Tiempo para pensar y decidir

Ad portas de una nueva elección presidencial, y en donde ya se habla de ganadores y perdedores, no hay que olvidar que la decisión final depende de cada uno de nosotros.

A la fecha, ya se ha podido saber algo de las tendencias y las intenciones o preferencias de la mayoría de los aspirantes que serán propósito en las elecciones venideras. Se apunta principalmente a la información personal de los presidenciables, aunque también serán parlamentarios y postulantes a la representación en el Gobierno regional quienes se presentan a un puesto de liderazgo.

Este liderazgo obedece en algu- nos casos a aptitudes propias, ya sean profesionales o netamente políticas, las que les han llevado por el camino de los puestos de representación popular. Otras motivaciones que impulsan a estos líderes suelen ser influencias cercanas de personas que dirigen sus pasos en la misma dirección de trabajo público. También puede ser una mezcla de ambos. Asimismo, están las historias individuales de algunos casos únicos en su clase.

En fin, son diversas las condicionantes que determinan el voto por uno u otro candidato en los próximos comicios. Algunos de ellos ya han realizado trabajos importantes en el ámbito del progreso del país o de su comunidad, seguramente ellos buscan una oportunidad para continuar ese trabajo desde más altas esferas.

Infinidad de información bien fundada sobre estos candidatos existe en muchos sitios de internet, que van desde prensa digital a blogs de opinión, y en donde puede formarse una visión general de la persona que quiere representar a Chile.

Es un derecho, una oportunidad y un deber el ser parte de escoger quiénes liderarán las decisiones que afectarán a toda la ciudadanía. Por lo tanto, es fundamental ejercer el voto. La ubicación de dónde debe hacerlo está en servel.cl y el día de las elecciones debe portar su cédula de identidad para hacerlo.

Quedan dos semanas. En ese tiempo usted puede definir claramente un voto consecuente. Del mismo modo, puede ejercer su derecho a informarse, y buscar a los candidatos que le representen a cabalidad, elegir entre sus canales de información de confianza y así enterarse un poco de quiénes son las personas que llegaron a esta instancia. Si se da un poco de tiempo (que después agradecerá), podrá también enterarse del porqué están allí, de los programas o soluciones que ofrecen a los distintos problemas sociales y qué tan viables son sus propuestas de cambio.

Lo más importante de todo este proceso, estimado lector, es que sólo con la información que permite la educación cívica y la auténtica representación de la gente por parte de sus líderes políticos se pueden generar cambios reales, y ahora estamos en una época de flujo informativo y de tecnologías tal que resulta absurdo no tomarnos el mínimo de tiempo para conocer a estas personas e ir a votar.

Aún queda un par de semanas para pensar en ello y buscar lo que necesitamos saber sobre los aspirantes al gobierno.

Al final, permítasenos una sugerencia a los jóvenes que tienen ganas de cambios: tal vez puedan hacerse del tiempo necesario para informar sobre el asunto también a sus padres y abuelos con derecho a voto.