La Tribuna (Los Angeles Chile)
Profesores en huelga: un contrasentido
No hay nadie que ponga en duda que en Chile existe necesidad de una educación de calidad que mire al siglo 21 con la esperanza de lograr ser un país desarrollado, con igualdad de oportunidades y sin inequidades en los distintos niveles educacionales.
El Gobierno de la Presidenta Bachelet se esmeró en lograr aprobar leyes que guardan relación con la gratuidad, lo cual ha sido criticado por muchas razones, pero finalmente fueron aprobadas.
Con fecha: 28/01/2015 se produjo la Declaración del Área Educación de la Conferencia Episcopal de Chile sobre la Ley que pone fin a la selección, copago y lucro en la Educación. Señalaron que “desde el inicio, hemos mirado con empatía el propósito de una reforma educacional que prometía promover el derecho a una educación de calidad y equidad para todos, y especialmente para los más postergados. Hemos aportado por eso, nuestra mirada de educadores para que ello fuera una esperanzadora realidad para Chile”.
Luego de exponer sus críticas a la legislación, exponen: “... Nos ha motivado además a comprometernos en la construcción de una educación más justa, inclusiva y de auténticas posibilidades para todos nuestros niños y jóvenes, especialmente los más pobres. Por ello, apreciamos que -aunque insuficientes- haya habido avances y algunas transformaciones del texto en el proceso legislativo. Esperamos que en su posterior Reglamento, aplicación y posibles futuras revisiones, se salvaguarden aquellos principios, libertades y derechos irrenunciables en toda auténtica educación. Es lo que hemos expresado los obispos católicos en el documento “La Educación que queremos para Chile”, de noviembre de 2014.
El diario La segunda en 2014, informaba: “...685 establecimientos que reciben subvención estatal están vinculados directamente a la institucionalidad de la Iglesia Católica, repartidos en 370 sostenedores diferentes. Gracias a ello, totalizan una matrícula de 452 mil 306 alumnos, que equivale al 13% de los alumnos donde el Estado tiene algo que decir en la discusión de la reforma educacional, considerando que aporta con financiamiento”. De este monto, $36 mil 981 millones fueron a financiar parte de la actividad de los colegios subvencionados que dependen de alguna entidad católica. Este monto también corresponde al 13% de los recursos totales que el Estado dispone por este concepto (http://www.lasegunda.com/noticias/ Nacional/2014/05/932409/el-peso-de-la-iglesia-catolica-en-la-educacion-subvencionada. 03 de mayo de 2014).
Pues bien, en nuestra Provincia, estamos viviendo un proceso de huelga legal de ocho establecimientos de la Fundación dependiente del Obispado de Los Ángeles, con más de 6 mil alumnos en la cual están sufriendo todas las consecuencias de no lograr un entendimiento entre las partes.
Cada día que pasa aumentará la tensión entre los actores, incluyendo ahora a los padres que empiezan a exigir el cumplimiento de las obligaciones contractuales del contrato de prestación de servicios educacionales y ya palpan el eventual daño que le causarán a sus hijos, en especial, a los cuartos medios.
Pues bien, ¿quién debe tener una mayor sensibilidad en este tema?, Debiendo todos hacer un esfuerzo, leyendo esta declaración, si hablamos de educación de calidad, de principios cristianos, de gratuidad, del fin al copago, de la dignificación de la profesión docente, si deseamos que un profesor sea la carrera más deseada para un joven como lo es en Japón, Singapur y/o Finlandia, la respuesta es simple: la Fundación Juan XXIII. El Papa Bueno dijo: “Abramos las ventanas de la Iglesia”.
Por lo tanto, reflexionemos: tener a profesores en huelga es, sin duda, un contra sentido. Entonces hago un llamado directo al Obispado a colaborar para que este conflicto termine pronto porque Chile merece mejores profesores y mejores remuneraciones.