La prueba de fuego

Este domingo nuevamente se vivirá la llamada fiesta de la democracia, aquella donde la opinión y el voto de cualquier persona tienen el mismo valor, donde el voto de un obrero de la construcción vale lo mismo que el de un empresario multimillonario, ahí radica la importancia de este día. Por lo mismo, siempre es impor tante hacer el llamado a votar, considerando que es un deber de la ciudadanía elegir a sus líderes. Esta segunda vuelta, será una prueba de fuego para la política. Si bien, la primera vuelta fue mucho más positiva de lo que se esperaba, esta será un poco más compleja. Lo anterior, ocurre considerando que los jóvenes descontentos con la política actual, vieron en Beatriz Sánchez la posibilidad de desbancar a un duopolio instalado hace ya más de 27 años, por lo que decidieron levantarse temprano e ir a los establecimientos, precisamente para sacar del poder a la Nueva Mayoría y Chile Vamos, algo que casi lograron, dejando una importante marca y un promisorio futuro a un conglomerado que apareció sólo hace casi dos años y que en su primera elección presidencial consiguió, contra todos los pronósticos, más de un millón de votos con un 20,27%. Lo anterior, deja una preocupación bastante grande, ¿Volverá la poca participación a estas elecciones? Pese a que tanto Sebastián Piñera, como Alejandro Guillier intentan obtener este importante porcentaje de votos, poco se sabe acerca de qué ocurrirá este fin de semana y es que el descontento de los votantes es evidente y al no tener su abanderada, poco se puede definir en la previa. Parte de la población cree que aquellos votos podrían traspasarse al candidato de la Nueva Mayoría, pero al no haber mayores acercamientos y menos un pronunciamiento por parte del Frente Amplio, estos podrían perderse como nulos o simplemente que los votantes no vayan a sufragar ese día. Por otro lado existe la teoría del “menos malo”. Es más que evidente que, en ese sentido, Sebastián Piñera representa un retroceso en cuanto a las políticas públicas sociales que busca este conglomerado, mientras que por otro lado, Alejandro Guillier (una continuidad de este gobierno), si bien no sería un avance, no significaría perder todo el terreno “ganado”, por lo que esta teoría recaería en que aquellos votos se traspasarían al periodista, considerando que no sería tan extremista como el multimillonario. Ahora sólo queda esperar que la ciudadanía le tome una real importancia a las elecciones, considerando que quien las gane, será el próximo gobernante durante los próximos cuatro años, por lo mismo no da igual por quien se vote, aún hay tiempo de informarse. Por último, aquí quedará demostrado el poderío de quienes crecieron con una politiquería nefasta, llena de coimas, estafas, mentiras y platas de por medio, en una elección donde el cautivar a los votantes del frente amplio es la gran misión, ¿lo lograrán?