La Tribuna (Los Angeles Chile)

Ruiz-esquide por Carolina Goic: “Creo que es difícil que llegue a la segunda vuelta”

El ex parlamenta­rio de la Democracia Cristiana, a sus 87 años, abandonó por un rato su retiro de la política activa y en diálogo con Diario La Tribuna criticó a su partido por la estrategia adoptada ante las próximas elecciones presidenci­ales y parlamenta

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Retirado de la política activa, a sus 87 años, el ex parlamenta­rio demócrata cristiano por la zona, Mariano Ruiz-esquide, monitorea lo que sucede en Chile con la misma claridad que lo caracteriz­ó mientras se desempeñó como senador hasta el 2013 cuando, tras varios períodos en el cargo, decidió no repostular­se más al mismo.

El desgaste caracterís­tico de su edad hoy sólo se ve reflejado en su debilitada figura, jamás en sus condicione­s intelectua­les, las que conserva intactas. Así lo demostró en conversaci­ón con Diario La Tribuna para analizar la contingenc­ia nacional sobre distintos temas de índole político. ¿Cómo evalúa hoy lo que está sucediendo en el país en materia política?

-No me gusta, creo que la política ha derivado a una forma de hacerla que no es la manera en la que yo la entiendo, creo que hay demasiado afán de vencer y no de convencer como decía Unamuno. Creo que hay mucha furia en las respuestas, pienso que no hay lealtad con la consecuenc­ia que se requiere en los partidos políticos. Yo hace mucho tiempo atrás presenté un proyecto que no fue aprobado para el que es elegido por un partido y se cambia pierde el cargo. No me gusta el que se haya mezclado de tal naturaleza el negocio, el dinero con la política. Sólo hago una salvedad en el sentido siguiente; los árabes tienen un refrán que dice que la copa del árbol, vale decir, la gente que pertenece a la dirigencia nacional en todo orden: política, empresa, religión, cualquiera, la copa del árbol es lo que son sus raíces, por lo tanto, hay una responsabi­lidad por el que vota por aquellas personas que después cometen las faltas que señalo. Desde esa perspectiv­a el tema es bastante peor, porque cambiarle la mentalidad a la gente significa cambiar el modelo de vida y el modelo de vida hoy es un modelo capitalist­a, es un modelo donde lo que importa, lo que la gente busca no es el trabajo honesto, tranquilo, sereno, sino que es un trabajo tumultuoso, donde toda la gente quiere tener todo el dinero lo más pronto posible. Y al frente de eso queda un número muy importante de chilenos, en donde realmente no sólo no hay riquezas, sino que hay pobreza real. Entonces usted tiene una sociedad con los dos extremos, con un sector medio bastante desposeído, con un afán furioso de ganar dinero, con una conducta que está dedicada a eso y que no importa cuál sea la forma de hacerlo. Hoy día se encuentra y se considera como razonable que una persona que tiene mucho dinero gane más dinero al punto que si se cometen errores o se roba derechamen­te los dineros del fisco o de cualquier parte, no es pecado, no es delito, no hay culpa. Entonces, esa sociedad termina estrechand­o la mente de la gente y empieza a mirar por una sola rendija, cómo voy ahí, cuánto gano aquí, cuánto pierdo acá. Si tengo que robarle a una monja, robo, si tengo que incendiar una iglesia la incendio. Entonces, es una sociedad que está corrompida por la ambición del dinero, la falta de fraternida­d que es el bien del otro. A todo se le da una excusa y también hay deslealtad en la política, porque también hay una deslealtad en quienes son un poco la figura que los políticos intentamos tener siempre presente para poder actuar bien.

¿Qué le parece la alta abstención electoral que se viene dando en las últimas elecciones? En la última presidenci­al alrededor del 70 por ciento del universo de electores no votó.

-Eso es una mala práctica, es una cosa que le hace mal a la democracia, porque tiene una base de sustentaci­ón muy baja, pero también hay que aplicar la frase anterior: ¿quiénes son?, ¿por qué los políticos o mejor dicho son los políticos tan venales como se dice?, ¿quién los eligió? ¿Pero por qué la gente no vota?

-Porque está en presencia de una clase política o un grupo de dirigentes, en todos los niveles, desde las iglesias hasta los boy scouts que no le dan confianza, pero votan por ellos. Entonces, se produce un fenómeno muy complicado, porque yo no tengo confianza en usted, sin embargo, mañana tengo que votar y viene alguien y dice: fíjate no votes por él, porque Mariano es mejor, porque robó menos. Esa sola frase genera la tentación de no votar. Además, otro factor, el sentido de nación, el sentido de patria, el sentido de comunidad nacional se ha ido perdiendo, porque no hay nada más cobarde y nada más lamentable que un millón de dólares. ¿Durante sus años como senador observó malas prácticas en el Congreso entre sus colegas parlamenta­rios?

- Sí, pero no como ahora. Absolutame­nte distinto, numéricame­nte y cualitativ­amente; menos gente que faltaba a sus deberes y siempre que había un delito era un delito menor de lo que se halla ahora (…) estoy extremadam­ente dolido, enojado, mal genio. Cuando yo presenté un proyecto de nacionaliz­ación del litio no se hizo, no se nacionaliz­ó. Después de eso se privatizó y se licitó y lo sacó un señor que tiene mucha plata en Chile que es Luksic, y veo en algún diario que dicen que la parte que se licitó del litio le ha producido el doble del capital invertido por el actual dueño en un año. Entonces, uno dice qué pasó y pasó algo que todos conocemos; hubo dos cosas: una mirada patriótica de algunos que dicen que no tenemos posibilida­des, que los capitales chilenos no dan para poder hacer estatales y hacer una explotació­n del litio; y otra que no es tan patriótica, sino que, simplement­e, un negocio y esa persona tenía plata para comprarla y lo compró todo legítimame­nte, todo lícito, todo normal, en el nombre del Padre y el Hijo.

Al empresario que usted alude ha sido mencionado en las investigac­iones por el financiami­ento de campañas políticas ¿Qué le parece ese tema?

-Esa es otra cosa. En los tiempos nuestros, mientras yo estuve en el Senado, puede haber sido uno o dos en menores niveles. ¿Usted recibió alguna vez aportes de empresario­s para financiar sus campañas? -Nunca. ¿Cómo financiaba sus campañas?

-Se lo voy a decir, pero lo pone como está. Mis tíos que yo tenía y que tengo eran agricultor­es en Antuco y en cada campaña mía aportaban una vaca o dos; segundo, mis colegas médicos hacían “cuchas” en todos los hospitales, porque yo defendía la empresa pública en salud; tercero, mi padre ponía todo lo que podía, él tenía una tienda muy chica. Yo tenía tres o cuatro amigos que eran ricos y ellos me apoyaban con alguna fuerza. ¿Amigos ricos y empresario­s?

-Sí, empresario­s, pero nunca, nunca, nunca hasta el infinito de algún empresario grande o de una empresa grande, nada. Lo que hacíamos era bailes y usted dirá ahí saca siete pesos; no es cierto, hacíamos bailes con 300 personas. Una vez se lo llevó el tesorero y lo alcanzaron a agarrar (ríe). Hacíamos bailes, comités y cada uno hacía su fiesta y sacábamos de a poquitito. Un grano no hace un granero en política, pero ayudó a su compañero. INFORME VALECH En otros temas vigentes ¿qué le parece la iniciativa de la Presidenta Bachelet de levantar el secreto sobre el Informe Valech?

-Me parece bien, hay que saber la verdad entera, ¿por qué no vamos a hacer público un secreto, un informe que da luz sobre lo que pasó en la dictadura?, ¿por qué vamos a mantener en secreto las torturas que se produjeron?, ¿por qué razón se hace todo esto como que no se puede tocar? Eso genera más desconfian­za que cualquier “choreo” de dinero.

Pero el ex Presidente Lagos salió a defender el secreto sobre el informe Valech, argumentan­do que fue un compromiso suscrito entre el Estado de Chile con las personas que aceptaron entregar su testimonio bajo condicione­s de confidenci­alidad. Incluso se manifestó “dolido” con la Presidenta Bachelet, señalando que ella participó de este acuerdo mientras se desempeñab­a como ministra de Defensa. ¿Qué le parece la postura del ex mandatario?

-Se lo voy a decir con la verdad que yo siento. Primero, no es costumbre mía dar opiniones sobre personas que están vivas y que han sido presidente­s de la República; para mí eso son secretos de Estado. Segundo, Lagos es un hombre inteligent­e y la señora Bachelet también, que se agarren ellos. Excúseme, pero ellos verán como resuelven su tema entre los dos, porque eso no es un compromiso del país, fue entre un presidente y un informe. Tercero (…) yo creo que los presidente­s actuales y anteriores deben ser extremadam­ente cuidadosos en generar un conflicto artificial sobre si se entrega o no se entrega un informe. Si el Presidente Lagos cree que eso debió hacerse debió haberlo hecho en su tiempo, si no debió hacerlo, no lo debe hacer ahora. Si la Presidenta tenía un compromiso debió haberlo incumplido y si no lo cumple tiene una falla también. Yo aprendí durante 28 años que los secretos de Estado son eso, secretos de Estado. ¿O sea debería respetarse el secreto sobre el Informe Valech? -Si hay un compromiso debiese respetarse. Aun así, ¿usted me dice que es partidario que se dé a conocer el contenido del informe?

-Esa es una opinión personal. Primero palabra tomada, palabra empeñada, palabra cumplida. Las verdades en este caso son oportunas e inoportuna­s como dice San Pablo, significa que las cosas deben conocerse. Si son de tal naturaleza que el bien común del país hace que no sea convenient­e que se conozca debe respetarse ese bien mayor, las reglas son claras. Entonces, si Lagos habló a destiempo o la señora no cumplió Dios los cuide en su alma, pero ahí yo ya no me meto. DEMOCRACIA CRISTIANA Y CAROLINA GOIC

¿Cómo ve hoy a su partido, la Democracia Cristiana? ¿Le ve posibilida­des a su candidata presidenci­al Carolina Goic consideran­do las últimas encuestas?

-Primero que todo, yo creo en las encuestas con un signo de interrogac­ión. Las encuestas que hubo en los tiempos en que yo estaba en política, especialme­nte, las que se referían a mis resultados no le apuntaron nunca, siempre me daban tercero o cuarto y salía primero, por lo tanto, las encuestas son dudosas a lo menos, pero me atengo a lo que pasa en la realidad. Yo creo que ella es muy difícil que llegue a la segunda vuelta, debo reconocerl­o, también soy ser humano que tiene ojos, no tengo tampoco visor celestial, por lo tanto, yo creo que es muy difícil, pero quedan tres meses y puede pasar cualquier cosa (…) No me satisface plenamente la forma en cómo están llevando la campaña porque no está incorporan­do a la mayoría del partido. Es brillante, es encantador­a, es inteligent­e, es una mujer que se ha ganado el puesto, ha sido uno de los pocos liderazgos auténticos que hemos tenido en los últimos 20 años, pero no se ha conducido la campaña de una manera adecuada, porque es un error descomunal que tuvo el partido y la campaña de ella en separar un comando para la campaña presidenci­al y otro para la parlamenta­ria.

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