La Tribuna (Los Angeles Chile)
PSU: una prueba que excluye talentos
¿ Tú o un familiar está a punto de rendir la PSU? ¿ Estrés, ataques de pánico, miedo, todas las anteriores?.
Sabías que en junio de 2011 el Ministerio de Educación de Chile (Mineduc) y el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas ( Cruch), llamaron a una licitación para evaluar la calidad de la batería completa de pruebas de la PSU?. El Informe Final de Evaluación de la PSU Chile se emitió con fecha 22 de enero de 2013 y recomendó múltiples sugerencias y falencias, expuesta en ese entonces por el ministro de Educación, Harald Beyer.
Una de las principales conclusiones del estudio es que la PSU muestra de forma más transparente, la gran inequidad de nuestro sistema educativo ya que refleja que la brecha entre los grupos socioeconómicos es más alta que lo observado internacionalmente.
Han pasado 4 años y el tema sigue teniendo plena vigencia, en especial ahora cuando deberíamos hablar de calidad de la educación. Falta una reflexión profunda sobre la calidad de la educación superior y en específico del proceso de la PSU.“EL proble- ma es que al medir contenido no se mide necesariamente la capacidad para aprender sino, fundamentalmente, el acceso que el joven tuvo a aprender. En un país con tanta desigualdad en el acceso a la educación de calidad, el aumento indiscriminado de contenidos en la PSU ha sido muy dañino para los alumnos más pobres y, en particular, para los que estudian en la Educación Técnica“, señalan hace años Mónica Silva y Mladen Koljatic, ambos académicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica. Ellos mismos señalan que la PSU es un “Súper-simce” de la enseñanza media científico-humanista, constituyéndose en una prueba intrínsecamente injusta para los alumnos de menores recursos, en especial para aquellos que egresan de la educación media técnica-profesional.
Además, el departamento de evaluación, medición y registro educacional de la Universidad de Chile (Demre), que administra la prueba, no se somete a revisión ni análisis de las preguntas a expertos externos, como sería recomendable. Resulta urgente, mejorar la documentación que guía y respalda el proceso de construcción del test, así como también incluir expertos en currículum y profesores de enseñanza media que representen a más de una institución en la elaboración de las preguntas ,y a su vez realizar auditorías periódicas. En definitiva, no necesariamente los que no entran a la universidad no están preparados para hacerlo y estoy seguro que nos estamos perdiendo muchos talentos en diversas áreas, por esta prueba mal formulada.
Por ejemplo, la comprensión lectora es un grave problema que no se ha podido resolver. Los postulantes no entienden lo que le están preguntando, por lo que difícilmente pueden contestar correctamente. No existe un plan de comprensión lectora y se insiste en memorizar, sin importar que los alumnos no entiendan, comprendan, sinteticen, analicen, etc.
Estudiemos los países con mayores logros en educación y veamos cómo potenciarnos con los distintos instrumentos de admisión, como los test, ránking de notas, entrevista personal, redacción de ensayos, entrevista psicológica, etcétera.
Es el momento de hablar de calidad de educación y ponernos a la altura del siglo XXI. Es la oportunidad para corregir la institucionalidad bajo la cual se rige el actual sistema de admisión ya que no considera capacidades y persiste en la exclusión. Es tiempo de crear un mecanismo real, es tiempo de avanzar y dejar atrás la PSU.