando métodos e ideas de las Matemáticas, la Física y la Biología.
La mayoría de los huevos, provenientes del Museo de Zoología Vertebrada de Berkeley (EE.UU.), fueron recolectados por naturalistas de finales del siglo XIX a comienzos del siglo XX. DESDE LOS MÁS ASIMÉTRICOS A LOS ELÍPTICOS
Estos científicos elaboraron un mapa de las formas de los huevos en el mundo comprobando, por ejemplo, que los más asimétricos son los del ‘Least Sandpiper’ (Calidris minutilla) americano, y los más elípticos, con forma de sandía, son los del ‘Maleo’ (Macrocephalon maleo), una especie indonesia que incuba sus huevos enterrándolos en la arena o en los suelos volcánicos calentados por el sol.
"Muchos científicos se han sentido fascinados por la forma del huevo", declara a Efe Mary Caswell Stoddard, profesora de Ecología y Biología Evolucionista de la Universidad de Princeton y autora principal del estudio publicado en ‘Science’, ocupando la portada de esta revista científica.
"Los biólogos se han preguntado por qué evolucionaron diferentes formas de huevo y qué funciones cumplen. Los matemáticos se han preguntado cuál es la mejor manera de cuantificar (expresar numéricamente) la variación de la forma del huevo, y los ingenieros han explorado las propiedades mecánicas de diferentes formas ovoides", señala.
La doctora Caswell Stoddard enfatiza: "mis colegas y yo estábamos intrigados por la diversidad de formas que observamos en los huevos - desde la esférica en los búhos hasta la elíptica en los colibrís pasando por la puntiaguda en los 'guillemots' (aves marinas). Queríamos entender por qué los huevos tienen diferentes formas y cómo surgen".
"Hemos descubierto que el vuelo puede influir en la forma del huevo”, explica la doctora Mary Caswell Stoddard.
“Hemos encontrado que los pájaros que son buenos voladores tienden a poner huevos asimétricos o elípticos, y además creemos que la responsable de generar la diversidad de formas de huevo que vemos en la naturaleza es la membrana elástica que poseen, y no su cáscara dura”, asegura Caswell Stoddard. LA MEMBRANA, MÁS IMPORTANTE QUE LA CÁSCARA
Los científicos comenzaron con la simple observación de que la forma de un huevo no está determinada por la cáscara, ya que
Un equipo internacional de científicos encabezado por las universidades de Harvard y Princeton ha descubierto que la forma del huevo está relacionada con la capacidad de volar del ave, y que la membrana juega un papel clave en la determinación de dicha forma.
“Hemos encontrado que los pájaros que son buenos voladores, como los albatros y los colibrís, tienden a poner huevos asimétricos o elípticos”, explica la doctora Mary Caswell Stoddard, profesora en Princeton y autora principal del estudio.
"Estábamos intrigados por la diversidad de formas que observamos en los huevos, desde la esférica en los búhos hasta la elíptica en los colibrís pasando por la puntiaguda en los 'guillemots' (aves marinas)", explica a EFE la doctora Caswell Stoddard.
al disolver, tanto la cáscara calcificada como el huevo sin cáscara, la membrana en la que está envuelto todavía conserva su forma.
En base a todos los datos desarrollaron un modelo matemático que tiene en cuenta los cambios en el grosor de la membrana del huevo en función de su localización, y los grados de presión a los largo de la membrana. Este procedimiento permite generar una amplia variedad de formas de huevo, abarcando toda la gama de muestras observadas.
“Nos enfocamos en cuantificar las formas y crear una base para compararla en distintas especies, en averiguar qué mecanismos biofísicos determinan la forma del huevo y en investigar las implicaciones de esa apariencia en un entorno evolutivo y ecológico", señala el doctor L. Mahadevan, autor principal y profesor de Matemáticas, Biología y Física, en Harvard.
"Hemos demostrado que las formas de los huevos varían suavemente a través de las especies, que están determinadas por las propiedades de la membrana en lugar de la cáscara, y que hay una fuerte correlación entre las aves que tienen huevos elípticos y asimétricos con una gran capacidad de vuelo, lo cual fue una verdadera sorpresa", apunta Mahadevan.
“Descubrimos que el vuelo puede influir en el aspecto del huevo, y que para mantener unos cuerpos elegantes y aerodinámicos a la hora de volar, las aves parecen ponerlos en un formato más asimétrico o elíptico”, apuntala la doctora Caswell Stoddard.
“Cuando el huevo es asimétrico o elíptico puede pasar más fácilmente a través del estrecho oviducto de un pájaro, con el suficiente volumen para contener los nutrientes necesarios para mantener al embrión”, añade.
“Así que los huevos de un albatros y un colibrí, que son dos aves muy diferentes, pueden haber evolucionado de forma similar porque ambas son voladores de alta potencia”, destaca la experta.
El próximo paso de los investigadores consistirá en observar el proceso de puesta de huevos en tiempo real, para poder compararlo con su modelo matemático y perfeccionarlo.